"El peligro está en los consumidores extremos, los que comen a base de carne"

Jamones cuelgan en uno de los pasillos de Montesierra.
Jamones cuelgan en uno de los pasillos de Montesierra.
Pilar Hernández Cádiz

01 de noviembre 2015 - 05:01

Ante el revuelo que se ha formado en los últimos días por la información lanzada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que señala a la carne roja y procesada como potencial causante de cáncer, el responsable de Nutrición del Hospital Puerta del Mar, Tomás Arencibia, asegura que esto "no es nada nuevo. Simplemente la OMS hizo un panel de expertos que elaboró un informe con todo lo que se sabía desde hace más de 25 años". Cree que la alarma puede haberse debido a que "ha cogido de sorpresa o no se ha sabido lanzar la información". Por eso, afirma que las recomendaciones respecto al consumo de carne "siguen siendo las mismas que antes de salir el informe".

Tomás Arencibia explica que lo importante es llevar una alimentación equilibrada, consumiendo carne roja y procesada de manera ocasional, como recoge la pirámide alimenticia, en la que estos alimentos están en la cúspide, es decir, que se recomienda su consumo una o dos veces por semana. "El peligro está en los consumidores extremos, en las personas que comen a base de estos alimentos. Cualquier exceso es malo, pero los niveles de ingesta recomendados son seguros, incorporándolos a una alimentación variada. Hay que comer de todo pero moderadamente, incluyendo fruta y verdura. Ningún alimento es malo en sí mismo, sino en la proporción en la que se consume", indica.

El responsable de Nutrición del hospital gaditano advierte de que no es conveniente eliminar la carne de la dieta porque tiene nutrientes que no poseen los vegetales. "Las proteínas de los animales son necesarias porque tienen vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales que no están en el reino vegetal o que se encuentran en una proporción inferior a lo recomendado". Por eso, apunta que hay que procurar que de las proteínas que se tomen cada día, la mitad sean de origen animal y la otra mitad vegetal.

Afirma que un hombre necesita cada jornada un gramo de proteína por cada kilo de peso "y no necesita más. Pero desgraciadamente, la población suele tomar de media un 50% más de las proteínas que necesita". Argumenta que las proteínas tienen una metabolización más compleja que la grasa y los hidratos de carbono, por lo que "cuando nuestro organismo ingiere mucha cantidad, la tiene que metabolizar y estamos esforzando a nuestro organismo".

Según Arencibia, el problema de las carnes procesadas es que llevan aditivos, que son necesarios para controlar el crecimiento de bacterias que pueden ser dañinas e incluso mortales para el hombre.

Declara que ahora, tanto la Agencia de Seguridad Alimentaria española como la europea harán comunicados para una buena interpretación de la información que relaciona el consumo de carne roja y procesada con el cáncer, y que se ha elaborado con más de 800 estudios que ya existían. "Los que trabajamos en nutrición ya conocíamos estos estudios y lo intentamos transmitir a la población. No ha cambiado nada, no hay nada nuevo y las recomendaciones son las mismas", insiste, aunque reconoce que la posibilidad de producir cáncer "está más claro en los productos procesados que en las carnes rojas".

Tomás Arencibia quiere lanzar un mensaje de tranquilidad a las personas que consumen moderadamente carne pero aprovecha la ocasión para advertir que, aunque hay que consumirla, "no se puede comer todos los días ni carne roja ni procesada".

stats