El juez ordena prisión para el hombre acusado de matar a su bebé en Arcos
El detenido realiza una declaración "llena de incongruencias" que obliga a pedir un informe psiquiátrico
Su pareja es dada de alta en el hospital y el menor es enterrado en el pueblo
Arcos/El Juzgado de Instrucción Número 3 de Arcos decretó este viernes el ingreso en prisión provisional y comunicada, en Puerto 2, del hombre acusado de matar a su bebé de ocho meses por asfixia y de agredir, también, a su mujer tras una paliza este jueves en Arcos. El fiscal personado en la causa pidió ante el juez penas por un delito de asesinato con agravante de parentesco y otro de maltrato en el ámbito de violencia de género contra su mujer.
Sobre la una y media de la tarde, Sonia, de 31 años, la madre del bebé fallecido y víctima de las agresiones, entraba en los Juzgados con un collarín en el cuello tras recibir el alta del hospital de Villamartín, para declarar ante el juez y ser examinada por un forense por las lesiones causadas por su agresor. Diez minutos después lo hacía Isidro Sánchez Apresa, de 44 años, acusado de haber matado a su bebé tapándole la boca con la mano para que dejara de llorar. El detenido entraba procedente de los calabozos de la Policía Local de Arcos, donde había pasado la noche.
Ante el juez, el individuo rehusó la defensa del letrado asignado por el turno de oficio argumentando que tenía sus mismos apellidos. Así que tuvo que asistirle otra abogada del turno de oficio, que estaba de guardia, en este caso Yolanda Mata. El acusado estuvo ante el juez unos diez minutos en una declaración inconexa y "llena de incongruencias", según ha podido saber este periódico. Según fuentes del caso, todo el rato el presunto parricida habló de "conspiraciones", de que era "el teléfono el que le mandaba órdenes" para acabar con el niño y de que estaban allí "los otros". Tanto es así, que el juez ha pedido una valoración psicológica del individuo en un psiquiátrico de Jerez para determinar su estado antes de su ingreso en prisión.
En este sentido, fuentes municipales aseguraron que la mayor parte del tiempo que el detenido permaneció en los calabozos lo hizo "gritando", "nervioso" y en estado de "conmoción".
Varias horas después de las declaraciones de los progenitores, los restos mortales del menor llamado Enmanuel llegaban hasta el tanatorio de Arcos para su funeral. Por la mañana se le practicaba la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Cádiz, que certificaba la muerte por asfixia. Familiares, vecinos y miembros de la Corporación municipal acudieron a las cinco y media de la tarde al responso que se celebró por el pequeño y se trasladaron hasta el cementerio de la localidad donde fue enterrado.
Sobre el inculpado no rezaba hasta ahora ninguna denuncia por malos tratos ni orden de alejamiento. Los Servicios Sociales prestaban ayuda a una familia "desestructurada", según el Consistorio, que aseguró que a la mujer se le retiró hace un tiempo una hija, que tiene 12 años.
La Fundación Cermi denunció tras este caso que las víctimas de violencia machista con discapacidad son "invisibles", en relación a la madre del bebé que padece una sordera. Por su parte, la consejera de Igualdad y Política Sociales de la Junta de Andalucía, María José Sánchez Rubio, dijo que los "problemas sociales" que enfrentaba la familia de Arcos "encubrían una situación de violencia de género", por lo que destacó la necesidad de trabajar con los servicios sociales comunitarios y sanitarios para detectar posibles casos, especialmente en situaciones de vulnerabilidad. Y el portavoz del Gobierno y ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, expresó la "más enérgica condena" del Gobierno por la muerte del niño y la agresión de su madre en Arcos.
El pueblo celebró una concentración de repulsa por los hechos del jueves y distintos colectivos pidieron un pacto estatal contra la violencia de género.
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