"Ha sido una represalia de los narcos contra la Guardia Civil", afirma la madre del agente de La Isla asesinado
"Para mi Marlaska es una alfombra a la que piso"
"No sé si hay intereses con el dinero de la droga, pero yo no me voy a callar"
"Se mofaban de ellos cada día"
"El narco se ha venido arriba, ha desaparecido el principio de autoridad en Cádiz"
"Creo que ha sido una represalia de los narcos, porque hace unos días había muerto uno de ellos en un accidente (en el río Guadalquivir). Iban contra la Guardia Civil, da igual quienes fueran (los agentes)". Es parte del relato de Francisca María Gómez, la madre del agente gaditano Miguel Ángel González asesinado el pasado viernes en Barbate junto a otro compañero, tras ser abordado por una narcolancha.
Acompañada por su hija, y hermana de Miguel Ángel, Celia, las dos han hablado en un programa de Antena 3.
"Conociendo a mi hijo estoy segura que él se presentó voluntario (para ir en la lancha en Barbate), ante la falta de agentes. Seguro que él dijo que quería ir. Y seguro que iba el primero, en la proa, como el Cid Campeador". Afirma que no le han dicho quién dio la orden para esta misión "suicida, cuando no tenían medios y debería de haber ido una lancha con ametralladora", indicando que el mando de la Guardia Civil se encontraba en ese momento en el Teatro Falla de Cádiz, donde se celebraba la final del Concurso de Agrupaciones del Carnaval.
En su conversación insistió en que ella va a luchar por saber qué pasó, porque fueron contra la narcolancha sin tener los medios adecuados. "No sé si hay intereses creados por el dinero de la droga, pero yo no me voy a callar hasta que haya justicia y la Guardia Civil tenga medios. Pero había medios (refiriéndose al OCON-Sur) pero los quitaron".
Lamentó la hermana del guardia civil los gritos que esa noche del viernes, en el puerto de Barbate, jaleaban a los asesinos. "Dicen que en Barbate la gente son unos santos, pero los que gritaban son de allí. Hay gente que me está escribiendo y diciendo que 'uno menos".
Celia González también habló del funeral celebrado en Cádiz y de la capilla ardiente con el cuerpo de su hermano en la Comandancia gaditana. Denuncia que cuando llegó el ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, "me quitaron de en medio".
"Yo estuve todo el tiempo al lado del féretro. Me enteré que llegaba ese hombre (refiriéndose al titular de Interior) y pedí que cuando llegará me avisasen. Hubo un momento que dos chicos me cogieron y me dijeron que tenía que tomar algo para calmarme. Después me enteré que (en el momento en la que le habían sacado de la sala donde se estaba velando el cuerpo de su hermano) había estado el señor ese".
Tiene claro que cuando escucharon su rabia dijeron "esta la va a liar y hay que quitarla de aquí. Me consta que mi padre sí le dijo cuatro palabras".
La madre del agente, en un momento de auténtico shock, reconoce que Marlaska "se me acercó cuando no me lo esperaba. Si no, ese hombre no me da el pésame. Para mi es una alfombra que poder pisar. Él es un mentiroso cuando habla de que la operación fue técnicamente impecable, como lo es su jefe".
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