35 minutos de interminable espera

Un veraneante sufrió un infarto en la playa el domingo pasado y fue atendido por cuatro sanitarios que, casualmente, se encontraban en la zona La ambulancia tardó más de media hora en llegar

Foto de archivo de 2009 en la que un vecino sujeta una pancarta tras una protesta.
Julia Alarcón Cádiz

28 de julio 2015 - 05:01

Cuando descuelgo el teléfono encuentro al otro lado de la línea a un hombre tremendamente nervioso. Las palabras se atropellan en su boca. Apenas si le da tiempo a respirar. Quiere denunciar la dramática situación que vivió este fin de semana, cuando -dice- casi pierde a su padre, de 63 años, tras sufrir un infarto en una playa de Zahara de los Atunes la tarde del domingo..."Allí no había nadie para atenderle", es la única frase que alcanzo a entender.

Le pido que se calme y que me cuente despacio, más calmado, lo sucedido. Entonces toma aire y responde una a una a todas mis preguntas. A.J.E. es vecino de Sevilla y vino este fin de semana a Cádiz, concretamente a Zahara de los Atunes, para reencontrarse con su padre, que suele veranear en esta pedanía gaditana. A eso de las ocho y media de la tarde del domingo, el hombre sufrió un infarto, "una muerte súbita, y en la playa no había socorristas, ni el puesto de la Cruz Roja estaba abierto, ni la unidad móvil estaba disponible...", enumera con cierto desasosiego el hijo.

En ese instante llamó a Emergencias. Se desplazó hasta el Hotel Atlanterra para pedir auxilio. Otros bañistas de la zona, al ver lo que estaba sucediendo, también cogieron sus teléfonos móviles para realizar las llamadas oportunas y alertar a los servicios sanitarios. Dice A.J.E. que "la ambulancia tardó más de 35 minutos en llegar".

En esos instantes de nerviosismo y descontrol absoluto, una varita mágica, un golpe de suerte o los azares del destino llamaron a la puerta de esta familia. Un médico, un anestesistas y dos ATS se encontraban en ese preciso momento en la playa "donde mi padre estaba perdiendo la vida". Los cuatros profesionales sanitarios no dudaron en atender al infartado, al que practicaron la reanimación cardio-respiratoria "durante la media hora larga que esperamos a la ambulancia".

A.J.E no sabe muy bien cómo ni de dónde, pero en esos minutos de interminable espera, "apareció un desfibrilador, imagino que lo trajo alguien del hotel", aparato que los 'médicos accidentales' usaron para asistir a su padre.

A continuación, el hombre fue trasladado en ambulancia al Hospital Universitario de Puerto Real, donde fue operado ayer por la mañana. Su diagnóstico, al cierre de esta edición, era estable.

Mucho más tranquilo que cuando descolgó el teléfono para narrar este terrible capítulo, A.J.E. sigue sincerándose: "Hay que buscar una solución a este problema que arrastra Zahara de los Atunes en materia sanitaria, una lacra que, además, viene de largo".

El presidente de la Entidad Local Autónoma (ELA) de Zahara de los Atunes, Agustín Conejo, ha tenido constancia de este percance a través de este medio. "Ya pasó lo mismo hace unas tres semanas", se lamenta. "Una persona sufrió un infarto mientras desayunaba en una cafetería de la pedanía y la ambulancia tardó hora y media en llegar", exclama. Conejo detalla que el médico y el ATS del centro de salud acudieron al establecimiento en 10 minutos; a los 35 minutos apareció una ambulancia sin soportes básicos (sólo apta para transporte); "y no fue hasta la hora y media que no apareció la ambulancia del Samur", critica.

El presidente de la ELA tacha la situación que vive la pedanía de "tercermundista". "Es vergonzoso que durante el periodo estival, cuando la población de Zahara supera los 50.000 habitantes, contemos con tan pocos medios sanitarios, siendo esto el motor económico y la fuente de creación de empleo de la zona".

Así las cosas, Conejo asegura que van a seguir adelante con las manifestaciones y protestas "hasta conseguir un médico 24 horas y una ambulancia los 365 días del año".

El alcalde pedáneo critica las declaraciones ofrecidas por el consejero de Salud de la Junta, Aquilino Alonso, quien dijo que en el pueblo se estaba generando "una alarma" injustificada y que la gente que veranea en Zahara de los Atunes "son personas con buen estado de salud que acuden a los centros sanitarios en ocasiones puntuales"

Conejo asegura que va a llevar su denuncia a los tribunales. "Llegaremos hasta donde haga falta, cueste lo que cueste".

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