Una decena de obras en Cádiz pendiente del fin de las restricciones a los cruceristas
El comité de empresa destaca que 2020 ha sido un buen año para el empleo pese al Covid-19
El astillero de Navantia Cádiz tiene entre “ocho y diez” reformas de cruceros pendientes de confirmación a la espera de que se levanten las restricciones por la pandemia de coronavirus, según el presidente de su comité de empresa, José Gallardo. “Estamos pendientes de que el mercado termine de abrir, porque en el momento que lo haga, vamos a tener muchísimo trabajo”, indica Gallardo. “El problema está en que las empresas prevén volver a navegar en Semana Santa pero nadie tiene la certeza de que sea así. Y muchos barcos tienen ya caducadas las certificaciones de navegabilidad, que son como sus ITV”, explica el sindicalista. “Si esto arranca, nos podemos ver desbordados en marzo”, asegura.
En estos momentos hay dos cruceros amarrados en las instalaciones. Uno de ellos es el Carnival Fascination, al que el astillero está asistiendo simplemente en la reparación de sus botes salvavidas, y que ha sido vendido por su armador a una empresa coreana. El otro es el Carnival Victory, cuya reforma en el dique de Puerto Real fue aplazada por el estallido de la crisis sanitaria. El buque fue trasladado el pasado mes de noviembre a Cádiz ya que su presencia en la dársena de Puerto Real impedía el embarque de la plataforma fabricada para el parque eólico de Kincardine y la entrada del buque Juan Carlos I en su dique seco. No obstante, ya se han iniciado algunos trabajos preliminares y el propietario del crucero prevé retomar la obra en el primer trimestre de 2021.
José Gallardo coincide con la empresa en que 2020 ha sido “un buen año” en términos de horas de trabajo. “Quizás haya habido menos facturación, pero no andamos muy lejos de otros años en personal trabajando, descontando el mes de confinamiento en el que estuvimos cerrados. Desde entonces no hemos parado, con una media de 1.000 personas diarias de la industria auxiliar entrando en el astillero. Hay otros años en los que en verano hay poca gente y este año no ha sido el caso”, resalta.
El astillero prevé acometer el año que viene la sustitución de la compuerta del dique cuatro por una nueva que ha sido adjudicada a Meycagesal. Esta obra es clave ya que este dique es el de mayores dimensiones de la factoría y el único con capacidad para acoger a los cruceros de gran tamaño como los de la clase Oasis, de Royal Caribbean. Gallardo señala que esta obra supone prescindir del dique durante un mes, por lo que su ejecución se acompasará a los encargos del astillero. “Si tenemos trabajo, no vamos a echar barcos fuera porque tengamos que cambiar la puerta. No está en peligro inminente. Es una inversión necesaria pero no de seguridad. Se hará cuando el trabajo lo permita”, incide.
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