La tribuna
¡Parad la guerra con Rusia!
Reyes Maroto | Ministra de Industria, Turismo y Comercio
Reyes Maroto (Medina del Campo, 1973), ministra de Industria, Comercio y Turismo, recibe a este periódico en el Parador de Úbeda (Jaén), tras culminar una intensa jornada de actos que la ha llevado también por Martos y Baeza. Es lunes y la conversación deriva necesariamente a la reunión que se desarrolla en ese preciso momento en Sevilla, en la sede del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales, donde patronal y sindicatos se ven por tercera vez para desbloquear el convenio del metal de Cádiz. A pesar del optimismo de la ministra, la fumata blanca no llega hasta dos días más tarde, lo que obliga a actualizar la conversación por correo electrónico.
–La huelga del metal de Cádiz se ha resuelto tras nueve días de paro indefinido. Su Ministerio se ha mantenido en un discreto segundo plano. ¿Qué papel ha jugado y qué valoración hace del acuerdo?
–Mi papel ha sido discreto pero eficaz. El problema que encontré era la falta de confianza entre los actores implicados. Tras conseguir que se sentaran a negociar y plantearan sus propuestas se llegó a un acuerdo que es bueno para todos porque se garantiza la estabilidad laboral y la revalorización de los salarios pero también se extiende hasta 2023 la duración del convenio, lo que da certidumbre y confianza a las empresas. Mi experiencia es que del dialogo siempre salen acuerdos y soluciones.
–¿Qué opina de las arengas del alcalde de Cádiz a los manifestantes megáfono en mano?
–Creo que el alcalde se equivocó. Entiendo que la situación es compleja pero lo que hizo la ministra de Industria fue llamar por teléfono y sentar en una mesa a aquellos que tienen responsabilidades en la solución del conflicto. Eso no es lo que consiguió el alcalde de Cádiz, sino que al contrario, alentó a las manifestaciones y a la crispación.
–La ministra de Trabajo expresó su solidaridad con las reivindicaciones de los trabajadores. ¿No choca con el papel institucional del Gobierno de España?
–Son muy legítimas las reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras de la Bahía. Como ministra de Industria y parte del Gobierno de España, somos muy solidarios cada vez que hay una huelga o una manifestación. Y creo que la ministra de Trabajo mantiene la misma posición que el resto del Gobierno. Muy distinto es un alineamiento con la posición del alcalde u otros representantes públicos que alientan a la crispación. Creo que la ministra de Trabajo tiene que estar en las soluciones y sabe muy bien que el diálogo es necesario para llegar a acuerdos, porque lo practicamos dentro del Gobierno.
–Pero comprenderá que en Cádiz se palpa la desafección de las administraciones. En su último viaje a la Bahía, usted venía de visitar unos astilleros privados en Palma de Mallorca, y aquí fue a una exposición cofrade en Jerez. ¿Son conscientes de ello?
–Somos conscientes. En mi visita tuve la oportunidad de reunirme con los sindicatos de la Bahía, y me trasladaron la sensación de desasosiego y de no tener un futuro. Por eso es muy importante que podamos trabajar en proyectos de reindustrialización. Muy pronto presentaremos un Perte (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) aeronáutico en el que la Bahía de Cádiz tiene que ser protagonista. También le anuncio que vamos a presentar un proyecto en torno a la industria naval, donde claramente en la Bahía de Cádiz tenemos un ecosistema que va a favorecer la inversión. Dicho lo cual, yo también reclamo el papel activo de la Junta de Andalucía, que también debe dar respuesta a esta inquietud. Apelo a que la Junta sea mucho más clara en cuanto a cuáles van a ser los proyectos que financiará. La Junta va a encontrar en esta ministra una aliada. Pero nosotros también necesitamos encontrar un aliado en la Junta, y nos tiene que decir qué va a hacer con la Bahía de Cádiz.
–Hace falta más coordinación. Parece ilógico que se plantee un Centro Aeronáutico 4.0. en la planta de Airbus Puerto Real cuando a un kilómetro escaso la Junta promueve el Centro de Fabricación Avanzada.
–La vocación del Ministerio es siempre trabajar conjuntamente con las comunidades autónomas en la búsqueda de oportunidades. La Junta tendrá que explicar por qué teniendo capacidad de poder financiar en Puerto Real un proyecto que estaría cofinanciado con fondos del Ministerio de Industria, presenta uno alternativo en un sitio que no digo que no sea necesario, pero que no resuelve la crisis industrial que nos ocupa y en la que hemos trabajado estos meses para solucionarla. Airbus ha cumplido. El acuerdo al que llegó con el Ministerio y los sindicatos era no perder ni un puesto de trabajo y que se mantuvieran las capacidades industriales. No hemos conseguido que los trabajadores de Puerto Real mantengan sus puestos de trabajo allí donde realmente quieren estar, pero he de decir que la alternativa era no sólo que esa planta se cerraba sino que se despedían a todos los trabajadores. Por lo tanto, ese acuerdo se ha cumplido. Nosotros nos comprometimos a que iba a haber una alternativa, en este caso un centro de desarrollo de la industria 4.0. y buscamos la complicidad de la Junta para trabajar juntos. Puerto Real necesita no sólo el apoyo de la ministra de Industria, sino también el de la Junta de Andalucía.
–¿Cuando dice que Airbus ha cumplido, es por lo que consideró el acuerdo buena noticia?
–Cuando nosotros empezamos a negociar con Airbus, las condiciones de ese acuerdo eran que Puerto Real no sólo se cerraba sino que se perdían los puestos de trabajo. El acuerdo que nosotros queríamos era que se mantuvieran todos los proyectos. De hecho, nos comprometimos a hacer inversiones y que se reforzara la carga de trabajo de Airbus en España. Hemos cumplido y los sindicatos también valoran positivamente porque se ha negociado de una forma honesta. Dicho lo cual, yo empatizo totalmente con los trabajadores y trabajadoras de Puerto Real. Claramente, lo óptimo hubiese sido dejar a esos trabajadores con sus capacidades porque esto puede afectar a los proveedores de Puerto Real. Por eso es tan importante buscar un proyecto alternativo de reindustrialización.
–El palo de Airbus llega después de Delphi, Visteon... Otra vez la Bahía de Cádiz señalada con la única fábrica de Airbus que va a cerrar en Europa.
–Estamos dando respuesta de una manera digna a una situación de la industria aeronáutica que como consecuencia de la pandemia ha visto reducidas sus capacidades con un impacto muy negativo. La exigencia que le hicimos a Airbus tanto los sindicatos UGT-FICA y CCOO Industria como el Ministerio fue trabajar en un proyecto de futuro. No queremos sólo el mantenimiento de esos puestos de trabajo sino que se refuerce la carga de trabajo que Airbus tiene en España. Para eso estamos trabajando con la empresa y financiando proyectos importantes no sólo para la Bahía sino para la planta de Airbus en Sevilla, que es un buque insignia de Andalucía. Y tenemos en el horizonte el desarrollo del FCAS, en el que España va a participar al mismo nivel que Francia y Alemania.
–Si la aeronáutica es un sector tan estratégico, ¿por qué España no eleva su participación en el capital de Airbus, que sigue muy por debajo de Francia y Alemania?
–Cuando llegamos al Ministerio, el reto era que la participación respondiera a la carga de trabajo de Airbus en España, cosa que no existía. Y también nos propusimos el objetivo ya conseguido de una mayor representación de españoles en el consejo de dirección. Como sabe, además de otra consejera que teníamos, el presidente de Airbus España ha entrado en el comité ejecutivo. Eso es bueno para España. Una vez que consigamos recuperar esa carga de trabajo que se ha perdido en los últimos años y lograr una mayor representación, estará por ver cuál es el papel de España en Airbus y si exigimos a través de la SEPI una mayor participación. Como digo, hemos ido cumpliendo los hitos que nos propusimos: más carga de trabajo y mayor representación de directivos españoles en el consejo. Y a día de hoy, estamos satisfechos.
–¿Qué se va a hacer en ese Centro 4.0.?
–Nos gustaría que ese centro siguiera prestando valor a todo el ecosistema de la industria aeronáutica. Una vez que se presente el Perte aeronáutico van a surgir oportunidades en la Bahía. Nuestra aspiración es que se convierta en una palanca para generar innovación, que después se traduce en carga de trabajo y en transferencia tecnológica. Es una oportunidad única, ahora que tenemos los fondos europeos y el Perte aeronáutico.
–Antes mencionó un proyecto vinculado al naval. ¿Puede concretar a qué se refería?
–Llevamos dos años trabajando con Pymar y Navantia. Los fondos europeos suponen una oportunidad para acelerar la transformación de la industria naval. Teniendo en la Bahía de Cádiz a Navantia como buque insignia, creemos que puede ser uno de los proyectos tractores de su reindustrialización.
–La Junta ha advertido que los incidentes pueden ahuyentar a inversores interesados en la Bahía. ¿Usted comparte esa impresión?
–Creo que un entorno de paz laboral ayuda a un clima de negocios en el que las inversiones son más fáciles de conseguir. Todas las administraciones tenemos una responsabilidad, desde el Estado a la Junta, pasando por el Ayuntamiento de Cádiz. Estoy convencida de que los trabajadores quieren lo mejor para el futuro de la Bahía y los empresarios también. Es legítimo que tengan diferencias, pero desde luego, en el Ministerio de Industria van a encontrar un aliado para conseguir no sólo ese clima laboral sino proyectos industriales que respondan a sus inquietudes.
–El Estado hizo actuaciones en el pasado para que Airbus instalara sus lineas de producción del A380 en Puerto Real como la mejora del muelle de la Cabezuela o la rampa Ro-Ro, y ahora van a quedar en desuso.
–Pero no creo que fueran malas las inversiones. Lo que pasó con el A380 es que era un proyecto que no tuvo acogida en el mercado. Creo que cualquier inversión es buena. Y luego la podemos utilizar para otros proyectos que puedan tener un interés, sean de Airbus o de otra empresa. Lo malo sería no haber invertido nada. Es mejor arriesgar a pesar de que uno no siempre consiga lo que quiere, que quedarse pasivo. La ambición siempre ayuda a conseguir los mejores resultados.
–El Gobierno lleva años convocando ayudas a la reindustrialización a través del Plan Reindus, que dejó de ser específico para Cádiz. Las últimas convocatorias han tenido muy poco eco en las empresas gaditanas. ¿Qué falla?
–Hemos tratado de mejorar el instrumento. Como bien decía, había una serie de especificaciones vinculadas a la necesidad de reindustrializar territorios como la Bahía de Cádiz, Ferrol o Teruel. Pero veíamos que a pesar de reservar esos fondos finalmente no salían proyectos que se financiaran. El éxito que hemos conseguido es el cambio de ese instrumento a un fondo que hemos llamado de inversión productiva que gestionamos con Sepides, y que va a estar abierto todo el año, lo que nos da flexibilidad a la hora de financiar cualquier proyecto, independientemente de su maduración. Espero que con el trabajo que estamos haciendo con el sector productivo en Cádiz se vea efectivamente que este fondo a pesar de no tener esa reserva, es bueno para Cádiz. Y espero que además puedan presentarse proyectos tanto al Perte aeronáutico como al Perte naval, que son sectores tractores. Y ahí esperamos que la Junta clarifique su política industrial.
–La industria aporta el 11% del PIB andaluz, lejos del 16% de media nacional o del 25% de País Vasco o Navarra. ¿Qué hace mal la economía andaluza?
–Creo que en general ha faltado planificación de política industrial entre las distintas administraciones, y probablemente en el Gobierno de España. Cuando llegué apenas estaba definido qué política industrial necesitaba este país. Esto ha cambiado porque nosotros creemos que la política industrial es necesaria y también ha cambiado porque la pandemia nos ha dado la excusa. Andalucía tiene que buscar cuál es su modelo de crecimiento equilibrado, alineando su modelo turístico que cada vez genera más empleo, y defendiendo la industria que tiene con la ambición de traer nuevas industrias a su territorio. Aquí van a encontrar un gobierno que tiene como prioridad la reindustrialización con una mirada de cohesión territorial, porque puede ser vertebradora de territorio y palanca contra el reto demográfico. La industria necesitaba de mucha más ambición política y desde luego, este Gobierno y esta ministra lo tienen.
–Además de atraer inversiones, habría que cuidar lo que ya se tiene. ¿Qué pasa con Abengoa?
–Abengoa es una empresa que España necesita. Ha tenido problemas internos, con una mala gobernanza que ha llevado a malas decisiones. Lo puedo decir en primera persona porque hemos trabajado con ellos en laudos en distintos países donde la hemos defendido. Hay que buscar un equipo directivo que la saque del problema de deuda que tiene. Y también necesitamos una Junta de Andalucía que la defienda. En el último proceso de reestructuración, la Junta se ha negado a ayudar a una empresa que genera el 80% de su empleo en Sevilla. Yo no daba crédito. Recuerdo que eran veinte millones y nosotros desde la Administración, desde Cesce, poníamos más de 200, lo que dejaba claro que el peso lo llevábamos nosotros. No veo que la Junta esté defendiendo el interés general. En este país tenemos pocas Abengoas, por lo que merece la pena apoyarla.
–¿Si Abengoa hubiera tenido su sede en Barcelona o Bilbao ya estaría salvada?
–La Junta tiene que plantearse qué falla en sus instrumentos o si es un tema más intrínseco de su Gobierno en cuanto a la defensa de las empresas andaluzas. Puedo poner como ejemplo el rescate de Duro Felguera, en el que el Principado de Asturias participó con inversión, o el del País Vasco con empresas que hemos necesitado reforzar, como el caso de ITP.
–Usted es ministra de Industria y Turismo. ¿Andalucía está abocada a ser sólo sol y playa?
–Siendo ministra de Industria y Turismo puedo defender que España necesita reindustrializarse. Nuestro objetivo es lograr que el 20% del PIB sea industrial. España no puede perder el tren de la modernización y los fondos europeos suponen una oportunidad. Tenemos que transformar nuestro modelo turístico, que estaba muriendo de éxito ya que nos basábamos sobre todo en cuánta gente viene. Somos número uno en competitividad turística. Por tanto, nuestra ambición tiene que ser mejorar la calidad de nuestro modelo, atraer turistas de mayor gasto, mejorar nuestro producto e interconectarnos.
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