Reclutas de Ucrania se adiestran para el combate en Cádiz: "Hay gente que no había disparado en su vida"
El campo del Retín y el Tercio de Armada se convierten en una academia militar para casi un centenar de ucranianos, en su gran mayoría civiles antes de la guerra, que se incorporarán a filas
Infantes de Marina los instruyen en ejercicios de tiro, combate urbano o formación sanitaria básica para el campo de batalla
Así es la instrucción los soldados ucranianos con la Infantería de Marina en Cádiz, en imágenes
En el cuartel del Tercio de Armada (TEAR) de San Fernando el inicio de la jornada es algo distinto en este mes de marzo. Al himno de España que cada mañana suena con el izado de bandera se la ha sumando el grito de ‘Gloria Ucrania’, que entonan reclutas de este país en su idioma.Se están adiestrando en estas instalaciones de la Infantería de Marina y en el campo de adiestramiento de la Armada en la Sierra del Retín en Barbate, que se han convertido en una academia de combate para este grupo de casi un centenar de ucranianos.
Cocineros, camareros, profesores, vendedores de coches, conductores,... Y es que, en su gran mayoría, son civiles que apenas tenían formación militar previa antes de que Rusia invadiera Ucrania. La mili y poco más , aunque algunos ya han combatido en este año de guerra. Ahora aquí –teniendo que tapar su cara ante las fotos– recibirán una formación de varias semanas para “aumentar su probabilidad de supervivencia en el campo de batalla”, como explicaba el teniente coronel Javier Vega, comandante de la unidad de formación de esta misión. Englobada en el compromiso de España con la operación de Asistencia Militar de la Unión Europea en Apoyo a Ucrania (EUMAM) mantiene a varios centenares de los ya militares del país ucraniano divididos en distintos puntos de España realizando distintas formaciones desde noviembre. No se dan detalles concretos, pero una vez terminados los módulos volverán a su país para encuadrarse en las unidades que su Gobierno determine.
Por eso, un centenar de infantes de Marina, pertenecientes al Tercer Batallón del Desembarco del TEAR, se ha hecho cargo de una dura instrucción de los reclutas en una operación donde se están aprovechando las “oportunidades” que ofrece tanto el TEAR como el campo del Retín. Formación y ejercicios de tiro – “que es lo que más solicitaba Ucrania, con un cuarto de todo el periodo”–, atención sanitaria básica para minimizar bajas, combate en terreno urbano, con tácticas de pequeñas unidades a nivel pelotón; un módulo individual con topografía o navegación o para saber tratar el estrés en combate,.... “Todo orientado a la ofensiva”, apuntan los mandos de la Armada.
Las jornadas (hasta completar unas 330 horas), para las que cuentan con una serie de intérpretes contratados; se están alargando 12 horas diarias con un intenso programa de adiestramiento que abarcan ocho días continuados en el Retín, rotando con cuatro días en San Fernando. La misión está siendo todo un “reto logístico” para la unidades isleñas, que tienen que duplicar todos los servicios y para las que la barrera del idioma no está siendo tan alta como podían pensar en un principio.
Porque las relaciones personales se crean. “Son gente de variadas edades, desde los 18 hasta los 55 años, que sí tienen en común que están muy motivados, que se implican mucho y que en estas semanas ya se ha notado bastante el avance en el adiestramiento”, añade el teniente coronel. Y eso que, como comentaba uno de los soldados instructores del TEAR “había gente que no había disparado un arma en su vida”. “Son personas con muchas ganas de ayudar a su país al máximo, que te cuentan experiencias duras”.
Un campamento en la Sierra del Retín
Este lunes, el Estado Mayor de la Defensa mostró a los medios de comunicación cómo se está llevando a cabo este adiestramiento y la rutina diaria de todo el equipo. En el Retín, con dos pelotones con sus mandos, hay instalado un campamento base, donde conviven con los militares españoles.
Allí se intentan asimilar las condiciones de la dificultosa vida militar, como las inclemencias del tiempo, las escasez de medios, para “reforzar su resilencia y fortaleza mental”. Pero también se le mantiene una serie de comodidades para garantizar las comunicación con sus familias el tiempo que estén en Cádiz y que puedan recuperarse en los cortos periodos de descanso que disponen. Tiendas de campaña, zona de aseo, de comida o un puesto de mando conforman esta parte del campo barbateño, desde donde salen temprano para iniciar los ejercicios.
“Vamos trabajando a través de ejemplos. Los instructores realizan el ejercicio y luego lo realizan ellos y se van haciendo repeticiones con su supervisión y correcciones”, contaba el teniente coronel camino de las prácticas de tiro real con fusil, que se hacen con armamento español, en uno de los escenarios.
Rodeados de vacas de retinto, sin que ninguna llegara a inmutarse, al otro lado entrenaban técnicas de tiro de precisión en seco, sin munición real. Cosas básicas como “poner el seguro, no disparar si tenemos un compañero cerca, control, la posición que se debe adoptar,...”, que pueden salvar la vida en un instante clave. “Al final del curso podrán haber realizado unos 600 disparos de fusil, que para cuatro semanas es bastante”. Además se contemplan disparos de ametralladora ligera, lanzamiento de granadas y ejercicios con sistemas de armas contracarro.
Mientras otro grupo conocía más claves básicas para la supervivencia, como es la asistencia sanitaria a bajas en combate: hacerse un torniquete, saber cuál es el momento para actuar, para salir a ayudar al compañero,... Repetían y repetían el ejercicio. “Está siendo un periodo bastante duro pero a la vez satisfactorio”, manifestaba a los periodistas uno de los soldados instructores del TEAR, recordando que se hacen prácticas tanto de día como de noche. Los infantes de San Fernando, aunque están al lado de casa, están desplegados como en otra misión internacional.
Más tiros en el TEAR
Y si en Barbate el entorno es natural, en San Fernando otra unidad se entrenaba en combate urbano aprovechando unas modernas instalaciones. Entre los edificios grises que simulan cualquier pueblo, los grupos de ucranianos realizaban tiros en combate, recibiendo también disparos con munición UTM (Ultimate Training Munitions) para aumentar la presión y estrés y practicando las técnicas sanitarias para evacuación de heridos.
En la galería de tiro de la zona de la Clica, inauguradoa en 2013 y considerados uno de los mejores de Europa, practicaban “con pistolas a una distancia de 25-10 metros y con fusil, de entre 50 y los 100 metros que contemplan sus galerías”. Lo hacían a su vez en el simulador, como una especie de ‘Call of Duty’ donde pueden comprobar los avances de su puntería.
Como el de ayer, se sucederán los días hasta completar este Curso de Formación Básica de Reclutas, enmarcado en la operación EUMAN-UA, y tras el que se prevé que sigan llegando más ucranianos al Tercio de Armada.
Las Fuerzas Armadas españolas cuentan con una gran experiencia en las misiones de adiestramiento a personas de otros países, como Malí, Somalia o Irak en el ámbito de otras operaciones de la de la Unión Europea y los aliados. Esta misión de la UE de apoyo a Ucrania se lleva a cabo bajo la dirección del Toledo Training Coordination Centre (TTCC), creado para la misma y bajo el control operativo de la Mando de Operaciones.
“El Ministerio de Defensa y por extensión las Fuerzas Armadas, proporcionan los apoyos operativo y logístico necesarios y lleva a cabo el adiestramiento como muestra del compromiso de la sociedad española con los principios democráticos y la legalidad internacional”, afirman desde el Estado Mayor de la Defensa. El apoyo moral de los infantes de Marina del TEAR “están siendo clave para mantener la implicación y motivación de los soldados ucranianos”.
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