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Los 14 municipios de Cádiz donde la Junta ha declarado desastre natural

"No podemos consentir que las empresas se vayan cuando casi no hay conflictividad"

javier sánchez rojas. presidente de la confederación de empresarios de cádiz (CEC)

El responsable de los empresarios gaditanos es consciente de que la provincia de Cádiz se "juega su credibilidad como destino de inversiones"

"Tenemos ese reto como sociedad", dice

Javier Sánchez Rojas, durante la entrevista en la sede de la CEC. / Joaquín Hernández 'Kiki'
F. Rufo

02 de enero 2018 - 08:41

Cádiz/Empeñado en unir a una provincia que no lo ha estado en demasiados asuntos, el presidente de la patronal gaditana no ceja en su empeño. En ese y en hablar alto y claro sobre los principales problemas de Cádiz.

-Empecemos por el asunto que ha surgido en las 10 últimas entrevistas. Las Aletas. ¿Qué espera de este año?

-Espero que veamos una foto potente de dos gaditanos con mucha responsabilidad en que esto se pueda hacer: Manuel Jiménez Barrios y Antonio Sanz. Los agentes económicos y sociales de Cádiz nos autodeclaramos como los últimos de Filipinas, casi, en este tema, porque creemos que es posible. Hemos pedido a las dos administraciones que cuando arranque el nuevo proyecto se dediquen recursos y tiempo a explicar lo que se pretende hacer.

-¿Sigue haciendo falta?

-Aún me encuentro de manera lamentable a políticos y empresarios que me dicen: "¡Si hay un montón de naves vacías!". Eso es no entender lo que se pretende hacer ahí.

-¿Sólo veremos la foto?

-Espero que con la foto arranque. Hay determinados plazos que uno relativiza. Si para la licencia de apertura de un negocio se tarda seis meses, que esperemos un poco más para esto no nos debe sacar de quicio. Me conformaría con que a principios de año tengamos la foto y a lo largo de 2018 se vaya avanzando sin cometer errores. Lo que no me apetece nada es estar continuamente como en los cassettes antiguos, dar continuamente hacia delante o detrás. Hay que ser perseverante, no se pueden perder estas oportunidades ni la dotación económica que está en una cuenta corriente.

-Pero, ¿las empresas siguen interesadas en Las Aletas?

-Las empresas nos dijeron hace tiempo que cuando el proyecto arranque, volverán. Mientras tanto, no hay nada nuevo.

-¿Y el tranvía?

-No nos puede pasar como al de Jaén. Sería lamentable que esa inversión hecha se quedara solo para que no se utilice. La paradoja es que al final el tranvía lo va a operar Renfe. Una vez más se nos demuestra a todos que para terminar de esa manera las historias podríamos haber empezado desde el principio con una colaboración mayor y no con la confrontación entre las distintas administraciones. Pero bien está lo que bien acaba. Si Renfe logra ponerlo en marcha será muy importante. Además, lo será para una población tan importante como Chiclana, porque la acercará a la capital y al tren. Debe ser de las pocas poblaciones de gran número de habitantes que no tiene tren.

-El corredor ferroviario en Algeciras es otro asunto pendiente. ¿Será 2018 su año?

-A finales de febrero o principios de marzo, antes de la Semana Santa, llevaremos a cabo la mayor concentración empresarial que se haya podido hacer en el Campo de Gibraltar para reclamar una vez más y recordar que los dos corredores de interés europeo empiezan o terminan en Algeciras. La Algeciras-Bobadilla necesita una inversión de 1.300 millones de euros y escasamente se le ha puesto 20 encima. No quiero hacer vaticinios, pero de 500 a 600 empresarios de toda España estaremos allí para recordar que Europa empieza en Algeciras.

-1.300 millones. Precisamente lo que se anunció para la ITI de Cádiz procedente de fondos europeos.¿Un mal reparto?

-Dado el momento en el que estamos, si a otros le ponen un año 1.300 millones y para esto nos dan 20, vamos a hacerlo un año al revés; que a ese otro le den un año 20 y a nosotros 1.300. Y problema resuelto. Es cuestión de una efectiva dotación económica y una estrategia de ejecución adecuada a los ritmos que necesitan el primer puerto de España. Nos podemos poner a mirar hacia atrás para ver quién dijo qué, pero es cierto que con este ministro de Fomento (Íñigo de la Serna), todos estamos percibiendo un cambio, mucho más claro, más contundente y de seguir empecinado en cumplir los plazos que había dado en esto.

-¿Claro y contundente el ministro? ¿También en el peaje de la autopista?

-Ahí no sé quién lo asesora. Ya lo he dicho. Hay afirmaciones que no deberían generar ambigüedad. "No renovaremos la ampliación de la concesión" no debería admitir dudas. Ha sido mucho más claro Antonio Sanz. Hay tres ministros que lo han dicho: Catalá, Pastor y De la Serna. Los tres han dicho que no se va a prorrogar. Me podrán llamar ingenuo por creelos, pero a ellos si no cumplen les podrán decir otra cosa. Nunca hemos estado tan cerca. En 2018 podremos decir que nos queda poco más de año y pico de peaje. Igual a nivel interno en la CEC ponemos un reloj marcha atrás para ver los días que van quedando y que en la Nochevieja del 2019 estemos celebrando también el fin del peaje.

-Porque, más allá de lo que supone para el ciudadano normal y de la seguridad en los accidentes, es una ventaja para el transporte de esta provincia...

-Totalmente. Se pueden encontrar argumentos de todo tipo, pero no para defender que después de 50 años la inversión en las concesiones de este tipo de servicios está más que amortizada y recuperada y no me vale cualquiera de los modelos que se planteen. La desaparición del peaje de Jerez fue física, no presupuestaria, porque lo seguimos pagando todos los andaluces en los presupuestos generales de Andalucía a razón de 12 millones anuales. Ese peaje no ha desaparecido. En 2019 tenemos que tener esa autopista libre de peaje y que en esa fecha tengamos también listo otro de los agravios comparativos que tampoco admite debate.

-¿A cuál se refiere?

-Todas las radiales del Estado, las Nacionales de la 1 a la 6, están desdobladas de origen a destino menos la N-IV que se queda en Dos Hermanas. Los 59 kilómetros hasta Puerto Real, que están en obras, se tienen que terminar alguna vez.

-Y siguiendo con carreteras, ¿será también este año el de la solución a Tres Caminos?

-Es la eterna historia. Fue un fallo de planificación en su día. El de Tres Caminos era un cuello de botella clarísimo y se hacen mejoras para empeorar ese cuello de botella. Antes de hacer la autovía ya había problemas en ese enlace. Si encima les llegan autovías de tres carriles, el cuello de botella crece, porque además hay más coches. Sólo se arregla con millones de euros para un nuevo nudo.

-Acaba 2017. ¿En qué asuntos le ha faltado año para verlos fructificar?.

-No tengo ninguno, fíjese. Ha sido un año intenso, durísimo, tanto hacia dentro como hacia fuera. El año de la renovación, de generar nuevas ilusiones, nuevos debates. Hemos estado donde nos han llamado para influir en pro del desarrollo de la provincia. Hemos puesto en marcha muchas comisiones que ya existían, y tengo muchas esperanzas puestas en dos que aprobó la junta directiva: la de imagen y marca de la provincia, y la de nuevos modelos y confluencia de talentos que también tiene y muchos esta provincia. Año duro también de trabajo para lograr que la Noche de la Empresa se confirme como hito en la historia de la CEC y ya estamos pensando en la de dentro de un año y medio (mi gente me mira con cara de sorpresa). También el consejo empresarial aeronáutico. Detrás de todo esto aflora que, independientemente de mi capacidad o no para tirar del carro, hay un equipo técnico en la CEC que admite cualquier comparación, lo hecho a pelear con el de la CEOE o cualquier entidad que se dedique al mundo de las organizaciones patronales. Ya pienso en cómo va a empezar 2018, en el que las perspectivas económicas son bastante buenas.

-¿Tanto la CEC como el empresariado gaditano está mejor? ¿Llegó el agua de ese grifo que los bancos tenían que abrir?

-En líneas generales sí. ¿Que se puede mejorar aún más la financiación para aquellos empresarios que lo han pasado mal? Sí, hay área de mejora, pero sí es verdad que los bancos han abierto la mano. Es innegable que estamos mejor que hace un año prácticamente todos, aunque habrá casos que no. Pero todos los sectores han crecido, tanto en macro como en microeconomía. Hay una potencia tremenda en exportaciones, en el sector aeronáutico, en el crecimiento de actividad naval, tanto en construcción como en reparación. Y me encantan las cifras que está dando Dragados Offshore y el anuncio de Torrot. Me parece percibir un cambio sustancial en algo en lo que esta provincia jamás debió perder peso, que es el sector industrial. Hay canarios de la mina en esta provincia que dan el aviso: el consumo de cemento va mejor, la venta de coches ha subido, el comercio tradicional está dando mejores cifras. Todo esto da a pensar de que en 2018 se siga creciendo entre el 2,5-3%, que es lo que nos permite acabar el año con 15.000 parados menos que el año pasado. Y con creación neta de empresas.

-Con el pago a proveedores, ¿ha habido mejor comportamiento de pago de las administraciones públicas?

-Tengo sensaciones contradictorias. Hace unos años sí recibíamos las quejas y la presión de los empresarios que no cobraban quizás por la dureza de la crisis en esos momentos. Sin embargo ahora, que suele ser noticia esto de los plazos de pago que sí es verdad que se han ido deteriorando, recibimos menos quejas y menos presión. Hay un estudio de ATA (autónomos) que nos dice que hay ayuntamientos que están incrementando esos plazos, pero la percepción de problemas que se nos traslada es menor. Quizás porque la gente esté ya acostumbrada a eso. Pero la ley dice lo que dice y no podemos seguir siendo el único país que pone una Ley de morosidad para que las propias administraciones no la cumplan.

-Porque, detrás de esa ley, lo que está es la intervención de las cuentas municipales. ¿Es la solución?

-No, pero hasta ahora sí es verdad que con otro tipo de amenazas para el gasto público las cifras les han ido saliendo. Creo que se han pasado de rosca en eso de santificar las restricciones, pero es verdad que el gasto público de muchísimos ayuntamientos los han metido en cintura. Ahora bien, ya las cifras recomiendan abrir un poco más la mano, entre otras cosas porque los ayuntamientos deben seguir haciendo inversiones, las calles tienen que estar limpias y arregladas. Y detrás de eso está la prestación de servicios de las empresas. Pero la intervención de un ayuntamiento no es la solución.

-Navantia. ¿Cómo ve el nuevo año?

-Soy optimista por naturaleza, pero de vez en cuando quien me conoce me recuerda que soy de Jerez, que si no toca no ve. Me intento mantener en un término medio. Hemos conseguido cosas con Navantia aunque en todo se puede mejorar. Y lo decían en su periódico algunas de las principales industrias auxiliares: están incluso por encima del nivel de la empresa matriz, reclamando y requiriendo cambios. Ya está pasando la nueva etapa del nuevo presidente y creo que ya se tienen que producir cambios.

-El nuevo plan industrial será una revolución para los astilleros. ¿Todos, incluyendo las contratas, están preparados?

-En términos generales, la industria auxiliar está más que preparada. Pero la carrera es tan larga y dura que, quien no haya hecho esa renovación, ya se ha quedado fuera. Ahora nos encontramos con un nuevo escenario que se alumbraba y me parece positivísimo: que ya no hablamos de una relación de cautividad, en el sentido de que sólo trabajan para Navantia. Todos han sabido ver que fuera hay mucho mercado y muy potente, y que el aval de trabajar para Navantia durante décadas, les ha servido para encontrar hueco de mercado en cualquier país del mundo. Eso aporta valor a la Bahía y a Navantia. Los llamados cuatro astilleros de la Bahía están recibiendo como zona buenas certificaciones de calidad, plazo y tiempo. Tengo puestas muchas esperanzas en el 2018 para este sector.

-Estamos en una provincia en la que una buena noticia como la llegada de Torrot crea incredulidad. A usted le habrán preguntado más de una vez si es verdad que se va a instalar y va a crear empleo. ¿Cómo se arregla esto?

-En la memoria reciente hay más de un caso que puede tener relación con esa reacción. Pero con lo de Torrot es absolutamente injusto con quien queremos después que venga. Lo que no podemos es, por algo que hizo un tercero, ponerle sombra de duda a un cuarto.

-¿La llegada de esta empresa es un nuevo reto para la provincia?

-La compañía habla de 200 empleos en varios años. Me gustaría que fueran 2.000. Para eso, ¿qué tenemos que hacer? Primero, como sociedad, no añadir sombras a una compañía que no lo merece porque no ha hecho nada para tener esa sombra. Segundo, demostrar como sociedad, como trabajadores y como empresarios de la zona, que aquí se van a hacer los mejores productos industriales de esa compañía y que no va a haber dudas para que la inversión y el empleo se puedan triplicar. El reto no es sólo de la compañía, que tendrá que generarlo, inducirlo y ejecutarlo. El reto es del territorio. Nos estamos jugando mucho la credibilidad como destino de inversiones de nuestro territorio.

-Esto antes se achacaba a la conflictividad social y laboral, ¿no cree?

-No podemos seguir aceptando que empresas que asoman la cabeza por la Bahía de Cádiz se vayan asustadas, cuando aquí ya la conflictividad hemos conseguido que baje a cifras que hacía muchos años que no veíamos y que siga el factor institucional quitándonos valía. 15 años después, con Las Aletas aún hay dudas. Como sociedad, tenemos que revisar nuestro comportamiento. No puede ser que la empresa que se asome se le dé una bofetada sin razón. Cuando la merezca, si la merece, démossela, pero no por lo que hizo alguien hace años.

-El puerto de Cádiz. ¿Qué piensa de sus planes con la nueva terminal y con Delphi?

-Me parece que José Luis Blanco está demostrando lo que muchos al principio dudaron, yo no, que podía aportar, que era dar un paso al frente, afrontar los temas. Se encontró atascado lo de la nueva terminal de contenedores, nos concitó a unos cuantos para ir con él a Bruselas a pelear el desbloqueo de la terminal. Y se ha conseguido un operador con una mujer al frente, una gran gerente, una empresa gaditana y una apuesta por la Bahía de más de 30 años. Otra cosa es lo de Delphi.

-¿Por qué?

-No tiene sentido, en aras de defender a no se sabe qué acreedores, al menos yo no los conozco, que ni una sola de las ofertas por esos terrenos haya tenido viabilidad. Creo que alguien se lo tiene que hacer mirar, no sé quien es, pero la cadena de decisiones sobre las ofertas que ha habido para los terrenos, y hablo de administradores concursales y quien tenga la máxima responsabilidad detrás, me llama muchísimo la atención que nunca haya sido de su gusto. Ahora aparece una nueva herramienta, y una vez más Blanco da el paso adelante, trasladar a Puertos del Estado su desarrollo. Es vital, para entrar en un proceso de expropiación y será una manera de desbloquearlo.

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