Las playas de Sanlúcar, bajo aguas residuales tras los mayores vertidos de la última década

Las precipitaciones excepcionales desde octubre desbordan el alcantarillado y provocan vertidos continuos en varias playas, especialmente en la de Bonanza

Sólo las lluvias del mes de marzo (280 l/m²) superan a la totalidad del año 2023

Ecologistas solicitan la declaración de Parque Periurbano para los Pinares de Bonanza

Ecologistas protesta contra los vertidos en las playas de Sanlúcar.
Ecologistas protesta contra los vertidos en las playas de Sanlúcar. / Ecologistas en Acción

Sanlúcar/Las lluvias del mes de marzo siguen generando efectos perjudiciales en la Costa Noroeste. Las torrenciales y continuadas precipitaciones enfrentan a las playas de Sanlúcar de Barrameda a la mayor crisis medioambiental de la última decada. Esto se produce como consecuencia de los vertidos de aguas residuales y pluviales, acumuladas desde octubre de 2024 y agravadas en este último mes, que han desbordado el sistema de saneamiento y han derivados en continuos episodios de vertidos al litoral. La más perjudicada, la playa de Bonanza.

Según recoge Ecologistas en Acción en datos de las estaciones meteorólogicas de la Junta de Andalucía en Sanlúcar y Chipiona, desde el pasado mes de octubre y hasta la fecha han caído entre 553 y 570 litros por metro cuadrado. Esta cifra supera la media anual de los últimos cinco años, que ronda los 450 l/m². Casi la mitad de esa cifra se ha contabilizado sólo en el mes de marzo, con 280 litros por metro cuadradado, superior a toda la precipitación registrada en el año 2023.

Pese a la necesidad de agua para la agricultura y los embalses, las lluvias han generado graves problemas, tanto para el sector agrícola como para el medio ambiente. Las inundaciones en Sanlúcar han colapsado la red de alcantarillado, con la consiguiente contaminación de las playas. En octubre de 2024 ya se habían registrado vertidos relevantes tras la rotura de una de las tuberías principales que atraviesa la avenida de Bajo de Guía y Las Piletas. La situación se ha agravado en marzo, cuando las precipitaciones se intensificaron durante 11 días, con registros superiores a 10 l/m² y picos de más de 50 l/m² en jornadas puntuales.

Los vertidos han afectado a varios puntos del litoral, incluyendo los aliviaderos de Cabo Noval, Cerro Falón y Calzada de la Infanta, así como el arroyo de San Juan. También se han producido vertidos de aguas residuales a través del emisario submarino ubicado frente a la playa de Las Piletas. Más crítica es la situación en la playa de Bonanza, donde interfieren varios focos de contaminación. Además de un aliviadero clandestino situado cerca de las viviendas, la playa ha recibido vertidos constantes del arroyo del Salto del Grillo y de una de las tuberías principales del alcantarillado que discurre por la zona.

El valor ecológico de la playa de Bonanza está amenazado por la presión, ya que la estrecha franja vegetativa autóctona en la que se cobijan una gran población de la especie protegida de camaleones están en riesgos de desaparecer. Así, diversos colectivos locales, entre los que destaca Ecologistas en Acción, han solicitado na intervención urgente para frenar este proceso de deterioro. Entre las medidas reclamadas figuran la eliminación de todos los vertidos, la restauración de la vegetación natural y la protección del hábitat del camaleón, la revisión del planeamiento urbanístico para evitar la construcción en las zonas de Verdigones 2 y 3, y la conservación de los navazos mediante iniciativas de agricultura ecológica.

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