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El torillo andaluz (Turnix sylvaticus),Turnix sylvaticus una especie de perdiz pequeñita, habitaba los matorrales y arenales de Andalucía occidental. Constituye uno de nuestros últimos éxitos exterminadores: en la Península no hay registros de la especie desde los años 80. Sí que hay colonias, sin embargo, en Marruecos y el Norte de África, y desde el Zoobotánico de Jerez están trabajando en un “proyecto de reintroducción de ejemplares vivos. Pero las negociaciones –explica Mariano Cuadrado, biólogo conservador del centro– son complicadas y lentas, aunque el proyecto lo tiene todo: es bueno, bonito y barato. Conocemos la técnica para criar a codornices pequeñitas: sólo nos faltan los protagonistas”.
Como muchos otros, el zoo de Jerez participa en una serie de programas de cría en cautividad de especies amenazadas –de los cuales, su estrella es el Plan de Cría en Cautividad del Lince Ibérico–. Dentro de los proyectos de reproducción ex situ, en el propio centro, destaca el programa de reintroducción del ibis eremita, cuyos pollos son criados en el zoo, trasladados al aviario de San Ambrosio –esta semana, precisamente, recibieron 15 nuevos ejemplares procedentes de zoos europeos– y después puestos en libertad.
El ibis es una especie que habitó hace varios siglos la Península, algo que atestiguan los restos fósiles que se han ido encontrando. “No existía en la provincia de Cádiz y hemos conseguido desarrollar una nueva población”, continúa Mariano Cuadrado.
Además del ibis eremita, el zoo de Jerez ha conseguido –tras dos años de colaboración con la Junta y el CSIC– la reintroducción de águilas imperiales en la provincia. Un proyecto que han desarrollado a partir de huevos descartados de nidos de las sierras de Córdoba y Jaén. Los polluelos fueron criados artificialmente y después liberados en la Sierra: “Con uno o dos meses, ya cogen las coordenadas geográficas”, indica Cuadrado. Gracias a esto, por primera vez, las águilas imperiales están criando en la sierra gaditana: de hecho, ya hay cuatro o cinco nidos localizados. Otra ave de presa con la que se ha trabajado en el zoo jerezano es el águila pescadora: “Una especie sobre todo de ámbito costero pero que se adapta muy bien a las masas de agua grandes y que está presente alrededor del embalse de Barbate”.
Además de reintroducciones de especies, el zoo de Jerez trabaja en el reforzamiento de especies autóctonas como el camaléon –introduciendo ejemplares, sobre todo, en la franja de Sanlúcar hasta Barbate– y el cernícalo primilla; o el rescate de un tipo de narciso endémico (Narcissus fernandesii) que apareció en la zona de la actual carretera Jerez-Los Barrios.
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