Galería del crimen | Capítulo 22
Por el honor de nuestra vecina
cádiz/Él es el hombre en el que todo el mundo pensó tras dar a conocer la Guardia Civil que había dado por cerrada la operación contra una trama que se lucraba falsificando prescripciones de prótesis y aparatos ortopédicos, la llamada 'Operación Venel'. Rafael Pereiro, director gerente de los hospitales de Puerta del Mar y Puerto Real, cuyo nombre figura entre los investigados por la Benemérita por ese caso de fraude a la Seguridad Social, se atribuyó ayer más bien parte del mérito. Nada más darse a conocer la nota oficial del Instituto Armado, aseguró a este periódico que la investigación se inició merced a una denuncia que él mismo hizo. "Yo soy el que denuncia", argumentó Pereiro, quien añadió que este presunto fraude era una cosa muy antigua y que tuvo lugar antes de que llegara él a la dirección del centro puertorrealeño.
"Yo no estaba cuando ocurrió esto -explicó en una valoración de urgencia-. Cuando yo llego a la dirección, a finales del año 2012, es cuando identificamos algunas situaciones erróneas, facturaciones extrañas e incluso alguna falsificación o manipulaciones en el departamento encargado de esos servicios de prótesis. A partir de ahí, damos cuenta a la Inspección de Servicios Sanitarios, que es la que inicia un expediente. Este duró muchos meses, y cuando se acabó ese trabajo es cuando se trasladó a Fiscalía".
Pereiro dijo ignorar qué le podría estar achacando la Guardia Civil en su investigación y supuso que estaba en esas diligencias porque forma parte del amplio grupo de personas que está en relación con el caso. "Tal vez mi firma esté en algún certificado final". Pero quiso dejar claro por su parte que aunque él había estado en todo ese proceso de investigación, nunca había acudido a declarar ante el juez. "En todo el proceso habrán salido, supongo, varias firmas. Si hay siete, estarán relacionados siete personas y si son diez, serán diez", explicó. "En todo caso, mi firma estaría al final y no en un volumen importante de casos".
También aseguró Pereiro que en cuanto se detectaron las posibles irregularidades, se apartó a los miembros del equipo administrativo encargado. "Se apartó a todo el mundo. Ya ninguno trabaja allí", afirmó, a la vez que insistía: "Yo soy el que identifica, el que ve que había algo raro allí, y esto no se limitaba a Cádiz, había ortopedias en Málaga, en Marbella, en Jerez. A partir de ahí se inicia un trabajo de inspección que fue arduo y complicado".
Rafael Pereiro no cree en absoluto que él tenga nada que ver con el presunto fraude, y por lo tanto no ve relación con su continuidad en el cargo de director gerente de los hospitales gaditano y puertorrealeño. "No, no, por esto no veo que tenga que dimitir, pero vamos, quién sabe, a lo mejor me voy, o a lo mejor me echan. Yo ya soy muy mayor -ironiza- y todo tiene su etapa. En serio, yo siempre me he dedicado a la gestión, no soy un político, y el problema es que todo esto se está politizando. La gestión no tiene nada que ver con esto".
Respecto a que este asunto, sumado a los cambios recientes habidos en la Consejería de Salud, pueda alterar el panorama de mandos en la provincia de Cádiz, Pereiro recordó que cada vez que se produce un cambio en la gerencia del SAS eso puede provocar una catarata de relevos en las diferentes provincias. "Cada vez que ha habido cambios de este tipo, yo sé que tengo que poner mi cargo a disposición del nuevo. Es evidente, todos los cambios tienen sus cambios consecutivos. Conclusión: claro que me pueden echar".
Pereiro quiso insistir, para finalizar, en que este caso trata de "cosas muy antiguas, que estamos hablando de algo que ocurrió hace cinco años, es decir, que corresponden a la anterior gerencia, y que ya no queda nadie de aquel equipo directivo". "Lo que pasa es que igual que en la sanidad hay listas de espera, por lo visto en la Justicia también las hay".
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