La muerte de una joven en Cádiz tras confundir un derrame cerebral con una otitis acaba en los tribunales

Sucesos

La demanda recoge que la paciente falleció finalmente en la UCI del Puerta del Mar tras los primeros diagnósticos erróneos en el Clínico de Puerto Real que retrasaron la activación del código ictus

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Hospital Universitario Puerto Real
Hospital Universitario Puerto Real / Julio González
V. L.

30 de marzo 2023 - 11:44

Una joven de 18 años falleció el 20 de septiembre en la UCI del Hospital Puerta del Mar tras un primer diagnóstico de "otitis" en el Hospital Clínico de Puerto Real, que los facultativos confundieron con "un derrame cerebral", derivándole incluso el alta que no fue aceptada por sus padres.

Según ha denunciado el Bufete de Abogados Ortiz que lleva el caso, los hechos se remontan a las 06.21 horas del 18 de septiembre, cuando la joven de 18 años acudió en compañía de sus padres al Servicio de Urgencias del Centro de Especialidades La Longuera, en Chiclana, "por presentar los síntomas de vértigo y pérdida de conocimiento con relajación de esfínteres, con incapacidad para andar y respuesta verbal anormal y otalgia derecha, dolor que se reflejaba en la mandíbula, que presentó en casa aquella misma madrugada", reza en el comunicado.

La exploración no resultó ser positiva, sino que además de la sintomatología expuesta presentó dificultad para levantar y mantener el brazo izquierdo, motivo por el cual le elaboran informe y la derivan inmediatamente al Hospital Clínico de Puerto Real con motivo de completar la exploración y descartar otras posibles patologías.

Ya en el Hospital de Puerto Real fue atendida a las 6:56 horas “por vértigo y otalgia derecha por dos facultativas del Servicio de Urgencias de dicho centro hospitalario que

aparentemente no tenían mucha experiencia", continúa el texto emitido por el bufete.

A su llegada allí "es acomodada en una silla de ruedas en la que se vuelve a orinar, le realizan una extracción de sangre para su análisis y solicitan recogida de muestra de orina la cual nunca llegó a realizarse, siendo trasladada seguidamente a una camilla de la sala de vulnerables (sin monitorizar) en la que se orina nuevamente".

Al ser explorada por los médicos de urgencias le volvieron a dar "un diagnóstico de otitis, puesto que presentaba rojez en el oído derecho y le prescriben tratamiento para la cefalea y para los síntomas de supuesto vértigo que presentaba".

Seguidamente y a pesar de que la madre pusiera de manifiesto al facultativo de urgencias que le atendió el estado en el que se encontraba su hija, "le dan el alta con el juicio clínico de otitis externa tras descartar signos o síntomas de alarma y le prescriben tratamiento para iniciar en casa, de gotas para el oído y tratamiento oral para tratar los síntomas de vértigo".

Pero sus padres no se quedaron conformes, dada la situación de su hija "con convulsiones clónicas, bajo nivel de conciencia, rigidez en MMII, sudoración profusa y sin ser capaz de mantenerse en pie", ante lo que deciden permanecer en urgencias.

Se solicitó entonces "una interconsulta a radiología que no consideró necesario realizar TAC craneal". Fue valorada por ORL sin que se encontrasen alteraciones en la otoscopia por lo que la paciente fue derivada de nuevo al Servicio de Urgencias Hospitalario para ampliar su estudio y descartar así patología central.

Evaluada de nuevo, "se anotó que presentaba cefaleas de tres días en región temporal derecha y otalgia, además de una pérdida de conocimiento con relajación de esfínteres y que había tenido una crisis parcial y deterioro progresivo de nivel de conciencia durante su estancia en urgencias".

El tercer diagnóstico: Derrame cerebral

Fue el nuevo facultativo de la guardia tras el relevo que después de la recepción de toda la información "y una valoración rápida, considera que la joven no sufría escalofríos, sino que se trataba de convulsiones y, tras la presión ejercida por un familiar de la paciente que era sanitaria, decide finalmente trasladarla al Servicio de Radiología donde le realizan un TAC craneal sin contraste y, posteriormente, con contraste" que es definitivo. El diagnóstico es "trombosis con derrame cerebral con estado muy grave".

En concreto, el informe médico señaló "trombosis de senos venosos durales con la extensión y las características referidas, que presente edema vasogénico difuso y/o áreas de infartos venosos del hemisferio cerebral derecho, con colapso parcial del ventrículo lateral ipsilateral y deviación de la línea media. Pequeño foco de hemorragia subaracnoidea temporal derecho”.

Ante la confirmación del estado crítico en el que se encontraba, se le administra un tratamiento anticonvulsivo y se lleva a cabo el protocolo de traslado a la Unidad de Cuidados Intensivos (U.C.I.) del Hospital Puerta del Mar y se informa al neurocirujano de guardia de dicho traslado, tras lo que "la familia es informada de la situación crítica de la paciente."

Tras su traslado e ingreso en la UCI fue sometida a una intervención de cirugía urgente (craniectomía descompresiva derecha urgente por hipertensión intracraneal) al no responder favorablemente a los tratamientos.

La evolución posterior a la intervención quirúrgica fue desfavorable, presentando un empeoramiento muy grave en las horas siguientes y, finalmente, el 20 de septiembre fallece en la UCI del Hospital Puerta del Mar de Cádiz.

La dirección letrada ha sido asumida por José Luis Ortiz Miranda y su equipo jurídico.

Desde el SAS confirman que se ha presentado la reclamación patrimonial en el hospital de Puerto Real este mismo jueves y que los hospitales están analizando el caso. Desde el SAS lamentan el fallecimiento de la joven y se ponen a disposición de la familia.

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