La precariedad de las infraestructuras lastra el desarrollo de la provincia de Cádiz
Cádiz acumula años de retraso en la mejora de la red viaria y en el sistema ferroviario frente al avance en otras provincias
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Las infraestructuras viarias en la provincia de Cádiz han avanzado a trompicones a lo largo de las últimas décadas, con todo lo que ello supone de ralentización de nuestro desarrollo económico.
Desde el Plan de 1947, cuando se elaboró un documento con todas las necesidades en materia de comunicaciones, que o nunca se ejecutaron o se tardaron años y años en sacar adelante, han sido numerosos los proyectos cuyo desarrollo se ha ido dilatando en el tiempo. Y en algún caso, como pasó con el puente Carranza en Cádiz, financiado por la propia capital ante el desinterés del entonces gobierno franquista.
Curiosamente sólo un proyecto de gran relevancia, el soterramiento de la vía del tren a su paso por la capital gaditana, se ejecutó en tiempo y forma y sin el más mínimo incremento del presupuesto inicial.
Curiosamente porque esta operación fue criticada por otros municipios de la zona al considerar que iba a retrasar todo el plan de duplicación de la vía férrea... y al final fue lo primero que se terminó.
En todo caso, el soterramiento fue un espejismo. Desde la propia modernización de la red ferroviaria entre Cádiz-Jerez y Sevilla (no entremos en el Campo de Gibraltar, o en la demanda de conexión con Sanlúcar) hasta la construcción del puente de la Constitución, la nefasta situación de los accesos a Algeciras y su entorno, la autovía Jerez-Los Barrios, las circunvalaciones en varias ciudades, el tranvía metropolitano (con años de obras, y una línea 2 de incierto futuro) la ampliación del aeropuerto, hasta, en el caso de las comunicaciones marítimas, la limitada apuesta por el catamarán en la Bahía. Todo ha ido lento, lento, muy lento.
Hoy estamos aún pendientes de que en las obras de Tres Caminos (otro proyecto eterno), comiencen a llegar la maquinaria pesada; de que los nuevos trenes de Media Distancia y Largo Recorrido entren en servicio y acaben con la precariedad del sistema ferroviario. O que las obras de construcción del tercer carril en la autopista sea alguna vez realidad.
Todo, en un momento en el que otras provincia andaluzas comienzan a ampliar su ventaja económica que ya tienen con Cádiz, a la vez que las incluidas en el Corredor del Mediterráneo en el resto del país ven avanzar sus proyectos de desarrollo, regados muchos con fondos europeos.
Diario de Cádiz ha traslado una pregunta: ¿Cómo afecta el actual estado de las infraestructuras de transportes a la economía de nuestra provincia?, a tres expertos en la materia. La conclusión queda clara: hay que mejorar, mucho y sin perder más tiempo.
El tiempo perdido para Cádiz
Javier Sánchez Rojas es presidente de la Confederación de Empresarios de la Provincia de Cádiz. Esta institución se ha unido a sus homólogos sevillanos a la hora de exigir mejoras en las comunicaciones entre ambas provincia.
"En nuestra provincia, octava en población de España y territorialmente del tamaño de comunidades autónomas como el País Vasco y otras uniprovinciales, mantenemos desde hace décadas un importante déficit de infraestructuras", destaca el presidente de la CEC ante lo cual indica: "La pregunta que cabría hacerse es ¿dónde podría estar Cádiz, con su potencia actual, su ubicación estratégica como puerta de Europa, si hoy pudiéramos contar con una red de infraestructuras adecuada?"
Pone sobre la mesa las carencias de la provincia en vías de alta capacidad o autopistas que mantienen puntos negros, tramos saturados y zonas en las que estas redes de comunicaciones viales se han interrumpido, junto a "la situación de falta de inversiones afecta a la vía Cádiz-Sevilla, incapaz de conectarse a la Alta Velocidad", en cuanto al ferrocarril.
Y tras ello, lanza una segunda cuestión: ¿Qué provincia tendríamos si los centros de más peso demográfico y económico, Jerez, Bahía de Cádiz y Campo de Gibraltar, pudieran estar mejor conectadas entre sí y, todos ellos, con el resto de España y los grandes corredores de infraestructuras? Y responde: "Sin duda, una provincia mucho más equilibrada y próspera que la actual".
"En cualquier caso, los empresarios valoramos positivamente cada paso, por pequeño se sea, que esté encaminado a solucionar esta situación. El desarrollo económico, la llegada de inversiones, la movilidad dentro de parámetros seguros y la sostenibilidad de la provincia de Cádiz están en juego, así como ser capaces de competir con otros territorios a nivel internacional", concluye Sánchez Rojas.
El efecto directo sobre el PIB
Desde el Colegio de Economistas, su decano, Javier Cabeza de Vaca, constata que "la inversión en infraestructuras tiene un efecto directo en el PIB por el incremento de la demanda agregada como consecuencia de la inversión, y también un efecto positivo indirecto en el PIB pues mejora la competitividad por la reducción de costes, fomenta la expansión de las actividades económicas y tiene un efecto positivo en la desigualdad y en el desarrollo y la cohesión del territorio".
Bajo este prisma los economistas tienen claro que "la provincia de Cádiz necesita inversiones en carreteras que mejoren las comunicaciones con las tres provincias limítrofes. Es urgente la inversión en la autopista o la Nacional IV que eviten la saturación de esta conexión", comentan.
Junto a ello, se reclaman fondos en la red ferroviaria. "Debe incrementarse el número de trenes y reducirse el tiempo de recorrido. El AVE llegó a Sevilla en 1992. Cádiz, la octava provincia más poblada de España, tres décadas más tarde aún no cuenta con este sistema. ¡Cuántos kilómetros de vía de alta velocidad se han puesto en servicio desde entonces por todo el país! Aquí, lo que es aún peor, seguimos teniendo un grave déficit en la comunicación ferroviaria. En este sentido, es urgente la inversión en las comunicaciones ferroviarias del Campo de Gibraltar y el puerto de Algeciras con el resto de la provincia y con el Corredor Mediterráneo".
El Colegio de Economistas une esta mejora obligada con otras inversiones en la provincia, pues considera que todo esta interconectado para garantizar la mejora de la economía global.
Así, se mencionan las inversiones hidráulicas, "que garanticen el consumo de la población y la actividad económica, especialmente en el sector primario" y la necesidad de contar con una mayor disposición de suelo industrial y la apuesta por las tecnologías fijas y móviles de última generación. Todo ello, con una relación evidente con la potenciación de las comunicaciones.
El desarrollo y la dotación de infraestructuras
José Ruiz Navarro, catedrático emérito de la UCA, es uno de los grandes expertos en las dinámicas de desarrollo económico social en Andalucía.
"El desarrollo económico y social de un territorio guarda una relación estrecha con la dotación de infraestructuras. Pero en la política económica, es de manual, hay que distinguir entre la infraestructuras básicas y las especializadas. Las básicas (relacionadas con transporte, energía, agua, saneamiento, telecomunicaciones y suministros de inputs esenciales) condicionan los cimientos del desarrollo pero son las infraestructuras especializadas las que otorgan un plus de diferenciación al crecimiento y creación de valor", indica el catedrático.
"Es obvio que Cádiz tiene que corregir sus déficit conocidos de infraestructuras básicas (trenes, carreteras, hospitales, viviendas…), pero sus retos de futuros, el plus de crecimiento diferencial que necesita para lograr converger con otros territorios más desarrollados es poner la mirada estratégica en las especializadas", advierte Ruiz Navarro.
En ese ámbito, Cádiz y su provincia pueden apostar por "una amplísima lista de recursos latentes, dormidos, no utilizados (culturales, patrimoniales, geoestratégicos…) que puestos a trabajar pueden dar rendimiento económico y social a su territorio. Recursos relacionados con el potencial científico y cultural de nuestra tierra y nuestro mar, con la economía azul y verde (circular)".
Tiene claro José Ruiz Navarro que Cádiz necesita corregir sus déficit de infraestructuras básicas, pero "debe soñar por co-crear, juntos (con el estado, las empresas y el sistema educativo/universidad), las infraestructuras especializadas que construirán las condiciones de desarrollo social, cultural y económico del futuro. Transformar algunas de sus dependencias o problemas (Base de Rota, Gibraltar) en oportunidades mediante unas estrategias de colaboración que hagan realidad los proyectos de alto impacto que nos diferencien y nos ayuden a converger con el resto de España".
Y aquí, considera, la Universidad de Cádiz puede y debe jugar un papel más que relevante.
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