El ministro justifica la clausura porque "salvo los simios" todos hablan español

Margallo defiende ante la Comisión de Exteriores que el instituto está en "territorio nacional"

De izquierda a derecha, Landaluce, García-Margallo y Duran i Lleida, en la Comisión de Exteriores ayer.
De izquierda a derecha, Landaluce, García-Margallo y Duran i Lleida, en la Comisión de Exteriores ayer.
Europa Press Madrid

12 de febrero 2015 - 01:00

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, confirmó ayer que quiere cerrar la sede que el Instituto Cervantes tiene en Gibraltar puesto que, según expresó, el Peñón es "territorio nacional" y además allí "salvo los simios, todos hablan español".

El jefe de la Diplomacia Española lo afirmó durante su comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Congreso para explicarse en respuesta a la pregunta que, sobre este asunto, le planteó la portavoz socialista y exministra del ramo, Trinidad Jiménez, curiosamente la que paralizó el Foro Tripartito.

El ministro explicó que lo que baraja su departamento es cerrar la sede gibraltareña del Cervantes y abrir una en Singapur a cambio de que este país abra embajada en España. Margallo justificó este plan alegando que la labor del Cervantes es la enseñanza del español en el extranjero y que, dado que España considera Gibraltar "territorio nacional" carece de sentido mantenerla abierta.

"Tener un Cervantes allí es una contradicción en términos", dijo, antes de hacer hincapié en que, en la colonia británica, "salvo los simios todos hablan español".

En la misma comparecencia, el titular de Asuntos Exteriores denunció que "tiene mandangas" que el embajador británico en Madrid, Simon Manley, haya afirmado que Gibraltar no es una colonia cuando, a su juicio, "es una colonia como la copa de un pino". Y es así, recordó, porque fue Reino Unido el que en 1945 incluyó Gibraltar en la lista de territorios sujetos a descolonización, "aprovechando que España estaba como estaba". "Ahora lo que ellos hicieron no les gusta, bueno pues es una colonia como la copa de un pino y tiene un proceso de descolonización que la ONU ha dicho que es la integridad territorial y la restitución a la soberanía española", enfatizó el ministro.

Por eso, dejó claro que como ha hecho siempre y seguirá haciendo ahora que tiene un asiento en el Consejo de Seguridad, España va a exigir que "se cumplan las resoluciones de la ONU que llaman a la partes y sólo a las dos partes (Reino Unido y Gibraltar) a terminar con ese conflicto colonial".

Además, insistió en que España quiere que se cumpla la legalidad de la Unión Europea y que se ponga fin a la "situación completamente artificial" de Gibraltar. En este punto, recordó que el Peñón es "la cuarta economía de mundo en términos de renta per cápita" pese a ser un territorio de 6,5 kilómetros cuadrados, con 26.000 ciudadanos y sin ningún recurso natural".

Durante la comparecencia del ministro, el portavoz del PNV, Aitor Esteban aprovechó para expresar su "preocupación" por las "presiones" que, a su juicio, realizó Margallo para impedir que el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ofreciera una conferencia recientemente en Madrid, en el marco de Nueva Economía Forum, que luego anuló la cita.

El jefe de la Diplomacia española se defendió negando la mayor. "No boicoteé ni presioné porque no se puede, porque en España hay libertad de expresión y de información y las instituciones privadas pueden hacer lo que estimen conveniente", subrayó, admitiendo, eso sí, que lo que hizo fue avisar de que no le parecía "lo más útil" para las relaciones con Gibraltar "que un embajador británico en Madrid" presentase a Picardo.

Además, replicó al portavoz del PNV que "ningún español que sea español acepta el título de ministro principal de Picardo" y lamentó que en este tema los españoles no tengan "la misma unanimidad" de la que disfrutan los británicos. "Por desgracia aquí no es así, pero es lo que nos ha tocado vivir", se quejó.

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