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La memoria de los abuelos de la Sierra de Cádiz

Miriam Carrión y Eva Mena, dos jóvenes veinteañeras, rescatan los haceres de otras generaciones en un proyecto financiado por Diputación

'Mi abuelo Manolo': el proyecto documental de Eva Mena que homenajea al campo andaluz

Juan 'De la Torrecilla', espera que escampe junto a su rebaño, en la Sierra de Grazalema. / Eva Mena/Miriam Carrión

Ambas son veinteañeras. Miriam Carrión,que es el nombre tras la iniciativa 'Memoria de Grazalema', ha cumplido 25 años. Fue Carrión, nacida en la localidad, quien contactó con la realizadora Eva Mena para dar forma a un proyecto que pretende “recuperar la memoria y los saberes antiguos, así como darle valor a las personas mayores y a la vida rural, centrándose en los oficios tradicionales, sobre todo, en la industria lanera de Grazalema”. 

La propuesta ha sido desarrollada dentro de la Fundación Grazalema Regenerativa, en colaboración con la web degrazalema.org, y está financiada por Diputación. 

Miriam Carrión no llamaba a la joven realizadora a ciegas: a Mena la precedía el trabajo que ha estado realizando en Prado del Rey junto a su abuelo, Manolo, plasmando su día a día primero, en una serie de fotografías, y después, en forma de un documental de próximo estreno.

Tras terminar Comunicación Audiovisual en Sevilla, y deprimida ante las perspectivas laborales que se le abrían, Eva Mena volvió al pueblo de su familia y pasó allí la pandemia. Esta circunstancia hizo que se fuera fijando, y acercando, a las rutinas del abuelo, y lo que había sido y era su vida. 

El pasado mes de abril, cuando recibió la llamada de Miriam Carrión, estaba trabajando envasando miel. “Ella conocía mi trabajo y quería que fuera yo la que se encargara de la película –explica–. Y, en cuanto me dijo que se trataba de plasmar lo que hacían las personas mayores en sus campos, y que contaran lo que habían vivido y las cosas que se están perdiendo... Pues pensé que dejaba el trabajo, seguro”. Y así fue. Se lanzó de autónoma y, “además de este proyecto, estoy intentando buscar una tercera vía haciendo sesiones de fotos a mamás embarazadas, de lactancia materna... Todo en la naturaleza”.  

De momento, ya hay algunos vídeos de la iniciativa colgados en YouTube bajo el epígrafe Grazalema regenerativa:“A los abuelos les encanta que vayamos, porque no tienen un espacio de escucha activa y ven que las grabaciones sobre ellos hacen que tengan su sitio”, afirma Eva Mena. 

Con el presupuesto de Diputación, la producción –que comenzó en primavera– se alargará hasta diciembre. Carrión y Mena planean volver a solicitar una segunda partida, y quizá acompañar la propuesta con algún tipo de publicación. “Todo lo que hacemos lo volcamos en redes sociales y en la web del proyecto–explica la realizadora–. También queremos poner por las calles de Grazalema códigos QR para que los visitantes puedan saber que no están sólo en un lugar precioso y fotogénico, sino en un lugar con historia: a través de los móviles, podrán escanear y saber qué hay, y qué ha habido, detrás de esas calles y esquinas”.  

Entre las historias que ambas jóvenes recogen está la de Fernando Valle, “que trabajó en la antigua fábrica de mantas de Grazalema, y nos ha ido explicando todo el proceso, desde que se empieza a sacar la lana hasta que tú ves la manta hecha –indica Mena–. Contaba que la lana se peinaba con unos cardos del campo... Con todos los vídeos que hacemos, la verdad es que aprendemos muchísimo, y lo que queremos es eso: recuperar la memoria y los saberes antiguos, sobre todo, en esta zona, ligados a la ganadería y la industria lanera”.  

Si hubiera que señalar un denominador común entre los testimonios, reflexiona Eva Mena, sería que “todos dicen que como en Grazalema no se vive en ningún sitio, y que en la ciudad no sabrían vivir. También –prosigue– que han pasado momentos de mucha necesidad en su vida”. 

“De ellos –añade–, casi ninguno había ido al colegio. Lo que han ido aprendiendo son, sobre todo, cosas del campo. Y, a nivel de enseñanza reglada, pues lo que podía transmitirles el maestro que iba por las noches y les enseñaba lo más básico para subsistir”. 

Entre los entrevistados, hay quien dice –como Pepe 'Faenas'– que si actualmente “el trabajo en el campo estuviera mejor pagado, quizá los jóvenes se animaran y pudiera sobrevivir algo más, porque hay avances y técnicas que ellos no hubieran podido imaginar... Pero que vamos para atrás”. 

También aparece en los vídeos Cristóbal Yuste, presidente de la Asociación de la Oveja Merina de Grazalema, que se puso a esquilar la oveja a tijera, como cuando era un “chaval, y nos dijo que había sido uno de los días más felices de su vida –cuenta Eva Mena–. Sacó la manta de la oveja sin un trasquilón, y es que hay saberes que no se olvidan” .

Todos los que aparecen en el proyecto de Miriam Carrión y Eva Mena son de la Ribera del Gaidóvar, un pequeño asentamiento al lado del pueblo: “De hecho, nos han dicho que Grazalema se regía por el sistema de riego de la Ribera, donde antiguamente había molinos y se trabajaba con la fuerza del agua”. Principalmente, es por esto que no viven algunos cambios, como el crecimiento turismo, tan directamente:“Pero eso sí –apunta Mena–, te dicen que, en cuanto son las doce en la feria, ya están deseando volverse a casa”. 

Poder hacer estos vídeos tiene, siente Eva Mena, un enorme valor, “en general, son gente que han tenido tres fotos y media en su vida y que luego, no sólo se ven protagonistas de todo esto, sino que se les abre el mundo: a Juan 'De la Torrecilla', por ejemplo, lo contactó la que había sido su maestra por Facebook”.

Estreno de 'Mi abuelo Manolo' a principios de otoño

Tras haber recogido la rutina de su abuelo una serie de fotografías (Pureza), Eva Mena (Prado del Rey, 1996) se embarcó en la realización de un documental en el que reflejera cómo transcurre la vida de una persona mayor en el campo. Mi abuelo Manolo –una cinta pausada, “porque no podía ser de otra forma”– fue financiado de forma colaborativa, a través de Verkami, y actualmente “está casi terminado –cuenta Mena–, a falta de calibrar el audio y etalonar el color”. La idea es estrenarlo a principios de otoño, “e incluir un fandango que ha escrito un tío mío al final de la película”. Será un cierre del año estupendo para abuelo y nieta, que lo empezaron como Cartero y Paje Real en la Cabalgata de Reyes del pueblo. 

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