Navantia necesitará en la Bahía de Cádiz hasta 6.000 trabajadores del sector auxiliar en cinco años
Ricardo Domínguez destaca la necesidad de trabajadores bien formados
"Si a Navantia le va bien, a la economía de la Bahía le va bien", afirma el presidente de la compañía
El comité de Navantia Puerto Real propone dividir el astillero en una zona eólica y un área de construcción naval
Más de 6.000 soldadores, caldereros, tuberos, mecánicos, electricistas, habilitadores y pintores necesitará Navantia de la industria auxiliar en el próximo lustro para atender la ingente carga de trabajo que tiene prevista en las distintas secciones y servicios –construcción naval, reparaciones o eólica marítima– que ofrece la compañía en la Bahía de Cádiz. Según ha apuntado su presidente, Ricardo Domínguez, durante el V Desayuno Empresarial Innovador del Clúster Marítimo Naval de Cádiz, serían de media más de 1.000 trabajadores para superar los seis millares. Esa necesidad implica todo un desafío para la industria colaboradora: la de disponer de tanta mano de obra para cubrir todos estos proyectos. Pero también para las administraciones con competencia en formación. A ellas les hizo un llamamiento el dirigente de la empresa pública naval: "Si fallamos aquí, fallamos todos", ha advertido. Porque como mencionó: "Si a Navantia le va bien, a la economía de la Bahía le va bien".
En su visita al Navantia Training Centre (NTC) de San Fernando el pasado abril, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, llegó a garantizar la carga de trabajo para la próxima década en la factoría isleña. El presidente de Navantia ha hecho referencia durante su repaso por el escenario industrial que tiene por delante la empresa y su entorno colaborador a esos diez años de trabajo en construcción naval. De hecho ha aportado su traducción en horas de trabajo y en empleos. En concreto, las estimaciones son de 4 millones de horas de trabajo anuales, esto es 2.400 empleos al año durante los próximos 10 años. Puerto Real trabaja en el primer Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) para la Armada española y San Fernando centra su actividad en el patrullero de altura para Marruecos. Pero en el astillero de Matagorda se iniciará el año que viene su colaboración en la fabricación del primero de tres FSS (buque de apoyo logístico) para la flota auxiliar de la Marina británica. Y en San Fernando prevén la construcción de dos buques hidrográficos para la Armada Española. Además, en junio de 2023 el Consejo de Ministros aprobó la compra por parte de Defensa de dos BAM más para sustituir a unidades de la Armada y desde el comité isleño siempre se recuerda que se trata de un producto autóctono.
En su intervención en la cita organizada por el Clúster Marítimo Naval de Cádiz –en la que han estado presentes, además de su presidente, José Luis García-Zaragoza; la subdelegada del Gobierno central en Cádiz, Blanca Flores; la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz, Mercedes Colombo; el delegado del Estado para la Zona Franca de Cádiz, Fran González; las alcaldesas de San Fernando y Puerto Real, Patricia Cavada y Aurora Salvador; y los directores de Navantia en la Bahía de Cádiz, además de otras autoridades civiles y militares–, Domínguez ha hablado también del programa de mantenimiento de los destructores de la US NAVY en Rota, que aporta una media de 600 empleos al año, que con el aumento a 6 buques se incrementarán a 1.000 por año durante los próximos 6 años.
En el caso Navantia Seanergies, dedicada a las energías verdes y más concretamente a la eólica marina (que en la Bahía de Cádiz corresponde a Puerto Real), la previsión es que se generen 1.800 empleos anuales, con una prolongación de esta carga de trabajo para los próximos 8 años.
La necesidad de formación para tener mano de obra especializada
Reparaciones, la línea de negocio en la que está centrado el astillero de Cádiz capital, tiene reservas de diques hasta 2029, con un cálculo de 1.000 empleos por año. En el inicio del curso laboral en Navantia, el presidente de su comité de empresa, José Antonio Bolaños, explicaba que la carga de trabajo constante –"un trabajo de 365 días al año, 24 horas al día"– recaía en la industria auxiliar. Cádiz cuenta con una plantilla escasa de en torno a 170 trabajadores y las empresas colaboradoras contribuye con entre 1.000 y 1.500 trabajadores, por lo que una actividad continua simultánea en el tiempo con la carga de trabajo planteada para Puerto Real y San Fernando, pero también para otras empresas como Dragados, hace florecer las dudas. "¿Va a poder acometer la industria auxiliar todo ese trabajo? ¿Llegará?", se pregunta el responsable sindical sobre la disponibilidad de los especialistas de los gremios. "La bajada de actividad de los años 90 y hasta 2010 hizo que el empleo especializado bajara y mucha gente se dedicara a otros sectores. Ahora que vuelve a florecer todos, no sé si está preparada para ese aluvión", explica.
Reflexionaba sobre la falta de mano de obra especializada, con argumentos similares a los que hace unos días utilizaba el comité de empresa de Puerto Real en su demanda de construcción de barcos como línea principal de negocio para su astillero. Dejar de lado la construcción naval, expusieron, conlleva perder personal especializado, y eso a su vez va a afectar a la formación, que desaparecerá.
Precisamente, sobre la necesidad de formación para hacer frente a las obligaciones de personal derivadas de los proyectos previstos por Navantia ha hecho hincapié el presidente de Navantia durante el desayuno del Clúster Marítimo Naval. Domínguez avisó a las administraciones con competencia de su implicación en el éxito o el fracaso que pueden implicar un déficit de mano de obra especializada.
La importancia de Navantia, en cifras
Durante su intervención el presidente de Navantia ha ofrecido una serie de datos para afianzar la repercusión que tiene la compañía. Así las cuentas de 2022 confirman la importancia de los programas con las armadas internacionales. De hecho, según el dato que ha facilitado, en ese ejercicio exportó 727 millones de euros, lo que supone 57% de los ingresos de la empresa. Las unidades entregadas a 11 países en las dos últimas décadas tenían un valor de 11.000 millones de euros.
"Si a Navantia le va bien, a la economía de la Bahía le va bien", ha resaltado Domínguez, que se refería a la fuerza tractora de esta empresa pública. No en vano, sus estimaciones apuntan a que por cada euro facturado por la compañía se generan 1,01 euros de Productor Interior Bruto (PIB) en la economía española. En sus informes económicos sobre 2023, los datos apuntaban a que la compañía acaparaba el 18% del PIB industrial de la provincia de Cádiz, que se traducía en un 1,6% del PIB general gaditano.
Eso también tiene su reflejo en el exterior, en países en los que Navantia ha hecho negocio, caso de Australia o Arabia Saudí, donde algunas de las empresas colaboradoras de la compañía naval han conseguido implantarse.
Estas buenas cifras también tienen repercusión en el mercado laboral. Así por cada empleo directo de la compañía se crean 5 empleos entre industria auxiliar, directo e inducido. "Navantia es el principal empleador industrial en las provincias españolas donde opera, proporcionando empleos de alta calidad y sofisticación tecnológica", ha defendido Domínguez.
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