"Le pido a los chipioneros que me entiendan, no que me aplaudan"

antonio peña izquierdo (pp). alcalde dimisionario de chipiona

"No podría dormir sabiendo que he tirado una vivienda ilegal y que he dejado a una familia en la calle. Lo siento pero es algo superior a mí"

Fco. Sánchez Zambrano Cádiz

16 de octubre 2016 - 05:01

Tenía que derribar una treintena de viviendas ilegales por orden judicial pero Antonio Peña (PP), alcalde de Chipiona desde 2011, se niega a hacerlo. Y para no caer en desacato a la Justicia ha optado por dimitir. Será el próximo jueves cuando deje oficialmente el cargo y, de paso, cuando ponga fin a casi tres décadas de política activa. En esta entrevista dice que su renuncia no es un acto de cobardía, sino de conciencia. Y le pide a los chipioneros simplemente que le entiendan.

-Vaya la que ha liado usted esta semana en Chipiona...

-Uf, pues la verdad es que sí. Jamás me pude imaginar que mi renuncia podía provocar un terremoto de estas magnitudes. Veo a la gente muy nerviosa, demasiado quizás. Si lo llego a saber...

-¿Si lo llega a saber? ¿Es qué puede haber marcha atrás en su decisión de dimitir?

-No, no. La decisión es firme y, además, dejaré también el acta de concejal. Es lo más lógico. Pero la verdad es que no me gustaría estar en el pellejo de mi sustituto, porque le dejo un buen marrón.

-Y tanto. Su sustituto tendrá que firmar la demolición de esas 30 viviendas ilegales. ¿No hay solución posible?

-Yo no la he encontrado en todo este tiempo. Igual el que viene tiene más suerte. A lo mejor la Junta se involucra y logra frenar los derribos, no lo sé. Pero yo ya no podía hacer nada más. Estaba en un callejón sin salida y he optado por tirar la toalla.

-Eso suena a cobardía...

-No, yo no lo veo así. No creo que irme sea un acto de cobardía, sino de conciencia moral. Yo no podría dormir por las noches sabiendo que he derribado unas viviendas y que he dejado a unas familias en la calle. Lo siento pero es algo superior a mí. Tenga en cuenta que yo llevo ya 30 años pasando consulta en Chipiona -Antonio Peña es médico del SAS- y que conozco a muchos de esos vecinos a los que se les va a derribar su casa, que es la única que tienen. Eso también ha influido en mi decisión. Esto es algo parecido a lo de un médico que se niega a practicar un aborto porque va contra sus principios o contra su ideología. En cierto modo soy algo así como un objetor de conciencia.

-Pero un alcalde tiene que denunciar las ilegalidades y tiene que hacer cumplir la ley.

-Por supuesto. Yo comprendo a la Justicia, pero ni lo legal es siempre lo más justo, ni viceversa. Por eso me voy, para no cometer ni una injusticia, ni una ilegalidad. Además, en todo esto hay un agravio comparativo tremendo. En un mismo diseminado hay una serie de viviendas que hay que derribar y otras que no. No sé por qué el gobierno municipal anterior denunció a unas viviendas ante la Fiscalía y a otras no. Y no sé por qué unas han terminado con una orden de demolición y otras lograron salvarse en los Juzgados.

-¿Quiere decir que hubo trato de favor o amiguismo en el gobierno anterior (del PSOE) a la hora de denunciar?

-No tengo la menor duda de ello.

-¿Y su gobierno no ha denunciado en estos cinco años ninguna vivienda ilegal?

-Sí, claro, es que es obligatorio por ley. Pero ninguna de esas denuncias ha llegado a tener una orden de demolición en este tiempo.

-¿Y en su decisión de dimitir no han pesado los casos judiciales de Rota, su localidad natal y donde usted fue concejal casi 25 años? La sentencia del caso Horas Extras, el juicio del caso Uniformes en el que usted está acusado de prevaricación...

-Vamos a ver. Yo dimito simplemente porque no quiero firmar la orden de demolición de esas 30 viviendas. Y punto. Si hubiera influido mi imputación en el caso Uniformes habría dimitido hace mucho tiempo y no ahora cuando, por cierto, nadie sabe si saldré culpable o inocente. Pero dicho todo esto tengo que reconocer que en los ayuntamientos existe ahora una inseguridad jurídica descomunal que afecta por igual a políticos y a concejales. Tenga en cuenta que en Rota hay orden de prisión para Eva Corrales (ex alcaldesa) y para una serie de funcionaios que no han hecho nada. Y la reciente detención de mi predecesor en la Alcaldía de Chipiona (Manuel García) también ha salpicado a un número de funcionarios. Son cosas que ponen los pelos de punta.

-¿Qué le dicen los chipioneros por la calle?

-Hombre, el que me para es para darme ánimos. El que no me puede ver no me va a parar para llamarme cabrito. La gente es muy educada. En cualquier caso no le pido a los chipioneros que me aplaudan, simplemente que entiendan mi decisión.

-¿Deja la política desencantado?

-Sí, mucho. Pero también agradecido a los chipioneros porque me han dejado ser alcalde de este pueblo maravilloso.

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