Pesadilla en un tren Barcelona-Cádiz: cuatro horas parados en un municipio de Ciudad Real y llegan en taxi más allá de las tres de la madrugada

Los usuarios tuvieron que coger un taxi en Córdoba en dirección a la provincia gaditana

La incidencia que provocó la odisea se produjo en Alcázar de San Juan a las 15.10 de la tarde, en plena ola de calor

Seis de cada diez trenes de Renfe llegan con retraso

Un tren de Renfe, estacionado en un andén / D.C.

Una nueva pesadilla más para los pasajeros del IntercityTorre del Oro que va de Barcelona a Cádiz, y viceversa. El pasado domingo 12 de agosto otra incidencia mostraba las dificultades por las que atraviesa esta línea, cuyo trayecto completo es de más de 13 horas. El tren que partió de Barcelona Sants a las 7.45 horas se detuvo por avería técnica de la unidad en Alcázar de San Juan, un municipio de Ciudad Real, a las 15.10 horas, según confirma la propia Renfe. Sin embargo, no hay más detalles acerca de las causas. El convoy no pudo seguir viajando. Desde la compañía estatal informan a este periódico que se envió un tren desde Madrid para transbordar a los viajeros hasta Córdoba. En días anteriores, este mismo servicio ya había acumulado retrasos, ninguno tan importante como este.

El viaje no se reanudó hasta las 19 horas, cuando llegó ese refuerzo desde la capital. En total, casi cuatro horas esperando un domingo de agosto en una población de Ciudad Real con una temperatura de unos 35 grados. Una vez en Córdoba, la propia Renfe facilitó taxis a los viajeros con destino Cádiz o estaciones intermedias. Los viajeros que habían comprado billete para este Intercity Torre del Oro desde Córdoba o desde Sevilla fueron reubicados en trenes AVE y Media Distancia. Estos no sufrieron retrasos, comunican desde la compañía. Los usuarios debieron estar en sus ciudades de destino de la provincia de Cádiz entre las 8 y 9 de la noche. Finalmente, llegaron a las tres de la madrugada.

Esto ha afectado también a la mañana de este lunes 12 de agosto. Al no haber disponibilidad de trenes Intercity Torre del Oro en Cádiz, ya que la unidad se tuvo que quedar en Alcázar de San Juan, los pasajeros han tenido que viajar en un Media Distancia hasta Sevilla. De esta forma, el tren que debía salir de la capital gaditana con destino Barcelona a las 7.35 horas, lo ha hecho a las 8.46 horas, una hora después.

"Había gente que no había comido en todo el día y había personas con problemas médicos"

El accidentado trayecto se acabó para muchos más allá de las tres de la madrugada. Antonio es uno de esos pasajeros que sufrió esta odisea en primera persona. En su caso, no estaba dentro cuando el tren se detuvo. No obstante, era de los que desesperaban en un andén "con información nula", sin saber cuándo iba a poder montarse. En su caso, en la estación de Linares-Baeza, en Jaén. "Yo tenía que coger el tren en Linares a las 17:03 minutos, pero al llegar a la estación nos dijeron que hasta las 19:03 no iba a llegar por una incidencia del tren en La Mancha. Volví a la estación antes de las 19:00 horas y ya nos dijeron que, hasta las 21:00 horas, nada. Tercer viaje a la estación, y al final el tren vino a las 21:43 de la noche", cuenta Antonio con indignación.

En esta historia, lo más complicado es lo que sufrieron algunos pasajeros. Antonio relata que hubo personas con problemas médicos, otras que no habían probado bocado en todo el día. A falta de comida disponible en los vagones, el personal de Renfe a bordo sí que facilitó botellas de agua. "El tren llegó a Córdoba y ahí se quedó. Nos dijeron que nos llevarían en autobuses hasta nuestros destinos finales", cuenta. Finalmente, ningún autocar apareció por la terminal cordobesa. La solución de Renfe fueron taxis hacia Jerez, El Puerto, San Fernando y Cádiz. "Tras esperar, nos llevaron en taxi desde Córdoba. En mi caso hasta el Puerto de Santa María, junto con otras tres personas". Antonio esperaba estar en esta localidad gaditana a las 20.51 horas, lo hizo a las 3.07 de la madrugada. Después, una vez allí, nuevo dilema: no había taxis para ir a casa o al hotel. En su caso, necesitaba ir a Costa Ballena. Finalmente, consiguió entrar por la puerta tras la que le esperaba una cama a las 4 de la madrugada.

Sobre todo, uno de los aspectos que más le frustra de esta historia es "la falta de empatía" del personal de ventanilla que le atendió en Linares. Antonio se queja de que no se les concedían los datos suficientes para saber si debían quedarse allí o volver a sus domicilios hasta nueva orden. "No me fui en coche privado para evitarme el tráfico del verano y los atascos, y al final, mira...", sentencia con frustración. Una de las cosas que asegura no comprender es porque no se cuida más la línea entre Barcelona y Cádiz, ya que asevera que es habitual que tenga demoras. Aunque, matiza, "como ayer nunca". Entre otras cosas, añade, porque "la factura" por pagar taxis a más de 100 pasajeros es alta. "El taxista nos dijo que un Córdoba-Cádiz son más de 400 euros".

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