Un ex presidiario fallece de un tiro en el pecho en su casa en Jerez

Agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) del Cuerpo Nacional de Policía de Jerez investigan la extraña muerte de un hombre la madrugada de ayer en un piso de la barriada San Miguel, en concreto, en el bajo del número 3-M de la calle Fate. Los investigadores policiales buscaban al cierre de esta edición a un individuo madrileño, amigo del fallecido, que sería el único testigo directo del suceso que concluyó con la muerte por un disparo en el pecho de Juan Miguel Ortega Sánchez, de 44 años de edad.

Los hechos ocurrieron poco antes de la una de madrugada cuando el finado y su acompañante regresaron al domicilio de la madre del primero de ellos, en la referida calle Fate, después de haber estado tomando copas por la ciudad.

Ambos se metieron solos en una de las habitaciones de la vivienda hasta que se escuchó un único disparo. Fue entonces cuando el amigo de la víctima salió corriendo de la habitación, se topó con la madre de éste, que acudía alarmada al escuchar la detonación, y le dijo: "¡Se ha pegado un tiro! ¡Se ha pegado un tiro! ¡Me voy, me voy de aquí, que estoy en búsqueda y captura!". Acto seguido se marchó, dejando en el lugar un arma del calibre 45 de la marca 'Llama'.

La centralita policial del 091 recibió al filo de la una de la madrugada una llamada (al parecer realizada por la propia madre, si bien otras fuentes señalan a unos vecinos) en la que alertaban de la existencia de una persona que sufría un impacto de bala en la zona pectoral. Los agentes acudieron al domicilio, donde se toparon con el cadáver, inspeccionando la escena del crimen hasta cerca de las cinco de la mañana, comentaron a este medio vecinos de la zona.

El principal objetivo de las fuerzas del orden estriba en estos momentos en encontrar al huido, para tomarle declaración como testigo o proceder a su detención.

Todo dependerá de lo que determine la autopsia del cadáver. El forense será el encargado de dilucidar si ha sido un homicidio, de un suicidio o incluso un accidente, en función del ángulo que presente la trayectoria de entrada de la bala. Lo que sí se sabe es que el disparo que mató al ex presidiario fue realizado a una distancia muy corta, hecho que se demuestra por la existencia de quemaduras junto al orificio de entrada de la bala.

Juan Miguel Ortega Sánchez había salido recientemente de prisión donde había permanecido por una larga temporada cumpliendo una condena por un robo con fuerza. En círculos policiales se calificaba ayer al fallecido como "un tío 'bragao', muy bueno en lo suyo (robos)" y hubo hasta quien lo calificó como "un artista de la lanza térmica", una especie de soplete que alcanza tan altas temperaturas (3.000 grados centígrados) como para reventar cualquier caja fuerte.