¿Ha muerto de éxito el turismo gastronómico en Sanlúcar?
Turismo
La localidad de la Costa Noroeste, uno de los destinos preferidos por sus amplias y económicas posibilidades culinarias, registra este verano un menor número de visitantes
Los hosteleros de la ciudad niegan que hayan vendido menos aunque admiten que en julio ha habido mucha menos gente con respecto a otros años
Sanlúcar celebrará durante toda la semana el Día del Turismo
La hostelería es el agua de la que bebe Sanlúcar de Barrameda. Es evidente que la localidad es mucho más que eso: sus playas, su centro histórico, sus calles, sus parajes, sus espacios verdes y un largo etcétera. Sin embargo, no se puede negar que la progresión y expansión del municipio como uno de los destinos favoritos de andaluces, españoles y extranjeros con la llegada del buen tiempo va de la mano de una hostelería que ofrece un servicio esplendido, con una experiencia única y una economía para todo tipo de bolsillos.
El debate comienza cuando la expansión del turismo se convierte en masificación, desagradable para el sanluqueño e incómoda para el visitante, que ve como encontrar una mesa en las típicas tabernas de la Plaza del Cabildo o en los más selectos restaurantes de Bajo de Guía se antoja misión imposible. En el foco, el gobierno de Sanlúcar se divide por la concepción de este turismo gastrónomico que da indicios de haber muerto de éxito, pues este verano se han podido observar un descenso significativo en el trasiego de gente en las calles de Sanlúcar, algo que ha sorprendido hasta a los propios sanluqueños. Un arma de doble filo, pues si bien se puede disfrutar de una experiencia más relajada en la localidad, cabe recordar que el turismo es capital para la joya de la Costa Noroeste gaditana.
Sin embargo, los hosteleros niegan que haya habido un descenso de personas en los veladores de sus establecimiento, asegurando que continúan con un ritmo frenético que se incrementa conforme va avanzando el verano. El dueño de uno de los establecimientos más afamados de la Plaza del Cabildo en Sanlúcar valora con "un 9" la temporada veraniega en cuánto a hostelería se refiere. "Ha sido un buen verano", insiste, coincidiendo con la opinión del encargado de otro célebre restaurante sanluqueño, si bien admite que "el mes de julio ha sido flojito con respecto al anterior". Sanlúcar está acostumbrada a empezar los veranos con demasiada prontitud, un tráfico de visitantes que con los primeros rayos de sol ya van inudando las calles de la ciudad. Sin embargo, esta temporada el verano se ha retrasado: "Ha empezado a entrar mucha gente a partir de la tercera semana de julio. Yo he visto menos gente en la calle, julio ha estado muy flojito", comenta la dueña de un conocido centrico bar de copas.
Pese al consenso de que ha habido menos gente en Sanlúcar durante este verano, "incluso en la playa", con respecto a otros años, los hosteleros afirman que el ritmo de ventas ha sido igual o superior durante la temporada alta. "Yo he vendido más que nunca", afirma otro hostelero. También cabe destacar que el impulso que las carreras de caballos dan a la ciudad sigue siendo una baza con la que los hosteleros cuentan todos los años y que crece de forma exponencial. Divididas en dos ciclos, a mitad y a final de agosto, estas fiestas proporcionan a la ciudad un volumen de visitantes que abarrotan las calles pues, más allá de las propias carreras, y crean en Sanlúcar un ambiente festivo en torno a la Playa de las Piletas y, por ende, en el Barrio Bajo sanluqueño.
Incluso en el propio seno del gobierno local, con la coalición entre la Izquierda Unida de la alcaldesa, Carmen Álvarez, y el PSOE del ex-alcalde Víctor Mora ha surgido el debate de la concepción que se tiene sobre el turismo. Mora siempre ha apostado por este turismo gastronómico que, todo sea dicho, está demostrado que es un éxito para Sanlúcar. Mientras, la alcaldesa cree que este modelo no es sostenible y está sobreexplotado, denominando a la Plaza del Cabildo como un "gran comedero". Pese a la polémica surgida por estas palabras, sacadas de contexto en alguna ocasión, un hostelero que regenta su establecimiento en la misma plaza no se siente ofendido de ninguna manera: "¿Daño por qué? Sanlúcar vive de la hostelería", sentencia. También los hay que discrepan y piensan que "sí nos hace un poco de daño. No todos somos iguales. Hay sitios en los que queremos ir innovando carta y productos de la tierra", afirma el dueño de un restaurante.
Precisamente es la sostenibilidad de este tipo de turismo lo que está en juego. ¿Seguir potenciando o buscar otras vías para no morir del éxito? Los hosteleros hablan de esta masificación y son tajantes: "A mi me encanta", "yo lo veo sostenible", "a mi me parece bien"; son algunas de las opiniones de los protagonistas de que Sanlúcar atraiga tanto visitante culinario. "Cada vez se están abriendo más restaurantes y bares de copas para diversificar la oferta", afirman. El equilibrio entre seguir potenciando o no este tipo de turismo tiene que ir de la mano de una ampliación de la oferta y, sobretodo, la deslocalización de este tipo de bares. "Lo que se llena es la Plaza del Cabildo, fuera hay cuatro gatos", apunta un hostelero en lo que puede ser la clave para sostener la masificación y atraer de nuevo a los visitantes que han provocado un descenso de la población estacional en el mes de julio. El Cabildo y Bajo de Guía son dos pequeños espacios en los que se concentra el 95% de la gente en una ciudad amplia, y con ríncones con encanto y posibilidades.
Precisamente son las grandes posibilidades de esta ciudad las que abren la veda en cuanto a la desestacionalización del turismo, una empresa en la que las administraciones vuelcan gran parte de su trabajo, si bien la ciudad ha avanzado en este sentido. De hecho, un hostelero afirma que "este septiembre estamos teniendo mesas casi igual que en verano". Queda mucho por hacer para conseguirlo, aunque se nota el esfuerzo de todos al respecto y "todos los fines de semana del año viene gente". "Poco a poco se va abriendo", afirman esperanzados los hosteleros. Sanlúcar sigue aguantando el ritmo turístico agotador que se lleva años potenciando y ahora, con menos gente en sus calles, se abre más que nunca el debate sobre si el tremendo éxito está rompiendo la burbuja de la sostenibilidad. Los hosteleros lo ven lejos pero, por si acaso, urge cuidar y presevar el hogar de los sanluqueños.
Las noches de verano siguen buscando su sitio
Si el propio turismo puede resultar incomodo para los sanluqueños en los meses de verano por la masificación concentrada, las noches resultan un problema aún más evidente al juntarse la fiesta de los visitantes, y sanluqueños, con el descanso de los vecinos. La normativa permite abrir hasta las 02:00 horas, provocando la rogativa del sector hostelero de los bares de copas a la flexibilización. Eso sí, los propios hosteleros comprenden y conviven en paz con los vecinos pero, ¿dónde metemos a cientos de personas a las dos de la mañana?
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