Silvana Estrada en Royal Hideaway Sessions (Chiclana): “Me siento afortunada por no haberle tenido miedo a ir a mis tiempos”
música
La artista de Veracruz (México) abrirá este sábado 29 de julio (22:30 horas) la VIII edición del ciclo de conciertos que se celebra en el Hotel Royal Hideaway Sancti Petri
Royal Hideaway Sessions, una propuesta diferente en la provincia
¿Cuáles son los conciertos que hay esta semana en Cádiz?
Chiclana/–¿Qué busca transmitir en las letras de sus composiciones?
–Intento ser muy honesta para que el mensaje llegue lo más puro, desnudo y sanador que se pueda. Escribo mucho sobre mi propia experiencia, mi búsqueda emocional. Del amor, del duelo, la soledad, pero desde el querer entender, sin un afán de regocijarme en el dolor ni ignorarlo. Entiendo mi música como un lugar seguro desde donde enfrentarnos a las emociones que son difíciles de asimilar.
–Es una maravillosa contradicción que su último álbum largo se llame Marchita cuando está viviendo uno de los momentos más fértiles en éxito. ¿Cómo lo lleva?
–Me siento muy afortunada. Una va trabajando, poniendo piedrita tras piedrita, y luego llegan estos momentos en los que quizá un nuevo ciclo empieza. En mis primeros años lo hacía todo yo. Ahora sé mucho más de mi oficio, de cómo trabajar, ya delego un montón de cosas. Es un momento bien cómodo pero a la vez muy exigente, nunca he trabajado tanto.
–¿Qué oiremos en Chiclana?
–Es un show bien bonito. Estoy presentando un poco Marchita pero al mismo tiempo rescato temas de mi primer álbum, Lo sagrado. También los sencillos que han ido saliendo independientemente de álbumes y canciones nuevas. Estoy planeando ya la grabación del próximo material y me sirve mucho presentarlo en espacios más reales antes de entrar en el estudio. Es un espectáculo que se conforma de varios repertorios que generan un solo momento que pasa por un montón de lugares. Lo disfruto pero me ha costado mucho porque yo empecé enseñando sólo canciones tristes –ríe–. Me ha costado encontrar para mí un repertorio que también represente variedad. Ahora estoy girando con una banda que me tiene muy contenta, que es un poco el intermedio entre las primeras veces que vine a España y Europa, a trío, y mi banda grande, que en México somos once en el escenario. Este verano estoy viajando con quinteto y todo el mundo en mi banda toca por lo menos tres instrumentos.
–¿Cómo será ese nuevo disco?
–No te lo puedo definir con mucha claridad porque no he estado en el estudio para realmente entender qué está pasando musicalmente. Pero en cuanto a las canciones escritas, son más luminosas, ligeras, directas en la letra. Buscan más empatizar con la gente.
–¿Cómo se vive el proceso de crear una canción en los tiempos del streaming y TikTok?
–Es bastante duro para los creadores. Ha sido un poco un error traspasar el arte a este sistema de consumo tan rápido. Nos ha hecho daño porque vivimos sin entender nuestros propios ciclos. Es un momento difícil para que los artistas estemos en contacto con nosotros mismos. Tenemos que dar el gusto a mucha gente y, al mismo tiempo, estar produciendo porque es el sistema que vemos que funciona. Y como ves a tus colegas haciéndolo, te sientes un poco mal si no estás en esa bola. He tenido mucha suerte de no tenerle miedo a ir a mis tiempos. Tardé tres años en sacar Marchita, hice giras internacionales sin disco y ha sido muy bonito. Pero ahora que estoy de gira, con reconocimiento internacional, a veces siento la presión de qué voy a hacer si un día me tengo que detener, porque uno no puede ser creativo siempre. Lo que me ayuda es pensar que también hay gente, mi público, que sigue escuchando los discos de Mercedes Sosa, Violeta Parra o Bob Dylan, y que crean lazos emocionales con obras de arte que nos alimentan.
–Ha colaborado con Aurora o Birdy. ¿Se atrevería con el inglés?
–En un futuro bien lejano me gustaría probarlo porque ahorita siento que tengo mucho que decir en mi idioma. Empecé cantando jazz, así que en algún momento me veo girando a ese mundo. Pienso en Caetano (Veloso), cuando hizo su disco A foreign sound, de standards. Algo así me gustaría, hacerlo en inglés y portugués, que son las músicas fuera de la lengua castellana que me han marcado más.
–¿De qué forma le ha influenciado la música de México?
–El folclor ha sido muy potente en mi formación. Cuando he tenido bloqueos creativos, siempre me ayuda volver a cantar boleros, rancheras. Hay algo que se despierta cuando uno se siente conectado con su identidad, da pie a renovarla. Las y los cantautores de esta época estamos renovando las narrativas con las que crecimos. Me siento superprivilegiada de identificarme como mexicana, siendo un país con tanta cultura musical, tan complicado y tan rico en conceptos, imágenes y poesía.
–¿A quién destacaría de su país?
–Hay un compositor que a mí me gusta mucho, David Aguilar, un renovador de la canción mexicana. Tiene mucho oído para el folclor y, a la vez, poder de síntesis para contar sus propias historias.
–¿Qué admira de la música y los artistas españoles?
–La calidad de intérpretes, expresan con facilidad sus sentimientos. Admiro esa capacidad de transmitir una historia simplemente con los colores de su voz, con los melismas, con la manera de presentar sus cuerpos en el escenario.
–¿Cuál es su mayor compromiso hoy como artista?
–Siento un compromiso conmigo muy fuerte de mantener una sana relación con la música, mantenerme curiosa, aprendiendo constantemente. Parece fácil pero en realidad también necesita descanso y estar en tu casa tranquila con tu guitarra, llorando. Eso lo estoy aprendiendo apenas. Y con el público siento que debo ser siempre honesta con mi música, mantener esa calidad musical. Me siento muy querida en muchos países y me pregunto por qué –ríe–.
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