Los narcos, a sus anchas en Cádiz tras la avería de la última patrullera de la Guardia Civil
El Servicio Marítimo se queda sin embarcaciones tras la embestida sufrida por la ‘Río Irati’
Muere el ocupante de una narcolancha en un operativo antidroga en el Guadalquivir
El Servicio Marítimo de la Guardia Civil se ha quedado sin patrulleras después de la embestida contra la Río Irati, la última de las que seguía manteniendo la vigilancia en el litoral gaditano. Esto quiere decir que el narcotráfico campa a sus anchas por los 260 kilómetros de litoral que tiene Cádiz, la provincia con más extensión costera de Andalucía. El último incidente en el Bajo Guadalquivir, en el que un presunto narco acabó perdiendo la vida y dos guardias resultaron heridos, abrió una vía de agua en la última de las patrulleras que prestaba servicio. Aunque los daños no han sido sólo estructurales por el fuerte impacto, sino que también han afectado al motor. Traducción:estará algún tiempo en el dique seco.
Agustín Leal, secretario de comunicación de Jucil, declaró ayer a este medio que actualmente puede decirse que “el Servicio Marítimo de la Guardia Civil no existe en Cádiz. Tenía solo la Irati y se ha quedado sin ella. No tiene embarcaciones ahora mismo. Es duro pero es la realidad”, dijo.
El déficit de embarcaciones es un mal endémico en todas las bases del Marítimo de Andalucía. “Nos vendieron que íbamos a tener las patrulleras más rápidas del mundo entero. Pero esas están muy bien para pasear a alta velocidad en un mar tranquilo, no para la labor que tienen que realizar, con mala mar, persecuciones a las narcolanchas y maniobras bruscas. Presentan fallos estructurales”, reconoce Agustín Leal.
Para Jucil, la situación a la que se está llegando con las potentes narcolanchas es insostenible en un Estado de derecho. “A las cinco o seis de la tarde las ves ahí esperando para petaquear, para recibir una descarga o para ir a recogerla. El principio de autoridad ha dejado de existir en esta zona, en el mar y en la costa. Desde que se eliminó el OCON-Sur el narco se ha disparado y la violencia está escalando cada vez más. Y nosotros luchamos con una mano atada a la espalda”, asegura Leal.
En el caso del incidente de este jueves, la narcolancha se echó contra la Río Irati. “La maniobra fue muy peligrosa y violenta, lo que pasa es que la Irati tiene una borda más grande, es más pesada que la que arrollaron el 9 de febrero en Barbate, es una embarcación de otro tipo, y la peor parte se la llevaron los narcos”, dice Leal, quien insiste en que “ni mucho menos lleva razón el ministro del Interior, que por cierto no quiere saber nada de nosotros, cuando dice que le estamos ganando la batalla al narco. Eso lo dijo en Algeciras la mañana del 9 de febrero y por la noche mataron a dos de mis compañeros”.
En cuanto al incidente con la Irati informa que los dos agentes heridos se están recuperando bien. “No revisten gravedad, pero el susto fue grande. Hablé con uno de ellos después de que lo llevaron al hospital. Una caída en el mar en una embarcación con un choque de ese tipo te puede matar también. El narco ha tenido la desgracia de que sus compañeros lo dejaron moribundo y no se pudo hacer nada por él, pero la Guardia Civil no lo obliga a traficar con drogas, que quede claro, ni a virar hacia la embarcación del Servicio Marítimo y golpearla a gran velocidad”.
Jucil considera que toda la provincia de Cádiz, una de las fronteras más calientes del planeta por el tráfico de drogas y personas, “está desamparada. A mí, cuando estuve en Barbate, me daba pena la gente. Esos días salí mucho en la televisión dando entrevistas y alguna señora me vino llorando. Me decía:aquí nadie hace nada. Te duele el corazón escuchar eso. ¿Para qué pagamos impuestos?”, se preguntaba Leal.
Según la asociación Jucil, actualmente hay un déficit de 17.000 guardias civiles en España. “Y esa cifra se va a duplicar en los próximos 4 ó 5 años, porque están pasando a la reserva muchos compañeros de las promociones que entramos a principios de los años 90, que éramos de 5.000 a 6.000. La tasa de reposición no llega a cubrir las bajas que se producen. Y otra cosa, la gente se está planteando pedir destino en el Servicio Marítimo de Andalucía porque no les compensa”, comenta.
Los guardias civiles aseguran que siempre van a estar dispuestos a jugarse la vida por hacer cumplir la ley, “si me tengo que jugar la vida, me la juego, pero al menos dadme las armas necesarias para combatir”.
Para terminar, Agustín Leal recordó que a lo largo de los últimos meses se ha hecho público que España ha enviado a Marruecos embarcaciones, visores nocturnos y vehículos para su Policía “valorados en millones de euros. Material que nosotros venimos reclamando. Para nosotros no hay pero sí para dárselas al vecino. Es indignante”, concluyó.
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