La riada que dejó a Jerez sin agua

Repaso a las inundaciones más importantes ocurridas a lo largo del siglo XX en la ciudad . En 1917 la crecida del río Guadalete dejó a toda la zona sin abastecimiento durante varios días

La riada que dejó a Jerez sin agua
La riada que dejó a Jerez sin agua
J.p. Lobato Jerez

24 de marzo 2013 - 05:01

Mucho se ha hablado durante el último mes de las inundaciones ocurridas en la zona rural del área de Jerez debido al desbordamiento del Guadalete, que se saldó con 9 familias evacuadas por precaución. Sin embargo, las informaciones sobre las inundaciones históricas ponen el acento en el pasado siglo XX, donde el río llegó a desbordarse casi en una decena de ocasiones. Incluso hay datos de una inundación devastadora ocurrida en marzo de 1618, aunque los daños son indefinidos debido a la falta de información.

La primera riada del siglo XX fue la más importante documentada debido a los daños que ocasionó. Durante los primeros días de marzo de 1917 la crecida del río dejó sin abastecimiento de agua a todo el entorno de Jerez durante varios días debido a que en aquella época la ciudad solo recibía agua de un embalse, Guadalcacín 1. Se produjo el desborde tanto del Guadalete como del Majaceite, destruyendo el 6 de marzo el puente de 'La Florida' (La Barca), donde se encontraba por entonces la única vía de entrada para el agua de la ciudad: la tubería de Tempul.

Julio González Hontoria, alcalde de Jerez, declaraba en 'El Guadalete' (periódico de la ciudad): "Según me comunica la Gerencia de la Sociedad anónima de abastecimiento de agua, con motivo del hundimiento del puente de La Florida ha sido cortada la tubería de conducción de aguas del Tempul que sobre él pasaba impidiendo la entrada a los depósitos y no quedando por tanto más agua que la que estos contienen para abastecer por unos días la población". El edil de la ciudad prevenía a los jerezanos que, debido al desconocimiento de los daños causados, "el suministro de agua al vecindario para beber y guisar exclusivamente, se efectuará situando botas al pie de las fuentes públicas y en el depósito del Tempul donde se facilitará individualmente la necesaria para usos indicados".

Los recortes posteriores hablan de huracanes que causaron daños irreparables en toda la provincia. La corriente "impetuosa" del Guadalete inundó toda la campiña, arrasó con los huertos y destruyó la cosechas, ahogando a varios animales. Los vecinos de la zona, debido a la rapidez con la que el agua penetró en las calles, tuvieron que refugiarse en los tejados de sus casas. Las comunicaciones quedaron completamente muertas, afectando tanto a carreteras como a las líneas telefónicas y telegráficas.

En el centro de Jerez hablan claramente de daños causados en calles como Plata, donde se hundió el techo; Méndez Núñez, donde una bodega se derrumbó o Cazón. Se refieren a una desocupación en una escuela en la calle Ventura Misa y la caída de varios árboles en las alamedas de Fortún y Torres y las calles Pérez Galdós, Taxdirt, Esteve, Carmen Benítez o Santo Domingo. No es de extrañar que debido a estos daños los periódicos hablaran de "salvamentos heroicos" por las numerosas personas en peligro. La reparación posterior de la cañería fue obra del ingeniero de la Sociedad Anónima de Abastecimiento de Aguas, Antonio Gallegos.

La próxima riada sería la acontecida entre los días 3 y 7 de junio de 1930. A causa de lo ocurrido en 1917, ya en 1927 se había acabado de construir el puente de San Patricio, por el ingeniero Eduardo Torroja, que suponía un hito en materia de infraestructura al ser el primer puente pretensado construido en España a una altura mucho superior que el que fue derribado por las inundaciones en el 1917, asegurando así que aunque el río creciera no se pusiera en peligro el abastecimiento de agua. Aún así, los informes sí hablan de víctimas mortales y destrucción en viviendas, vías de comunicación y agricultura. En esta riada, la presa de Guadalcacín llegó a evacuar hasta 1320 metros cúbicos por segundo, al alcanzar la altura de 4,75 metros.

Las siguientes inundaciones importantes ocurrieron los años 1946, 1970, 1979 y 1996. Las dos primeras solo causaron daños en el mundo de la agricultura, mientras que estas dos últimas, más recientes en la memoria de la ciudad causaron evacuaciones de familias. Aunque la más comentada es la de 1996 debido a la cercanía, la ocurrida a finales de la década de los 70 dejó crecidas de hasta un metro en el centro de Jerez, como la calle Porvera, con automóviles convertidos en barcos a causa del temporal. Hasta 200 personas fueron alojadas en el Ayuntamiento tras ser evacuadas y posteriormente reubicadas por Pedro Pacheco, un joven alcalde que llevaba tan solo ocho meses en el poder.

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