El PP busca grietas entre PSOE y 100x100
Nuevo gobierno en la Diputación de Cádiz
La primera moción de los populares se centra en la pretensión del alcalde linense de convertir su municipio en una ciudad autónoma
Saldaña copia una estrategia de García-Pelayo de hace 20 años
Cádiz/El Partido Popular (PP) ya ha dejado claro cuál es su objetivo en el inicio del nuevo mandato corporativo en la Diputación de Cádiz: buscar grietas en el gobierno de coalición entre el PSOE y el partido La Línea 100x100 para ver si hay alguna posibilidad de que ese acuerdo salte por los aires.
De momento, la moción inicial que ya han anunciado los populares de cara al primer pleno ordinario de la Diputación gaditana pretende abrir diferencias entre los socios en torno a la propuesta de que La Línea se convierta en una ciudad autónoma, tal y como viene defendiendo el regidor linense, el independiente Juan Franco. Lo curioso es que esta estrategia del portavoz del Grupo Popular, Antonio Saldaña, tiene muchas similitudes con otra que ya desarrolló hace 20 en esta institución provincial María José García-Pelayo (también del PP) y que posibilitó que el PSOE perdiera su primera votación en la Diputación gaditana en dos décadas.
Entonces, tras las elecciones municipales de 1999, los 11 diputados del PSOE liderados por Rafael Román habían logrado mantener el gobierno de la Diputación gracias al pacto cerrado con el PA, que aportaba siete diputados. El gobierno se las prometía muy felices pero en el primer pleno ordinario el PP de García-Pelayo lograba resquebrajar esa unidad a través de una moción en la que se instaba a la Junta de Andalucía a que aumentara los medios técnicos del Plemca y agilizara el pago de subvenciones. Acostumbrados a gobernar en minoría, los socialistas no atendieron la propuesta del PP, algo que sí hicieron el resto de los grupos políticos de aquella Corporación, es decir, el PA, IU (que tenía un acuerdo de colaboración con el PSOE aunque sin entrar en el gobierno), el GIL e Independientes Portuenses (IP).
La consecuencia de todo aquello fue que el Partido Socialista perdió su primera votación en la Diputación en 20 años y que ello obligó al equipo de gobierno a mejorar su cohesión interna y a tomarse más en serio los plenos.
Ahora, 20 años después, el PP quiere que el gobierno de la Diputación deje claro su posicionamiento “en relación a la propuesta que pretende promover La Línea 100x100 para que este municipio se convierta en ciudad autónoma”.
El portavoz del PP, Antonio Saldaña, destaca en un comunicado que “no parece razonable que haya un partido (en referencia a La Línea 100x100) que esté promoviendo un referéndum para que la localidad linense se convierta en una ciudad autónoma promoviendo una escisión de la provincia y Andalucía y que ahora entre como socio de gobierno del PSOE tanto en la Diputación de Cádiz como en la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar”.
Tras calificar de “tomadura de pelo” esta propuesta del regidor linense, Saldaña quiere que la presidenta de la Diputación, Irene García, y el resto de los diputados del PSOE “fijen su postura ante unas pretensiones, las del alcalde de La Línea, que además buscan una desestructuración del territorio de la provincia de Cádiz”.
Nadie sabe si el PP de Saldaña conseguirá o no abrir grietas en un gobierno de coalición entre el PSOE y La Línea 100x100 que parece haber nacido compacto. Pero si el ejemplo en el que se mira el portavoz popular es el de la Diputación de 1999, nunca está de más recordar que aquel gobierno provincial terminó saltando por los aires, primero porque el PSOE echó de su grupo a Agustín Cuevas por el caso Sanlúcar y, sobre todo, porque dos años después el PA exigía a Rafael Román que cesara a los tres diputados jerezanos que se habían pasado al PSA (el entonces vicepresidente Luis Silva, Rosa Bautista y José López) y que se quedara exclusivamente con los cuatro andalucistas que seguían fieles al PA (los algecireños Patricio González y Hermenegildo González y los isleños Manuel Prado y Manuel de Bernardo, que se convertiría así en el nuevo vicepresidente). Igual la estrategia de García-Pelayo influyó poco en esa ruptura pero la realidad es que ese gobierno quedó en minoría dos años, hasta las elecciones de 2003.
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