La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
Las Fuerzas Armadas realizaron ayer con éxito una operación de evacuación de casi 6.000 españoles de un país extranjero en conflicto. "Ha funcionado espectacularmente bien", dijo el ministro de Defensa, Pedro Morenés, que no perdió detalle. Esta vez, la Operación NEO (de evacuación de no combatientes) fue irreal pero el Ejército quiere estar preparado para cuando se pueda dar una situación similar e hizo una demostración en el campo de adiestramiento de El Retín, en Barbate, lo más fiel posible.
Hasta 500 militares de la Armada, la mitad de Infantería de Marina, participaron en el ejercicio Copex-13, que utilizó las instalaciones barbateñas para resaltar las principales capacidades que una Fuerza Anfibia pondría al servicio de este tipo de evacuación de ciudadanos españoles en una zona que bien está en guerra o ha sufrido una catástrofe. Una actuación que se realizaría en el caso más extremo, cuando no se pudiera sacar a los españoles utilizando las infraestructuras civiles, y se requiera entonces el apoyo de las Fuerzas Armadas. Agruparía a diversos ministerios, principalmente el de Exteriores y Defensa, siguiendo el plan de evacuación que la embajada española del país en cuestión debe tener ya preparado, y con la participación conjunta de Armada, Tierra y Aire.
La secuencia de acontecimientos -simulados- en Barbate fue la siguiente. Dos helicópteros fueron al rescate de unos ciudadanos españoles aislados en una vivienda. Para asegurar primero la casa se usó la técnica de inserción conocida como fast rope (cuerda rápida) desde un helicóptero de la Quinta Escuadrilla. Más tarde, otro de la Tercera Escuadrilla recuperaría a los rehenes de la zona mediante la técnica SPIE-RIG al no poder tomar tierra.
Desde el mar, llegaban poco después tres olas de vehículos provenientes del buque Castilla. Embarcaciones rápidas Supercat, ideales para desembarcar unidades ligeras de forma discreta y por sorpresa, llegaban a la playa. Tras ellas, vehículos de asalto anfibio (AAB) arribaban a la orilla para hacer la zona segura. Estos vehículos son capaces de realizar el tránsito de agua a tierra sin detenerse evitando fuego enemigo. Finalmente, entraban en escena las lanchas de desembarco del Grupo Naval de Playa, con más medios en su interior como vehículos Hummer y Pirañas, una columna capaz de proporcionar la máxima protección al tránsito de evacuados, que protagonizaría la parte final del adiestramiento.
Se vería entonces como los primeros españoles lograban llegar al Centro de Control de Evacuación, montado para reunir a todos los ciudadanos españoles del país, miles en este caso. Allí, serían identificados pasando una serie de filtros de seguridad, haciendo vida en el centro a la espera de su rescate. Cuando aparecen los vehículos, son montados y acercados a la playa para desde la costa trasladarlos a lugar seguro, posiblemente una base avanzada preparada en otro país, terminando la misión.
Fueron apenas 30 minutos de actividad, pero intensos. De hecho, el Ejercicio Coperx-13 se ha desarrollado durante una semana, dirigido desde el Acuartelamiento de Camposoto, con el objetivo de adiestrar en la conducción de operaciones conjunta del Mando de Operaciones y del Cuartel General del Comandante de la Fuerza Operativa Conjunta, y es el principal adiestramiento del año. El jefe del Estado Mayor de la Defensa, y el ministro de Defensa Pedro Morenés lo observaron desde primera fila. "Es una muestra de que, a pesar de las dificultades económicas por las que pasamos , las Fuerzas Armadas tienen todo el sentido. Es una situación que se podría dar", afirmó Morenés.
En medio de la secuencia, un avión Harrier irrumpe con una demostración de fuerza y apoya la operación para asegurar que no hay amenazas. Su vuelo siempre se lleva la atención.
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