Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
defensa
Cádiz/"La Armada neutraliza un proyectil de artillería en la playa de Camposoto", "Otros cuatro proyectiles neutralizados en Camposoto"; "Neutralizan un proyectil arrastrado por un pesquero en el puerto de Bonanza". Estos son algunos de los titulares que el último mes han aparecido en este medio, unas noticias que tienen detrás el trabajo de la Unidad de Buceo de Cádiz (UNBUDIZ) de la Armada, con sede en la Base de Puntales, y que cuenta con personal especialista en desactivación de explosivos.
La Armada tiene la competencia exclusiva en este tipo de tareas de desactivados en el ámbito marítimo y litoral y estas unidades -que además realizan otros tipos de trabajos- son las únicas capaces para realizarlas. La de Cádiz, al mando del comandante capitán de corbeta José María Soriano Ascaso, la forman un equipo de 26 personas, de los cuales tres son desactivadores y hay un cuarto más que está finalizando el curso y se incorporará en el próximo mes de mayo.
La razón de esta cantidad de actuaciones "no es otra que el temporal que ha afectado a las costas de Cádiz durante el invierno, llevándose gran cantidad de arena en muchas playas", explican desde la propia Unidad de Buceo gaditana. "Estos hechos han propiciado dejar al descubierto municiones en playas como la de Camposoto", apuntan.
Las cifras del año pasado pueden dar una idea de esta tendencia al alza debido al mal tiempo. Durante el pasado año, la Unidad de Buceo de Cádiz intervino en un total de 14 intervenciones, con 45 artefactos entre todas ellas, mientras que este año llevan 7 con 9 artefactos. "Aun no habiendo llegado a las cifras del 2017, sí es cierto que han ocurrido en un corto periodo de tiempo", confirman estos especialistas.
Sin duda, la playa isleña es uno de los lugares donde más actuaciones se realizan pero también en 2017 -su zona de actuación es todo el litoral andaluz- se realizaron actuaciones en Vejer, Navantia, La Línea o este mismo mes en Sanlúcar.
Los buceadores de la Armada señalan que la mayoría de estas municiones, al haber estado afectadas por ambientes salinos durante varios años, se encuentran en un estado que las hace difícil de reconocer visualmente. Por ello, normalmente el primer paso es su limpieza exterior con una pequeña cantidad de explosivo, para así reconocerla y acometer la neutralización de manera correcta en función del proyectil que se trate. "El grado de dificultad suele ser similar, ya que nuestros desactivadores siempre se colocan con la hipótesis más peligrosa, tomando todas las precauciones", manifiestan.
Y si localiza uno, lo primero que advierten es que no se manipule. "No importan los años que hayan pasado, en la mayoría de nuestras intervenciones el alto explosivo que contienen en su interior se encuentra intacto, con lo que es necesario tomar precauciones. Lo siguiente es avisar a las autoridades que iniciarán el procedimiento para retirar y/o neutralizar el artefacto". En poco tiempo la UNBUDIZ estará en la zona con todo el dispositivo necesario para actuar. Las Unidades de Buceo de la Armada cuentan con personal especialista en desactivación de artefactos explosivos submarinos (EOD) y buceadores con especialización en técnicas de inutilización de minas.
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