El precio de la vivienda en Cádiz impide a las rentas más bajas mejorar su calidad de vida. Y no va a mejorar
La factura fiscal para una renta baja apenas deja ingresos para pagar una casa
El descenso de la inflación en 2024 ha evitado una quiebra mayor
Una cesta de la compra barata; ¿y saludable?
Los datos macroeconómicos con los que cierra 2024 son muy positivos, en el conjunto de España y también en Cádiz. Pero la realidad se oscurece cuando miramos el día a día de miles de familias y constatamos que las grandes cifras en positivo se tornan en negativo para buena parte de ellas.
Javier Cabeza de Vaca, decano del Colegio de Economistas de Cádiz, lanza esta matización cuando hace, para este diario, un balance de la economía en 2024.
“Terminanos un año bueno para la provincia, con el Producto Interior Bruto con una subida de 2,7% aproximadamente, una inflación por debajo de los datos nacionales y andaluza y que se queda en 2,6 y una tasa de paro que baja al 19%, con un diente de sierra ya habitual pero con una tendencia al descenso desde el final de la pandemia”.
En este sentido destaca como la EPA, la Encuesta de Población Activa, nos daba una diferencia de 15 puntos por detrás del dato nacional en 2016, mientras que ahora este diferencial se ha quedado en apenas 7,5 puntos, y solo en 2 respecto a Andalucía, lo que significa que la provincia ha ido mejorando en su convergencia con el resto del país en materia de empleo.
Claro que el decano de los Economistas considera que detrás de estos datos siempre hay que analizar el tipo de contrato que marca tendencia en nuestra economía.
Aquí menciona lo que denomina como “factura fiscal”, el porcentaje de la renta que se lleva el pago de todo tipo de impuestos (desde los municipales a los estatales) a lo largo de todo un ejercicio. Esta factura supone un pellizco de entre el 31 y el 35% de la renta de cada contribuyente.
Así, si el ingreso es de 20.000 euros al año, se queda con apenas 13.000 para vivir. O si se ingresan 43.000 euros, lo que se queda no pasa de los 29.000 euros para todo el año.
“De las cantidades que se quedan tras el pago de los impuestos hay que restar el coste de la renta de la vivienda. Y con este dinero ¿cómo se puede pagar un alquiler de 600 o 700 euros, o más, al mes?”, alerta Javier Cabeza de Vaca.
Con estos datos tan contundentes el economista tiene claro que la vivienda es el principal problema para las familias gaditanas. Quienes sufren la lacra del paro, unen el problema de no tener vivienda con el agobio de no contar con ingresos suficientes para pagar sus casas. Y se asume que esta cuestión no tiene una solución a corto plazo.
Tiene claro que “es necesario que las administraciones tomen medidas para intentar bajar los precios (tanto del alquiler como los que se mueven ya para la compra de una vivienda). Y a la vez es necesario incrementar la oferta ante una demanda tan elevada. Es fundamental ampliar las promociones públicas para permitir el acceso a una casa a las familias con escasos ingresos y para los más jóvenes”.
Noticia positiva
Junto a las malas noticias que ha dejado el mercado inmobiliario en 2024, una noticia positiva para aquellos con menos renta ha sido el importante descenso en el índice de precios de consumo.
La inflación cerrará el año en el entorno del 2,6% en el conjunto de la provincia. “Es lo mejor para estas personas que dedican una buena parte de sus ingresos a la vivienda, pues la tensión del resto de productos de la vida diaria ya no es tanta”, como sí pasó con el repunte de la última crisis, guerra en Ucrania incluida, cuando se pasó del 10% de inflación, provocando un auténtico descalabro en las familias con menos ingresos.
La crisis de la vivienda provoca al final una percepción negativa de la situación económica individual. De nada valen las grandes cifras en positivo que ha logrado la provincia a lo largo de 2024.
En este sentido, menciona Cabeza de Vaca, que “el consumo sigue siendo alto. Pero frente a ello hay muchos jóvenes que para acceder al mercado de la vivienda, en alquiler porque la compra es inviable, al final tiene que compartir el piso. Y eso en nuestra generación era algo impensable. Por eso el mercado inmobiliario, sus precios desbocados, tienen un efecto demoledor y se ha convertido en el principal problema de nuestra economía”.
Mientras, se resalta desde el Colegio de Economistas, Astilleros, Airbus tienen buena carga de trabajo, el Turismo es la gran locomotora de la provincia y el empleo seguirá creciendo en 2025.
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