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San fernando/El acondicionamiento del antiguo edificio de los Juzgados para convertirlo en la nueva sede de la escuela de adultos María Zambrano incluirá mejoras que no estaban previstas inicialmente, como la instalación de un sistema de climatización. Esto supondrá que el presupuesto planteado inicialmente, de 642.000 euros, se incremente hasta los 700.000 euros. "Hemos decidido que sea un equipamiento de máximos, que cuente con las mejores condiciones, a pesar de que la normativa no lo exige", explica la concejala de Desarrollo Urbano, Claudia Márquez.
La norma establece que este tipo de dependencias, aun cuando se trata de una educación no reglada sin grandes exigencias, asuma estándares adecuados en el plano de la recuperación, es decir la ventilación, y cuente con calefacción. Pero, además, se ha decidido que combata las altas temperaturas, que cada vez se dan más temprano en el año y por tanto afectan a la época de clases, con aire acondicionado. Ya estaba previsto, de cualquier modo, que se produjeran las obras y tratamientos adecuados para que el inmueble tenga en cuenta cuestiones de eficiencia energética. Como ejemplo, la envolvente, esto es la fachada, explica Márquez, se tratará de manera pertinente para ello. Incluso se actuará en el patio central del edificio para permitir no sólo esa correcta ventilación mencionada, sino también para la entrada de la mayor luz natural posible a las aulas y distintas salas. "Esto supone llevar luz al corazón del edificio", destaca.
En total, detalla la responsable de Urbanismo, el centro de adultos tendrá 14 aulas distribuidas en las distintas plantas del edificio. En la baja habrá dos que tendrán la particularidad de poder reconvertirse para ser un espacio más extenso como aula o para que pueda usarse como salón de actos, para reuniones amplias y eventos de distinta índole. Se fundirían gracias a la colocación de tabiques especiales, que en todo caso no supondrán impedimento alguno -por problemas acústicos- para que se utilicen de manera individual. "Los profesores insistieron mucho en esto y no habrá ningún problema", deja claro.
En esa planta baja estarán los servicios administrativos, sala de profesores, pero también despachos para atender de manera personalizada. Los espacios de espera serán amplios, así como las zonas comunes, de paso, que serán recorridos accesibles, adecuados para personas con movilidad reducida. Por eso, además de la escalera principal en la zona del patio, y una secundaria de seguridad, se pondrá en uso un ascensor que lleve hasta la azotea, que de hecho será visitable. Contará también con una sala informática y se ha reservado un espacio para la asociación de antiguos alumnos Marzam. Tanto en esta como en el resto de plantas existirán aseos adaptados.
En la siguiente planta junto a las aulas establecidas se creará un espacio multiusos que podrá servir como una segunda aula informática o para otras funciones según las necesidades del centro educativo. "El proyecto va a permitir mejorar los servicios que ofrece, progresar y poner en marcha acciones que antes tenían en mente", apunta Claudia Márquez, pero que las limitaciones de las instalaciones que ocupaban, en la calle San Bruno y la Casa Colorá, hacían inviables. Por ejemplo, en la última planta (es decir bajo cubierta) habrá una sala que albergará un aula de cocina y que cumplirá con las condiciones necesarias para ello, como las salidas de humo pertinentes.
Desde luego, resaltan desde el gobierno municipal, reunir la formación que ahora se ofrece en un mismo edificio amplía las posibilidades de María Zambrano en cuanto al desarrollo de actividades. Antes, recuerda Márquez, dirección y docentes tenían que planificar el reparto de clases en función del lugar donde se impartieran y desechar la puesta en marcha de iniciativas por el tiempo y las molestias que suponía el desplazamiento entre ambos emplazamientos. "Están impresionados por la profundidad del proyecto, porque pensaban que sería un lavado de cara, un arreglo de puertas y ventanas y poco más, pero ven que vamos a ir más allá", señala la concejala de Desarrollo Urbano.
La opinión del colectivo, desde la dirección, los docentes, los estudiantes y la asociación de antiguos alumnos, se ha tenido en cuenta en todo momento para que el proyecto incluyera todas sus demandas y sugerencias y para que se ajustara a la realidad. "Se ha recogido hasta el más mínimo detalle de lo que pedían, desde la distribución de las aulas para la mejor colocación de las mesas y sillas hasta los enchufes para que no quedaran ocultos tras los armarios de los que disponen", afirma Márquez. La superficie de las aulas en función de los alumnos que se plantea que acogerán, su superficie según el mobiliario o la existencia de salas de reuniones han sido cuestiones que el equipo redactor, el estudio de arquitectura de Cádiz Vierna9, ha reunido, junto a otros elementos, en este ambicioso proyecto. Entre otras peculiaridades, dos aulas de la tercera planta tendrán terrazas, de manera que puedan usarse como aulas de arte, para exposiciones y otros usos. En total el centro de adultos contará con 1.124,25 metros cuadrados construidos.
El proyecto tiene el visto bueno de los técnicos municipales, de la comisión de Patrimonio -dado que está sujeto al Plan Especial del Protección y Reforma Interior del Casco Histórico (Peprich)- y de la Junta de Andalucía, aunque solo verbalmente por lo que se espera por escrito para poder empezar los trámites para su licitación.
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