Una plataforma arquitectónica en piedra representa el Bicentenario

Lo más difícil para el jurado ha sido tomar una decisión teniendo en cuenta la perdurabilidad de la obra, elegir atendiendo a la vocación de permanencia del monumento en La Isla, decantarse por una idea que formará parte de la vida cotidiana de los isleños durante el resto de sus vidas.

Así lo reconoció ayer uno de los miembros del jurado, Carlos Martínez Shaw, catedrático de Historia Moderna de la UNED y miembro de la Real Academia de Historia, que se encargó de explicar los pormenores de la propuesta ganadora del concurso internacional de ideas convocado por el Ayuntamiento para la elección del monumento conmemorativo del Bicentenario de Las Cortes Constituyentes de 1810 que se instalará en la plaza de la Iglesia en junio del próximo año. "Lo más difícil ha sido decidir un monumento pensado para muchos años -explicó- es lo que más ha pesado como responsabilidad pero nos hemos quedado con la conciencia muy tranquila".

La decisión final del jurado, de hecho, se tomó por unanimidad. Hubo un acuerdo generalizado entre sus miembros sobre la idea que debería tomar forma para convertirse en el monumento del 2010, el icono que pasará a la historia como testigo de la conmemoración. Se trata de la obra presentada por el arquitecto sevillano Alfonso Clemente Domínguez con el lema Entre dunas.

Para el jurado, ha sido esa integración en el espacio lo que más ha pesado a la hora tomar la decisión, la mejor fórmula para conmemorar artísticamente el Bicentenario. La obra se basa en una plataforma de piedra natural oscura -denominada ludita- sobre la que destacan dos elementos escultóricos.

Uno, horizontal, colocado sobre una superficie acuática y en el que figurará una placa con un relieve grabado en cobre que adivinará la presencia de los diputados llamados a Cortes. El agua permitirá una doble proyección al reflejarse esta figuración en la superficie.

La segunda pieza, también realizada en el mismo material, será vertical y en ella figurará igualmente una placa adosada en cobre en la que se podrán leer frases alusivas a Las Cortes de 1810. Serán pocas ideas, para que el concepto resulte más llamativo a los ciudadanos.

En palabras del historiador Martínez Shaw, la obra posibilita "una urbanización del espacio, una lectura estética de la conmemoración y también una lectura final, real, a partir de la referencia escrita que figura en una de las placas", manifestó.