Un centenar de militares se despliegan en la desembocadura del río Guadalquivir, en Sanlúcar y Chipiona
El Regimiento de Artillería de Costa nº4 formó una Unidad de Defensa de Costa dentro de las misiones de vigilancia de los espacios de soberanía nacional
Un cabo de la fragata ‘Santa María’ de la Armada, condecorado por salvar la vida de una policía
El Regimiento de Artillería de Costa nº 4 ha desplegado una Unidad de Defensa de Costa en la zona de desembocadura del río Guadalquivir, en Sanlúcar y Chipiona. Entre los días 5 y 12 de noviembre, más de un centenar de militares se trasladaron desde San Fernando y Tarifa -base de esta unidad- en la desembocadura del río, integrados en las misiones permanentes de vigilancia de los espacios de soberanía nacional y aumentando con sus sensores la visibilidad en tiempo real del tráfico marítimo. La desembocadura del Guadalquivir es sin duda un punto caliente en las operaciones del narcotráfico en la provincia
Según han explicado desde el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), el Regimiento de Artillería de Costa nº 4, perteneciente al Mando de Artillería de Campaña, es la única unidad del Ejército de Tierra que se encuentra dotada y adiestrada para generar la capacidad de defensa y control de costas en cualquier punto de la geografía nacional, o en cualquier otro lugar donde los compromisos internacionales lo requieran.
Con la finalidad de mantener el nivel de adiestramiento alcanzado, el Regimiento ha constituido una Unidad de Defensa de Costa (UDACTA) con material de artillería, elementos de mando y control y logísticos; y cuenta con una dotación de más de un centenar de militares hasta este próximo martes, 12 de noviembre. La unidad integra además un componente específico para la protección de la Fuerza sobre la base del Tercio Alejandro Farnesio nº4 de la Brigada de la Legión.
La movilidad de los materiales y la capacidad de enlace de los medios de transmisiones son los que proporcionan a esta unidad, cuya base principal está en el acuartelamiento de Camposoto, su marcado carácter expedicionario, ampliamente demostrado no sólo en este despliegue sino en otros anteriores, tanto peninsular como extrapeninsular.
Las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión son una herramienta eficaz para mantener la vigilancia de los espacios de soberanía, lo que permite detectar anticipadamente amenazas y facilitar una respuesta inmediata y viable ante una potencial crisis.
El RACTA 4 realiza estas misiones de vigilancia habitualmente en distintas zonas, como este pasado mayo en la costa de Almería o en el mes de septiembre en el Estrecho de Gibraltar.
Operaciones de presencia, vigilancia y disuasión
Esta UDACTA, bajo control operativo del Mando de Operaciones, se integra en el Mando Operativo Marítimo para el cumplimiento de sus misiones permanentes de vigilancia de los espacios de soberanía nacional, y aumenta con sus sensores la visibilidad en tiempo real del tráfico marítimo.
Las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión son una herramienta eficaz para mantener la vigilancia de los espacios de soberanía, lo que permite detectar anticipadamente amenazas y facilitar una respuesta inmediata y viable ante una potencial crisis.
Los Mandos Operativos Terrestre (MOT), Marítimo (MOM), Aéreo (MOA), espacial (MOESPA) y Ciberespacial (MOC) conforman la estructura de Mandos Permanentes. Diariamente, hay unos 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas involucrados en las operaciones permanentes, bajo control operativo del Mando de Operaciones.
El Mando Operativo Marítimo (MOM) es el órgano de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas, subordinado al Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) responsable, a su nivel, del planeamiento, conducción y seguimiento de las operaciones de presencia, vigilancia y disuasión de los espacios marítimos de soberanía, responsabilidad e interés nacional. Se encuentra bajo el mando del Almirante de Acción Marítima (ALMART) y tiene sede en Cartagena.
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