El petrolero 'Monte Ulía', fabricado en Navantia Puerto Real, se hace a la mar por primera vez
Astilleros
El buque realizará pruebas de navegación antes de ser entregado al armador a finales de mes
El Monte Ulía, el cuarto y último petrolero fabricado en Navantia Puerto Real para el armador Ibaizábal, se ha hecho a la mar este sábado por primera vez. El buque realizará pruebas de navegación durante la próxima semana con la previsión de que sea entregado a finales de este mes de junio, según ha podido saber este periódico.
El petrolero permanecía amarrado en la factoría de Puerto Real desde su puesta a flote el pasado mes de marzo. Al igual que sus hermanos de serie, este buque es tipo Suezmax, apurando la capacidad máxima para navegar por el Canal de Suez.
En su construcción se han empleado 20.144 toneladas de acero. Mide 274 metros de eslora, 48 de manga, y 23,7 de puntal. Su capacidad de carga asciende a 175.000 metros cúbicos de petróleo divididos en tres segregaciones diferentes entre doce tanques de carga y dos slops.
La construcción de cada barco ha supuesto más de 725.000 horas de trabajo, que traducido a empleo alcanza una media de más de 2.000 personas, entre directo e indirecto. El primero de los petroleros, el Monte Udala, fue entregado en marzo del año pasado.
Apenas cuatro meses después, llegó el Monte UrbasaMonte Urbasa, fabricado en sólo nueve meses. En enero de 2019 fue el turno del Monte Urquiola, que precedió al Monte Ulía. Estos dos últimos barcos se integrarán en la flota de la petrolera francesa Total, después de que los contratara al Grupo Ibaizábal, según informó en su día Navantia.
Por el camino se quedó la aspiración de que la factoría gaditana fabricara un quinto petrolero. Ibaizábal decidió desistir ante las diferencias del precio entre el precio que estaba dispuesto a pagar y las exigencias de la empresa naval. Además, tampoco había interés en el sector petrolífero por recibir un nuevo buque.
La pérdida de este quinto petrolero sumió en la inquietud a la plantilla puertorrealeña, que decidió movilizarse para exigir más carga de trabajo, con medidas como una huelga de 24 de horas o un encierro del comité de empresa en el edificio de dirección.
Diversificación
La situación se ha paliado en los últimos meses con la llegada de nuevos contratos ajenos a la construcción naval. En abril comenzó la construcción de veinte soportes para un parque eólico marino en Escocia. Este contrato generará 250 puestos de trabajo durante un año, según las previsiones de la compañía. Implica 382.000 horas de trabajo para montadores, soldadores, electricistas y servicios auxiliares.
Además, en el mes de agosto comenzará la construcción de una subestación de alta tensión para el contratista noruego Aibel, que se instalará en el campo petrolífero Johan Sverdrup, en aguas territoriales de Noruega en el mar del Norte.
El módulo, de unas 4.000 toneladas, implica medio millón de horas de trabajo, ocupando al menos a 350 personas. La ejecución del proyecto se extenderá por un periodo de entre 17 y 25 meses.
Puerto Real también fabricará por primera vez una estructura flotante para un parque de energía eólica marina que estará destinada al parque Kincardine de Reino Unido. El encargo forma parte del contrato que Cobra Wind International, filial de ACS, adjudicó a Navantia el pasado mes de enero para construir cinco estructuras similares.
La empresa naval planteó inicialmente que fuera asumido por el astillero de Fene, pero ha decidido trasladar una de las cinco estructuras a Puerto Real al objeto de incrementar la capacidad de colaboración entre ambas factorías. Esta medida le permitirá aspirar a un concurso por un mayor número de jackets o plataformas, cubriendo así las necesidades de un proyecto completo.
Puerto Real está también a la espera desde el pasado mes de marzo que el comité de dirección de Navantia dé luz verde al comienzo de los trabajos de ingeniería para el Buque de Acción Marítima de Investigación Subacuática (BAM-IS).
Este barco ya está contemplado en el Plan Estratégico de la empresa naval, y el corte de chapa podría comenzar el próximo año. Mientras tanto, la factoría ya está fabricando módulos para las corbetas de Arabia Saudí que construye el astillero de Navantia San Fernando.
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