Navantia arranca el 'curso laboral' en la Bahía de Cádiz con dudas, certezas y demandas históricas
Mientras Cádiz afronta un nuevo año "a tope", La Isla sigue a la espera de la confirmación de fechas para sus encargos y Puerto Real reclama continuidad en la construcción naval
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Cádiz/El nuevo curso laboral arranca en los astilleros de la Bahía con asignaturas pendientes, como la negociación del convenio colectivo; reivindicaciones, como la recuperación plena de la construcción naval en Puerto Real frente a la eólica; y preocupaciones, como la escasa actividad que tienen los talleres en San Fernando, a pesar de los encargos previstos o pendientes de cerrarse. En Cádiz, a partir de mediados de septiembre estarán a pleno rendimiento con las reparaciones. Aunque no falta trabajo –o al menos se estiman largos años de intensa actividad–, los comités ponen el acento en los factores que pueden mejorar y que ampliarían las capacidades de Navantia, tanto por cuestiones de personal, como de infraestructuras, sin dejar de mirar a la industria auxiliar.
“Cádiz vive una época de esplendor”, reconoce José Antonio Bolaños, presidente del comité de empresa del astillero gaditano, que adelanta que en apenas dos semanas se iniciará un año de gran actividad, “estaremos a tope” con las reparaciones de cruceros, de las que son “centro de referencia mundial”. Por ejemplo, mientras que lo habitual es que los veranos se reduzca el trabajo, para el siguiente periodo estival tienen prevista la entrada del buque de la Armada española Juan Carlos I. Enlazarán, por tanto, una temporada de reparaciones con otra sin una rebaja de la actividad. “Decimos que vamos muy bien, pero con el planning de los últimos años es que vamos a mejor”, destaca. No es de extrañar que sea el único astillero público que da beneficios netos.
Por eso, defiende la necesidad de mejorar las infraestructuras de las instalaciones, “las grúas son arcaicas, insistimos en la importancia de construir un nuevo dique”, aunque sea una inversión importante, unos 400 o 500 millones si toman la estimación económica que el astillero de Ferrol tienen para el nuevo dique que demandan. Eso permitiría aumentar la carga de trabajo: ahora tienen problema de espacio y en algunas ocasiones tienen que recurrir a Puerto Real, cuando allí están en periodos de actividad más baja.
Cádiz, referente para la reparación de cruceros, vive una época de esplendor
Precisamente, desde la factoría vecina repiten su exigencia de recuperar la construcción naval como actividad principal frente a la línea de negocio de la eólica, que hace que las instalaciones puertorrealeñas no alcanzan su capacidad completa. El presidente del comité de empresa de Puerto Real, Arturo Martínez, aporta dos datos para hacer más gráfica esta situación. Por un lado, menciona que las dos jackets pequeñas que están construyendo, “a lo que se puede sumar alguna subestación”, es decir, las tareas provenientes de la eólica, supone en torno a un millón de horas al año “cuando Puerto Real tiene capacidad para 5 millones de horas”. “No cubre nada, nos dan de comer esto para callarnos”, abunda. Por otro lado, apunta que estos astilleros tienen una extensión de un millón de metros cuadrados “similar a las instalaciones de Ferrol”, “pero ellos son 1.800 trabajadores en plantilla y nosotros 460”.
Para el nuevo curso se espera un paso más en la construcción naval, porque tienen entre manos –heredado del plan estratégico anterior– el Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) y el primer FSS (el buque logístico) para la Royal Navy de los tres en los que participarán. Previsto para principios de 2025, se ha negociado empezar finalmente en junio. “Pero queremos continuidad de lo naval”, insiste el responsable sindical. “Se alimenta al astillero con carga de trabajo pero bajo mínimos, así llevamos años”, se queja. “Hace falta un compromiso para fomentar la construcción civil, realizar una acción comercial”, añade.
San Fernando espera que se materialice los encargos de Arabia, del hidrográfico y el BAM-IS
No es la preocupación que tiene Navantia San Fernando, donde esperan que se materialice los planes de seguir construyendo barcos para Arabia Saudí, que se pongan fechas para los encargos de la Armada: otro BAM-IS y un buque hidrográfico, “no terminan de llegar, están pendientes de firmar”, comenta Fernando Zazpe, presidente del comité de empresa de la antigua Bazán. “La realidad es que solo tenemos en marcha el trabajo para el patrullero marroquí y no tenemos información de que haya habido algún movimiento nuevo durante el mes de agosto”, expone sobre la actividad de los talleres.
En cuanto a ingeniería, el representante sindical advierte de que “están desbordados”. “No les da tiempo para cumplir los plazos tan exigentes”, que son la clave en un mercado tan competitivo. “Se tienen que poner a trabajar de manera inmediata, con los programas que ya existían, las obras nuevas, el mantenimiento, los diseño, y están desbordados”, detalla. “Y la carga de trabajo anunciada va a agravar esto”, añade. Sistemas sufre una situación similar, porque igualmente tienen falta de personal, señala Zazpe. “Se está produciendo fuga de talento, Navantia no tiene capacidad para retenerlos”, avisa.
Se trata de una cuestión económica, pero también de la falta de regulación en las condiciones de trabajo. “Hace falta definir turnos, salarios, promociones. No puede ser que para unos grupos concretos esté regulado por convenio y el resto de trabajadores, los titulados superiores, no lo tengan”, explica. A eso se une la necesidad de unos salarios dignos, acorde al trabajo que se desempeña, a la alta especialización que se exige. El presidente isleño abunda en que en una sección como Sistemas, un campo “altamente tecnológico”, “la empresa no tiene capacidad de retener porque los salarios no son buenos”.
La eólica marina supone un millón de horas de trabajo al año, cuando Puerto Real tiene capacidad para 5 millones
La negociación del convenio había acercado postura entre las partes, pero ante la falta de definición y de incluir los detalles, se optó por retomarla ahora, a partir de septiembre. “No podemos cerrar un convenio con flecos abiertos. El anterior se cerró así, con el compromiso de hacerlo después y desde 2018 apenas se ha cerrado nada”, deja claro el presidente del comité de los astilleros de La Carraca.
En San Fernando las incorporaciones para cubrir las vacantes de la plantilla se están produciendo, “pero los procesos son lentos, tienen que ser muy transparentes”. En Puerto Real estiman que hacen falta 200 trabajadores más solo para atender la eólica marina. Poco a poco también se realiza en Cádiz, “desde hace unos años han ido entrando 15, 20, 25 o 30 personas por año”. “Ahora en otoño la empresa ofrecerá las nuevas incorporaciones y abrirá el proceso”, apunta José Antonio Bolaños. Actualmente, en el astillero capitalino cuentan con una plantilla de 170 personas, pues su actividad se complementa con la industria auxiliar y sus entre 1.000 y 1.500 trabajadores, que con la carga de trabajo que se avecina aventura que no será suficiente, porque “en la Bahía cuadra la actividad de Dragados, del astillero de Puerto Real y lo que se espera para San Fernando”.
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