Ocho playas de Cádiz con Banderas Azules son también Banderas Negras
medioambiente
La Costilla, Fuentebravía, La Barrosa, El Palmar, Getares, San Roque, Alcaidesa y Cala Sardina entran en lista de Ecologistas en Acción
En total, el recuento incluye a 18 puntos repartidos por todo el litoral gaditano
De las 32 Banderas Azules que ostenta la provincia este verano, ocho comparten enseña con la definición de Banderas Negras que proponen desde Ecologistas en Acción. Una incongruencia que, según la plataforma ecologistas, se debe a que los galardones azules tienen en cuenta especialmente factores relativos a la accesibilidad y servicios para los bañistas, pero no respecto a los valores de excelencia medioambiental que calculan los ecologistas.
Así, la organización ha publicado ya el informe exhaustivo sobre la calidad de las playas gaditanas este año, que complementa al general que desde la misma EA se publicó hace unos días y que incluía en su listado –pensado para listar dos tramos de cada provincia con litoral– las playas de El Palmar y Tarifa.
El repaso al completo de orillas con deficiencias en Cádiz incluye un total de 18 nombres. De estos, La Costilla en Rota, Fuentebravía en El Puerto, La Barrosa en Chiclana, El Palmar en Vejer, Getares en Algeciras o las playas de San Roque, Alcaidesa-El Faro y Cala Sardina cuentan a la vez como banderas azules.
Para los ecologistas, por ejemplo, la playa de la Costilla sufre vertidos puntuales y alberga chiringuitos playeros en el mismo cordón dunar. En la playa portuense de Fuentebravía, que se tiene que alimentar artificialmente, se han construido edificaciones en el propio tramo. La Barrosa, en Chiclana, sufre del mismo “desparrame” urbanístico que arrastra el municipio. El famoso lineal del El Palmar aparece “atestado de urbanizaciones ilegales”, no tiene “depuración alguna” y sobre él pesa la construcción de un beach club “ilegal y contrario a la Ley de Costas, al estar en Dominio Público Marítimo Terrestre”.
La playa de Getares, en Algeciras, adolece de “una pérdida de arena crónica”, que le hace tener que ser alimentada artificialmente, además de “sufrir vertidos cuando los bombeos no funcionan”.
Por último, las playas de San Roque –Alcaidesa-El Faro y Cala Sardina–, “con valores ecológicos notables, están siendo invadidas por aparcamientos y chiringuitos, desnaturalizándolas sin remedio”.
Desde Ecologistas en Acción, emplazan a los municipios litorales a que no “ pierdan el tiempo (y el dinero) persiguiendo falsos galardones –por las banderas azules– y se afanen en hacer frente a los dos máximos desafíos para nuestras playas: ofrecer soluciones a la subida del nivel del mar y demás consecuencias indeseables del cambio climático; y depurar íntegramente todas las aguas residuales que van a parar al mar”.
Estas ocho playas no son, además, las únicas que aparecen en el listado negativo de la plataforma, sino que a él se suman otras diez costas gaditanas. De este modo, la playa entre Bonanza, Bajo de Guía y Las Piletas, en Sanlúcar, presenta vertidos de aguas residuales sin depurar, directos e indirectos. También en la costa noroeste aparecen otras playas:en la del Rompidillo, el aliviadero se encuentra frente al espigón del puerto deportivo, sin separación de aguas pluviales, vertiendo continuamente a la playa, sin que se realicen controles de los vertidos desde 2020 . En el tramo del Puntalillo se han autorizado dos chiringuitos, uno sobre las dunas, y en el de Aguadulce hay construcciones ilegales tanto sobre la zona de servidumbre como sobre la de protección.
En el litoral de las Murallas-La Calita-La Puntilla en El Puerto, las aguas residuales están insuficientemente depuradas, mientras que en la playa de Cortadura y Torregorda un tramo del Eurovelo amenaza el sistema dunar.Cortadura y Torregorda
Por su parte, las playas de Los Caños y el Tómbolo de Trafalgar cuentan con problemas como la existencia de edificaciones en el dominio público marítimo terrestre o la ausencia de depuración de aguas fecales y red de abastecimiento de agua potable o alcantarillado, de modo que el “acuífero costero está contaminado y sometido a extracciones incontroladas”.
Las playas del Carmen y Hierbabuena se resienten del mal estado de la depuradora de Barbate, “que sigue funcionando en condiciones lamentables sin que la nueva EDAR inicie todavía sus obras. Además –continúan los ecologistas– el ayuntamiento pretende urbanizar 1.642.239 m2 de terrenos colindantes con el Parque de la Breña”.
Campo de Gibraltar
En Tarifa, la playa de Atlanterra cuenta con casi tres kilómetros de playa con “edificaciones desmesuradas ocupando ilegalmente suelo que no está clasificado como urbano”, destruyéndose cordones dunares de alto interés ecológico y con carencia de infraestructuras básicas para el “suministro de agua y la depuración de los vertidos”; mientras que la de Los Lances se resiente tanto de la invasión urbanística como de la del alga asiática, además de padecer vertidos de aguas residuales.
El litoral de Algeciras -Getares, Chinarral, la Concha-Rincocillo– presenta un alto porcentaje de aguas fecales que no se depuran bien, además de estar afectado por la proliferación de la Rugulopteryx okamurae. Como es lógico, en las playas del Campo de Gibraltar se deja sentir la actividad de las distintas industrias instaladas:la playa de Palmones recibe vertidos de los compuestos químicos de Acerinox, además de contar con una EDAR (la de Los Barrios)que es antigua y funciona mal.
En la playa de Guadarranque (San Roque), la depuradora prácticamente no funciona, y se dan olores y vertidos que llegan desde la industria petroquímica, mientras que el litoral ocupado por CEPSA (Puente Mayorga y Campamento) presenta un estado “muy degradado”.
Por último, aunque la depuradora de La Línea funciona “aceptablemente”, la ciudad vierte aguas sin depurar tanto a la Bahía de Algeciras como a la playa de Levante.
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