A prisión un maltratador reincidente por quemar a su expareja en Sanlúcar

Ella permanece ingresada en el Hospital Virgen del Camino desde el pasado 17 de octubre, cuando sucedieron los hechos

10 años de cárcel a un vecino de Sanlúcar por lesionar e intentar violar a su pareja

Reciente concentración contra la violencia machista
Reciente concentración contra la violencia machista / Matias Chiofalo / Europa Press

Cádiz/Una mujer de 65 años de edad se encuentra en la la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Camino de Sanlúcar, donde se recupera de las lesiones que sufrió el pasado 17 de octubre, cuando salió de su casa para tirar la basura. Su expareja, de 55 años de edad, aprovechó ese momento para arrojarle un líquido (aún por determinar) que le causó quemaduras graves en vientre y piernas, segun fuentes judiciales consultadas por este medio. La mujer permanece ingresada desde entonces en el centro hospitalario para someterse a curas diarias. Él está en prisión, como ya lo estuvo cuando la Audiencia Provincial de Cádiz lo condenó en 2009 a 10 años de cárcel por asestar una brutal paliza a esta misma mujer e intentar violarla. Ya entonces acumulaba antecedentes penales por quebrantamiento de condena, maltrato, amenazas en el ámbito familiar y por conducir bebido.

Según ha confirmado a este medio el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Sanlúcar de Barrameda, en funciones de guardia, acordó el pasado sábado, a petición de la Fiscalía, el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del detenido como responsable de los delitos de lesiones graves y amenazas.

El pasado jueves la mujer salió a tirar una bolsa de basura al contenedor cuando él apareció. Iba en una moto como copiloto y, supuestamente, le arrojó un líquido que le causó quemaduras. Por el momento se desconoce si era agua hirviendo u otra sustancia abrasiva, a la espera de un examen pericial más exhaustivo.

A raíz de este episodio, la mujer llamó a una amiga taxista que la trasladó a un centro ambulatorio de Sanlúcar para que la asistieran. Allí se personaron agentes de la Policía Nacional, toda vez que se activó el protocolo por un posible caso de violencia de género. Ante la gravedad de las quemaduras, la víctima fue trasladada al Hospital Virgen del Camino, hasta donde se desplazó la jueza para tomarle declaración. La misma magistrada ordenó el ingreso el prisión del supuesto agresor el sábado 19 de octubre.

El pasado mes de agosto, según fuentes judiciales consultadas por este medio, se produjo un nuevo incidente entre el agresor y la víctima. Aquello desembocó en un juicio rápido. Él quedó en libertad con cargos, aunque la jueza decidió aumentar la distancia de la orden de alejamiento de 200 a 500 metros.

El hombre que ahora ha sido enviado a prisión fue condenado por la Audiencia de Cádiz en 2009 a diez años de cárcel. El tribunal de la Sección Tercera dio por probado que en diciembre de 2007 ambos discutieron en la calle porque él le recriminó que mirase a los hombres; entonces la empujó y la tiró al suelo. Al día siguiente, el hombre acompañó a la víctima al médico y ella no pudo comunicar el origen de las lesiones que presentaba: él no la dejaba ni un momento sola.

El episodio del intento de violación se produjo, según la sentencia, en enero de 2008. La mujer había conseguido que el procesado se marchase de su casa pero él insistía en pedirle otra oportunidad y le aseguraba que iba a cambiar. En esas, el 26 de enero, la mujer invitó al hombre a cenar en su domicilio.

Tras la cena, él quiso mantener relaciones sexuales y ella no, indica la sentencia. Fue entonces, explica, cuando el hombre intentó violarla. No lo consiguió porque ella forcejeaba y se resistía. El agresor acabó desistiendo pero comenzó a golpearla en la cara de una manera brutal hasta dejarla tirada en el suelo en un charco de sangre, relata el tribunal.

Después, agrega la sentencia, él se acostó en la cama y desatendió los ruegos que ella le hacía para que la llevase al hospital hasta que, finalmente, sobre las cuatro de la madrugada, después de limpiarle la cara y pedirle que no lo denunciase, la acercó a un centro médico.

La mujer sufrió traumatismo facial y mandibular, hematomas y dolores y tardó 15 días en curar.

La prueba de esos hechos pivotó esencialmente en la declaración de la víctima, adujo el tribunal, que no albergó "duda alguna ante la claridad de las manifestaciones prestadas por la perjudicada". La pericial médica y las manifestaciones de policías que hablaron con ella corroboraron esa prueba.

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