El proyecto que nació Char, fue después Chare y al fin fue Hare
La idea original del proyecto planteaba su puesta en marcha para comienzos de 2010.
Muy lejano en el tiempo ha quedado aquel 1 de diciembre de 2007, cuando el entonces alcalde socialista, Antonio Jesús Verdú, la consejera de Salud, María Jesús Montero y el presidente de la Diputación, Francisco González Cabaña, realizaban la colocación simbólica de la primera piedra en presencia del entonces delegado provincial de Salud, Hipólito García.
Ese día se anunciaba una obra que apenas duraría 24 meses, es decir, que estaría finalizada como mucho para principios de 2010. También queda atrás la primera definición del nuevo centro sanitario que comenzó llamándose Centro Hospitalario de Alta Resolución (Char) proyectado por la Consejería de Salud a principios de este nuevo siglo. Luego, Centro Hospitalario de Alta Resolución y Especialidades (Chare) de la Janda y ahora Hospital de Alta Resolución y Especialidades (Hare). También lejos quedaron los resultados positivos de las primeras catas del estudio geotécnico que realizó en noviembre de 2004 la empresa Vorsevi que dieron pie a la redacción del proyecto.
Precisamente, a finales de 2003, el entonces delegado provincial de Salud, Hipólito García, solicitaba al Ayuntamiento de Vejer la cesión de una extensión de terreno cercana a los 2.000 metros cuadrados en las proximidades de la Nacional-340 a la altura de la Barca de Vejer. Fueron necesarios más de siete años para que fuera en una parcela de 30.000 metros cuadrados del bien comunal de Vejer conocido como las Hazas de Suerte, cercana al conocido como cruce de Los Olivos, donde se realizaría el emplazamiento definitivo de este proyecto históricamente demandado y que pretende cubrir el 80% de las necesidades médicas de los términos de Benalup, Conil, Barbate y Vejer, algo más de 65.000 habitantes, cifra que en verano se duplica. En las últimas fechas han incluido a Paterna de Rivera y han subido el número de posibles usuarios a los 80.000.
El proyecto fue presupuestado entonces en 16,4 millones de euros, una cifra que ha superado ya los 26 millones con la última aportación de casi cinco millones de la Junta para culminar las obras.
El futuro edificio tendrá cuatro cuerpos y se repartirá en tres plantas. En un espacio de 11.500 metros cuadrados se repartirán un área de hospitalización polivalente, un área quirúrgica, consultas externas y pruebas diagnósticas, y un área de rehabilitación. A ello se unirán 24 habitaciones de uso individual, que podrían llegar a tener hasta 48 camas.
El nuevo hospital dispondrá de una amplia zona de consultas compuesta por 21 módulos de atención especializada, incluidas cinco para salud mental, a las que se unirán otras seis salas de exploraciones funcionales. Además, se contará con un área de diagnóstico por imagen donde se ubicarán una sala de radiología convencional. El área de urgencias estará dotada de dos puestos de reanimación cardiopulmonar, una sala de clasificación, cinco módulos de consulta, uno de ellos específico para pediatría, puestos de observación y dependencias para curas y tratamientos. También tendrá dos quirófanos para intervenciones de cirugía mayor ambulatoria y una sala de reanimación.
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