La mujer detenida trabajaba también en la inmobiliaria

La detención de los funcionarios desató reacciones de sorpresa y decepción entre sus compañeros

A.r/M.ll. / San Fernando

03 de abril 2009 - 01:00

¿Desde cuándo y cuánto? Eran las preguntas que ayer se realizaban compañeros de trabajo, políticos, policías y ciudadanos de a pie. Los 468.000 euros desaparecidos sólo corresponden al primer trimestre del año. Si realmente hay malversación, ¿cuál es el alcance real de las irregularidades cometidas?. Nadie lo sabe de momento. E incluso el alcalde de San Fernando, Manuel de Bernardo, apeló a la "prudencia" para confiar en los resultados que depare una investigación que promete ser intensa y minuciosa.

Pero ayer todo el mundo especulaba sobre el único tema de conversación que había en La Isla. Los dos veteranos funcionarios detenidos son muy conocidos por su larga trayectoria en el Ayuntamiento. Ambos gozaban además de la plena confianza de sus compañeros y superiores. Por eso, la noticia ha sentado como un jarro de agua fría entre la plantilla municipal, que ayer vivió entre la decepción y la sorpresa una difícil jornada laboral. Fue realmente un día muy duro para el Ayuntamiento y sus trabajadores.

Los responsables de la Caja, según testimonios de varios de sus colegas, eran reconocidos por su eficacia en el desempeño de sus tareas. Él, casado y padre de tres hijos, daba también clases de yoga, relajación y control mental. Destacaba por su templanza y dominio de las situaciones adversas. Además era propietario de una inmobiliaria en la calle San Marcos.

Ella, separada y madre de una adolescente, llevaba años siendo su compañera en el Ayuntamiento. Además, había trabajado con él en la inmobiliaria hasta hace pocos meses.

Cada tarde, tras la jornada laboral en el Ayuntamiento, el detenido visitaba su negocio inmobiliario. Según vecinos de la zona, llegaba en un Mercedes de alta gama que había adquirido hace unos seis meses. En la empresa, tenía contratada a una empleada, que ayer se enteró por este periódico de la detención de su jefe. Nadie se lo había notificado. Por la tarde, la inmobiliaria permaneció cerrada.

Fuentes de la investigación advirtieron con sorpresa de la serenidad y frialdad con la que ambos funcionarios soportaron la presión de la detención y de los posteriores interrogatorios policiales. El que mayor entereza mostró fue Clemente Ruiz, que incluso en un primer momento declinó prestar declaración.

Ayer, los dos implicados pasaron su segunda noche en los calabozos de la Comisaría y hoy se espera que pasen ya a disposición judicial.

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