Visto y Oído
Broncano
Pizarro, Perales, Aído, Saucedo, Márquez... apellidos históricos del socialismo gaditano tienen garantizada su continuidad en los próximos años en la política provincial gracias al relevo generacional que, desde el año pasado y de manera progresiva, está viviendo el PSOE de Cádiz.
Probablemente ni están todos los que son ni son todos los que están. Pero los que están han venido a atestiguar que algo está cambiando en el seno del PSOE gaditano, donde los dirigentes de siempre, sobre todo los que conformaran el mítico clan de Alcalá, se han decidido a mover el banquillo y dar así una oportunidad a la cantera.
Y entre los que han debutado destaca la presencia de hijos de históricos dirigentes del socialismo gaditano que, liderados sin duda por la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, han protagonizado un desembarco progresivo en cargos públicos que abarcan todos los ámbitos.
El pionero de esta 'quinta de Bibiana' está localizado, cómo no, en Alcalá de los Gazules, que ha sido y sigue siendo el epicentro del socialismo gaditano. En las elecciones municipales de 2003 el hoy alcalde alcalaíno, Arsenio Cordero, llevó de su mano hasta los puestos altos de su candidatura a Javier Pizarro, hijo del actual vicesecretario del PSOE andaluz y para muchos el cerebro organizativo de esta formación política de Despeñaperros hacia abajo: Luis Pizarro.
La Delegación Municipal de Fiestas fue la primera piedra de fuego de un Javier Pizarro que fue cobrando peso en el gobierno alcalaíno, lo que le permitió tras las elecciones municipales de 2007 dar otro salto para convertirse en vicepresidente de la Mancomunidad de Municipios de La Janda.
Pero si el hijo de Luis Pizarro fue el primero en dar el salto, el ascenso más espectacular fue, sin duda, el de Bibiana Aído. De delegada provincial de Cultura a directora de la Agencia Andaluza del Flamenco, y de allí a un sillón en el Consejo de Ministros, algo al alcance de casi nadie. A sus 32 años, y por deseo expreso del presidente Zapatero, Bibiana Aído asumía la cartera de Igualdad y se convertía así en la ministra más joven en tres décadas de democracia. Un sorpresón para todos, incluido su padre, Francisco Aído, quien fuera el primer alcalde democrático de Alcalá de los Gazules y que desde 2003 es el jefe de Gabinete de la Presidencia de la Diputación que ocupa su amigo Francisco González Cabaña.
Hasta Madrid se llevó Bibiana Aído primero al jerezano Gabriel Alconchel, ex secretario provincial de Juventudes Socialistas y hoy máximo responsable del Instituto de la Juventud, y luego a Cristina Saucedo, que a sus 29 años, y con una experiencia de apenas un trienio de concejal en Chiclana, fue nombrada subdirectora general del Instituto de la Mujer. Cristina Saucedo coincide así en la Administración estatal con su padre, Sebastián Saucedo, que desde 2004 es el subdelegado del Gobierno central en Cádiz pero que antes ya fue alcalde de Chiclana y máximo responsable en la provincia de las consejerías de Cultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
En el organigrama de la Administración andaluza está incluido, desde el pasado septiembre, el roteño Rafael Márquez, que es hoy el gerente provincial de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA), dependiente de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio. Rafael Márquez, de 31 años, sigue así la estela política de su padre, Felipe Márquez, un histórico representante del PSOE en Rota, 12 años diputado provincial -primero con Rafael Román y luego con Cabaña- y que desde hace ahora cuatro años preside la Mancomunidad de la Bahía de Cádiz.
En este desembarco a cargos públicos se ha apuntado en esta última semana otro heredero del ilustre clan de Alcalá: Raúl Perales, hijo del actual gerente del plan Bahía Competitiva, Antonio Perales, y sobrino del desaparecido Alfonso Perales, santo y seña del socialismo gaditano y que dejara su sello en la Diputación, el Gobierno andaluz y el Congreso de los Diputados. A sus 29 años, Raúl Perales debuta en la Administración andaluza como director general del Instituto Andaluz de la Juventud.
Los componentes de la 'quinta de Bibiana' tienen en común muy poca experiencia en la gestión pública pero mucha preparación académica. Algunos, tanto desde fuera como puede que desde dentro del PSOE, dirán que se tratan de unos simples enchufados, que están donde están por lo que fueron o lo que son sus padres; otros, por el contrario, asegurarán que estos jóvenes acceden a los cargos públicos porque sus apellidos les cierran muchas puertas en el ámbito de la empresa privada; y habrá también quienes les señalarán como herederos legítimos de la esencia del socialismo gaditano porque es eso lo que desde niños han vivido, sentido y respirado en sus casas.
Pero lo cierto es que esta flamante 'quinta de Bibiana' ha empezado a tomar el relevo, sin miedos ni complejos, al clan de Alcalá. Que se consoliden o no sólo el tiempo lo dirá.
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