Las restricciones en el suministro de agua, cada vez más cerca por la sequía

El año 2020 no sólo está siendo malo a nivel sanitario sino en cuanto a precipitaciones. La falta de precipitaciones está colocando al límite a varios pantanos de la provincia, sobre todo a los del Campo de Gibraltar, donde ya han comenzado las restricciones en las comunidades de regantes y pronto se extenderán a la población en general. Según ha podido saber este diario, la Junta de Andalucía ya está tramitando la declaración de alerta para la cuenca gibraltareña y una vez que sea aprobada podrían comenzar esas restricciones en el suministro de agua. Para evitarlo tendría que comenzar a llover de manera continuada en las próximas semanas. Todo lo contrario, obligará a los responsables de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía a tomar medidas tan necesarias como impopulares.

En estos momentos, los embalses campogibraltareños están en una situación crítica. El embalse de Charco Redondo está al 20,02% de su capacidad, es decir tiene 16,34 hectómetros cúbidos de los 81,60 de que dispone. El pasado año, en esta misma semana de octubre su capacidad era de 39,57 hectómetros cúbidos.

El embalse de Guadarranque, con capacidad para 87,70 hectómetros cúbicos, está al 31,09% y cuenta con 27,27 hectómetros cúbicos (44,63 en 2019).

La cuenca del Guadalete es la que mejor se encuentra. Buena parte de ello lo tiene la gran capacidad del Guadalcacín y los Hurones, sobre todo el primero de ellos, que es el segundo más grande de Andalucía. El Guadalcacín tiene una capacidad de 800,30 hectómetros cúbicos y actualmente tiene 320,52 (40,05%). Una barbaridad de agua que permite a la zona a la que da servicio no tener que preocuparse por restricciones al menos durante un año. Los Hurones tiene una capacidad de 135,30 hectómetros y actualmente tiene 65,38 (48,32%).

En la zona de la Sierra, el embalse de Zahara-El Gastor, con una capacidad de 222,70 hectómetros, está en esta semana de octubre al 44,74%, con 99,63 hectómetros cúbicos. El embalse de Bornos, 200,20 de capacidad y actualmente con 43,93 (21,94%) y por último el de Arcos, el más pequeño de esta cuenca, con 14,60 hectómetros de capacidad y actualmente con 13,34, está al 91,37% de su nivel.

Por último, hay que hablar de la cuenca del Barbate, cuya situación también es muy preocupante y sobre la que pesa la amenaza de la declaración de alerta igualmente, sobre todo porque los tres pantanos que dan servicio tienen poca capacidad.

En este caso, el embalse del Barbate, con 228 hectómetros cúbicos de capacidad está al 20,94% con 47,74 hectómetros. El de Celemín, con 44,81 de capacidad tiene 9,44 (21,07%) y el más pequeño de toda la provincia, el embalse de Almodóvar, que cuenta sólo con 5,68 hectómetros cúbicos de capacidad, está al 29,93% al disponer de 1,70 hectómetros cúbicos de agua.

Las previsiones meteorológicos tienden a un empeoramiento del tiempo a partir del martes de la semana entrante que podría traducirse en fuerte precipitaciones en algunas zonas del interior de la provincia. Esto podría aliviar en algo la situación dramática que empieza a vivir el campo gaditano, cuyas explotaciones agrícolas ya se han visto afectadas por la crisis económica derivada de la pandemia coronavírica y que, además, ahora estaría con las carnes abiertas ante las reestricciones en las comunidades de regantes. Habrá que mirar al cielo y confiar que llegue un otoño lluvioso.