El Mercado de Abastos de Chipiona, un desierto invernal que exige una revolución

Más de la mitad de los puestos de la plaza cierran tras la temporada alta, convirtiendo este tradicional mercado en un lugar desangelado durante muchas semanas del año

Los comerciantes reclaman mayor intervención del Ayuntamiento en el mercado para que pueda lucir acorde a la historia y calidad de la materia prima que se trabaja

El boniato que se vende en Mercadona, un tesoro bajo la tierra de Sanlúcar

El Mercado de Abastos de Chipiona presenta un pobre aspecto en los meses de invierno, donde muchos puestos tienen sus puertas cerradas debido a la escasez de público en la plaza.
El Mercado de Abastos de Chipiona presenta un pobre aspecto en los meses de invierno, donde muchos puestos tienen sus puertas cerradas debido a la escasez de público en la plaza.
Manuel Reina

10 de diciembre 2024 - 07:00

El Mercado de Abastos de Chipiona lleva en pie desde 1957, un espacio con singularidad, acogedor y tradicional pero que, pese a diversas reformas que desde el Ayuntamiento se han impulsado para darle un mayor alcance, sigue subsistiendo de la estacionalidad del municipio en los meses de verano, que si bien se alarga desde mayo y hasta casi el mes de octubre, la llegada del invierno y el frío deja una estampa semidesértica en una plaza donde la materia prima, la hospitalidad y la oferta nada tienen que envidiar a mercados vecinos, como el de Sanlúcar, que con la llegada de la Navidad vuelven a llenar sus puestos.

No se puede equiparar, y es una cuestión de años, que Chipiona pueda estar al nivel de otras localidades mucho mayores en población, espacio y posibilidades, pero sí que cabría una mayor reflexión, desde la administración hasta los propios empresarios y dueños de los puestos, para impulsar una plaza con unos productos, una variedad y un potencial para hacer del Mercado de Abastos de Chipiona una parada casi obligatoria para chipioneros, vecinos de localidades cercanas y visitantes.

Ricardo, Ricky, atiende en una mítica pescadería del Mercado de Abastos, Pepe Chipiona, abierta por el padre de Ricardo, que da nombre al negocio, hace más de 35 años. El hijo de Pepe mantiene por segundo año consecutivo el puesto abierto durante todo el año pese a que "estos meses son fatales". En verano, el mercado acoge hasta nueve puestos de pescados y mariscos, de los cuales sólo tres están abiertos durante todo el año. “En navidades podemos ser cinco", afirma Ricardo. Ni siquiera la llegada de las fiestas, donde el marisco colma las mesas de las familias españolas, suponen un beneficio que permita la alegría de ver todos los puestos abiertos. "Las Navidades ya no son lo que era hace años, la competencia se lo ha cargado", lamenta Ricardo, que reconoce que la localidad vecina de Sanlúcar de Barrameda posee prácticamente el monopolio en el marisco pese a que, en su caso, compra el langostino de Sanlúcar, además de abastecerse de los mejores productos del litoral gaditano como el Puerto de Santa María, Conil o Barbate.

Pepe Chipiona, como todos y cada uno de los puestos del mercado, sobreviven de una temporada alta que es imparable en Chipiona. "Intentamos trabajar todo lo posible durante el verano. Chipiona lleva mal 30 inviernos y peor no va a ir", expresa, reconociendo que, "si viene un puente -como el de diciembre- hay un par días buenos pero el resto del invierno intentas vender para pagar, no para ganar". Lo que sí nota Ricky es que la temporada veraniega cada vez se va alargando más, "cuando empiezan a entrar los calores los que tienen viviendas aquí de Sevilla, Jerez, Extremadura o incluso del norte vienen muchos fines de semana".

La pescadería ‘Pepe Chipiona’ permanece abierta durante todo el año ofreciendo productos frescos del litoral gaditano.
La pescadería ‘Pepe Chipiona’ permanece abierta durante todo el año ofreciendo productos frescos del litoral gaditano. / D. C.

La idea de Pepe Chipiona de abrir en invierno le sirve para fidelizar cliente. “Si siempre tomas café en un sitio y un día no está abierto, te vas a otro”, ejemplifica Ricardo, ya que, en cuestión de precios, la diferencia entre puestos es mínima. Pese a que esta es de las pocas pescaderías y marisquerías que se mantienen fuera del verano, Ricardo es comprensivo con los compañeros que no lo hacen, denunciando algunas prácticas del Ayuntamiento de Chipiona obligando a muchos comercios “a abrir por la fuerza bajo amenaza de quitarle el puesto”. “Estar en invierno aquí no es fácil, pones un producto y no lo vendes. Abrir cuesta dinero y eso el Ayuntamiento, o no lo entiende, o le da exactamente igual”, advierte. 

La administración debería ayudar e impulsar los negocios del pueblo. No queremos dinero ni subvenciones, queremos facilidades. Aburren a la juventud, porque cuando quieren montar un negocio se encuentran solo con restricciones e impuestos”, lamenta. “Es una lástima tener un negocio en el centro del pueblo y que no tenga vida”, expresa Ricardo, que apuesta por impulsar el turismo como han hecho localidades vecinas. “Chipiona vive del turismo y eso hay que explotarlo. Vivimos del forastero”, sentencia.

Otro punto de vista lo trae Mariscos José Triana, que desde 2017 ofrece productos cocidos en el Mercado de Abastos. Este también abre durante todo el año, pese a que en los meses de invierno los horarios son reducidos. "Nosotros apenas notamos la Navidad, llegan algunos encargos pero en el pueblo no se nota", comenta Estefanía, que también coincide que el verano es la piedra angular, y casi única, del negocio.

“El Mercado de Abastos de Chipiona ha estado muy dejado siempre”, critica Estefanía, que denuncia que no está ni acondicionado ni preparado para una mayor llegada de público que pueda darle el impulso necesario que requiere esta plaza . De este modo, solicita una inversión en este espacio para atraer a otro tipo de clientes, “sobre todo jóvenes, porque no están acostumbrados a ir al mercado ni se les incentiva a ello”. Estefanía confía en desestacionalizar el turismo, algo que está observando que se efectúa “poco a poco”, pero resalta que para ello es imprescindible arreglar y acondicionar zonas que atraigan al turista. “Si el mercado estuviera más decente, llamaría la atención a otro público que no ha entrado nunca”, propone Estefanía, que destaca la calidad del producto que se vende en Chipiona.

Insiste con ahínco en la mejora de las instalaciones para atraer a la clientela. “En otros mercados los puestos están cerrados y aclimatados”, afirma, además de preocuparse en mejorar la estética y el aspecto de la plaza. “Todos los compañeros tenemos calidad y la presentación es la mejor posible pero creo que el Ayuntamiento debería invertir en las instalaciones, que es lo que verdaderamente va a atraer al público”, reclaman desde Mariscos José Triana

La familia de 'Mercedita' como ejemplo

La frutería de Mercedes Rodríguez es la más longeva de todos los puestos del Mercado de Abastos de Chipiona. No por la edad de ella, sino porque desde 1974 llevan vendiendo la máxima calidad de frutas y verduras a chipioneros y visitantes, construyendo lo que ella considera como una familia. La Frutería Mercedita, como es obvio, está abierta durante todo el año, algo que Mercedes reclama y propone al resto de puestos que cierran sus puertas en invierno y que, a su juicio, torpedean el necesario impulso que debe de dar la plaza para poder atraer clientes durante los 365 días del año.

La frutería ‘Mercedita’ es el negocio actual que más años lleva en la plaza.
La frutería ‘Mercedita’ es el negocio actual que más años lleva en la plaza. / D. C.

En lo que a frutas refiere, son tres puestos que en los meses estivales están abiertos en la plaza, pero la mayor parte del año “se rinden y quedo sola ante el peligro”. Se lo toma con humor Mercedes, aunque dentro de esa risueña actitud queda latente una reivindicación con el objetivo de engrandecer el Mercado de Abastos de Chipiona. Ella tiene clientela todo el año, habiendo formado un vínculo con generaciones de familias que buscan a Mercedes para llevarse la fruta a casa. “No hace falta venir al mercado para encontrar una frutería en Chipiona pero yo cuento con una familia”, asegura la frutera. Mercedes Rodríguez ha sido nombrada Mujer Rural del Año por el Ayuntamiento de Chipiona por su gran y extensa labor en el sector. De la generación de Mercedes, quien salía del colegio con 13 años para atender en el negocio familiar, ya no queda nadie en la plaza: “llevo toda la vida aquí”

Aquí debería de abrir todo el mundo durante todo el año. Hay que sacrificarse un poco porque si estas todos los días terminas construyendo una clientela fija" — Mercedes Rodríguez - Dueña de 'Fruteria Mercedita' y Mujer Rural del Año en Chipiona

El secreto, para Mercedes, es la sinceridad. “Engañar a la gente no sirve para nada porque lo bueno hay que pagarlo y eso la gente lo sabe”, afirma la dueña de Mercedita,  que asegura que la gente aunque lo quiera barato, "sobre todo lo quiere bueno, que es es lo que te hace volver". Mercedes apuesta por el vínculo familiar que ha creado con sus clientes, y es tajante con lo que necesita el Mercado de Chipiona: “Que abra todo el mundo”. El sacrificio, clave para construir una clientela fija que pueda hacer que tu negocio se sostenga durante los meses de invierno donde no hay el volumen de población del verano. “Si no abres nunca, no puedes pretender que el primer día vendas como te gustaría”, sentencia la dueña del negocio más longevo de la plaza. 

El rincón gastronómico, un punto donde construir

Desde el 2023, tras la última reforma del Mercado de Abastos de Chipiona, el Ayuntamiento creó un rincón gastronómico, una zona donde poder tapear y consumir en plena plaza. La idea fue bien recibida, y poco más de un año después ya son cinco los negocios que ofrecen este tipo de servicios, habiendo adjudicado hasta dos más, en principio, para abrir en los próximos meses.

Las opiniones, en su mayoría, son positivas, aunque con alguna excepción, ya que existiendo un lugar donde sentarse y consumir, "la gente ya gasta menos tiempo en los puestos", afirman en una pescadería de la plaza. Sin embargo, es un consenso que la apertura de estos negocios ha atraído a más gente al mercado: "Se ha notado el cambio". Se trata de un público más joven, "gente nueva que nunca había entrado aquí", afirma la dueña de Mercedita.

‘La Llorona’ es uno de los nuevos locales que han aparecido con la apertura del rincón gastronómico.
‘La Llorona’ es uno de los nuevos locales que han aparecido con la apertura del rincón gastronómico.

Uno de esos negocios es La Llorona, una taquería que lleva desde Semana Santa ofreciendo comida mexicana y sumándose al proyecto de este rincón gastronómico. La Llorona trabaja con un exportador de Madrid e intentan que los productos sean, en su mayoría, de origen mexicano. José Manuel, dueño de la taquería, cree que pese a que la idea es buena y sirve para impulsar el mercado, "se necesitan muchas cosas más". "El Ayuntamiento no ha acomodado las instalaciones para la dinámica que se espera de la plaza", denuncia. Desde La Llorona apuestan para que la oferta se amplíe y diversifique: "cuanto más atractivo sea el lugar, más público vendrá". José Manuel denuncia la imagen de la plaza en estos meses, con la mayoría de puestos vacíos, que hace que el mercado funcione "a medio gas". "Es un poco triste", reconoce el dueño, que cree que con las facilidades, la ubicación y el precio "irrisorio" que se paga por un puesto en el Mercado de Abastos en comparación con un negocio en la calle, "si no sacas beneficio abriendo durante todo el año, igual es que el negocio no es viable".

Si la plaza está siempre abierta y tiene oferta para todo tipo de públicos, incita a la gente a venir. Si está todo cerrado, no incentivas al público a venir y disfrutar del mercado". — José Manuel - Dueño de 'La Llorona'

El dueño de La Llorona exige más intervención del Ayuntamiento, pese a reconocer que hace algunos años no había ningún control en la plaza. "Esto era prácticamente un mercadillo", afirma, poniendo de ejemplo el Mercado de Abastos de Cádiz que, tras la remodelación, se controló el caos y se volvió más atractivo al turista.

Sin duda, el rincón gastronómico es un punto a seguir, un atractivo más para una plaza que necesita el impulso y la ayuda de todos: desde la administración hasta los propios negocios, que tienen que complementarse para darle el empujón necesario que requiere una plaza que en invierno se transforma en un desierto que no merece ni su gente, ni la materia prima, ni el encanto que guarda este histórico rinconcito de Chipiona.

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