“La situación es insostenible para el cliente y para el empleo”
HUELGA DE TRANSPORTISTAS
Los supermercados empiezan a notar el desabastecimiento en muchos productos básicos, como las legumbres, harinas o aceites, debido a la huelga de transportistas
Puerto Real/Ninguno de los camiones de reparto que la empresa Súper Arcos tiene en el centro logístico situado en la localidad de Arcos de la Frontera ha salido hoy a trabajar. La empresa se ha sumado a la huelga de transportes que ha comenzado este lunes, motivada principalmente por el precio de la gasolina.
En el caso de Súper Arcos la situación es distinta a la de muchos autónomos, ya que el transporte de mercancías forma parte de la propia empresa. Se encargan empleados con una flota propia, por eso secundan la huelga no solo por el precio de la gasolina, sino por una cuestión de solidaridad y algo de temor a que los trabajadores tengan problemas por trabajar en una jornada de huelga. “Hace nada llenar el depósito de un tráiler me costaba 400 euros y ahora son más de 700. Así es imposible seguir siendo competitivos”, explica Ana Rodríguez, gerente de la empresa.
En los más de 5.000 metros cuadrados que tiene el centro logístico de la empresa en Arcos, este lunes hay muchos huecos vacíos, porque no están llegado los tráiler con los productos que almacenan allí para su posterior reparto. Y eso, claro está, se está notando mucho en los 40 supermercados (32 súper y 6 cash) que tienen por toda la provincia de Cádiz.
“Ya el viernes se notó mucho en determinados productos, y hoy será aun más evidente”, aclara Ana Rodríguez. “Lo mismo pasa en el resto de supermercados, porque si no hay repartos no hay nada en las estanterías, eso es una evidencia para todos los establecimientos del sector”, apunta Ana, quien incide que la situación es la misma en todas las cadenas.
Según explica, ya faltan “un montón de de productos”. Principalmente: “legumbres, aceites, harinas… y muchas cosas relacionadas con los pequeños como algunos potitos y pañales, porque los clientes han hecho acopio ante e tenemos del desabastecimiento”.
A la subida de la gasolina, ”que es un palo”, la empresaria añade la de la electricidad y otros suministros, que inevitablemente acaban encareciendo el precio que pagan los clientes. “Por ejemplo, el pollo ha pegado un subidón hoy y tengo que pasar de cobrarlos a 3,80 a 4,50 euros, y así con muchas otras cosas”. Por eso, teme también por el mantenimiento del empleo de las más de 400 personas que tiene en plantilla.
“Yo solo espero que a esto se le ponga solución lo antes posible, que el precio de la gasolina baje para poder seguir siendo competitivos, mantengamos el empleo y, sobre todo, no castiguemos a los consumidores porque la economía en general no está muy boyante”. También espera una pronta solución en lo que respecta a la huelga, para que el abastecimiento a los supermercados vuelva a la normalidad.
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