El subterráneo del Campo del Sur, en peligro

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La Inspección de Trabajo detecta graves deficiencias en el aparcamiento y da un plazo de seis meses para su arreglo. Emasa necesita 710.000 euros para acometer la obra.

Acceso al aparcamiento subterráneo del Campo del Sur, a la altura de la calle Sagasta y del antiguo convento de Capuchinos. / Joaquín Hernández Kiki

03 de julio 2017 - 07:01

lerta en Emasa. La empresa municipal de aparcamientos tiene ante sí una amplia y costosa lista de tareas que debe afrontar en los próximos meses para poner a punto uno de sus aparcamientos subterráneos, el del Campo del Sur. O eso, o puede enfrentarse a medidas que incluso conllevarían el cierre de este estacionamiento público, precisamente el año en que cumple su 30 aniversario. La Inspección de Trabajo ha realizado un informe en el que pone de relieve todas las deficiencias y problemas que presenta el estacionamiento. Y al hilo de esto, ha dictado las actuaciones que Emasa tiene que realizar en el plazo de seis meses –el informe tiene fecha del pasado mes de mayo–.

El citado informe (al que ha tenido acceso este periódico) comienza haciendo referencia a las “deficiencias materiales de seguridad”, además de “numerosas filtraciones y goteras en techos y paredes” o “irregularidades en el pavimento del suelo”. En un plano inferior con respecto a la gravedad de la situación, se señala también que la pintura del trazado de delimitación de carriles y plazas de aparcamiento está defectuosa en determinadas vías de circulación del aparcamiento.

En base a todo esto señalado en una inspección ocular realizada en el propio equipamiento, y tras una posterior reunión con un técnico de la empresa municipal, la Inspección de Trabajo detalla las actuaciones que deben hacerse, para lo que otorga un plazo máximo de seis meses.

Ese es el período que tiene Emasa por delante para subsanar las “irregularidades destacadas apreciadas en el pavimento del suelo del aparcamiento que evite el riesgo de caída al mismo nivel”, así como la reparación de techos y paredes desprendidas y de las goteras y humedades localizadas a lo largo del aparcamiento.

Además, la Inspección de Trabajo ordena la revisión –en el plazo de dos meses– de la medición higiénica de exposición a ruido y realización de estudio de atmósferas explosivas, así como la revisión del estudio higiénico de exposición a dióxido de carbono, “adoptándose las medidas preventivas necesarias con el objeto de reducir al mínimo las cantidades de agentes químicos presentes en el centro”, para lo cual concede un mes de plazo. Y por último, se requiere también que en el plazo de dos meses se revise la planificación preventiva en materia de seguridad y salud de los trabajadores “incrementando los puntos de vigilancia o seguridad de las cámaras” o implantando “las medidas que fueren necesarias”.

El informe de la Inspección de Trabajo ha sido, de algún modo, la gota que ha colmado el vaso de este aparcamiento del Campo del Sur. A raíz de éste, los técnicos de la empresa municipal han señalado en otro informe que la situación es tal que la compañía aseguradora del aparcamiento ha amenazado con no hacer frente a más casos de daños de vehículos que estacionan en el subterráneo “si no se reparan las filtraciones”, ya que al parecer el agua que se filtra del Campo del Sur produce un compuesto ácido al entrar en contacto con el hormigón que corroe la pintura de los vehículos. También se refleja en este segundo informe de Emasa que existen “numerosas reclamaciones de ciudadanos al tener que acceder las sillas de minusválidos y carritos de bebé por las rampas de acceso y salida de vehículos, con el peligro que conlleva”.

“El aspecto general del aparcamiento es lamentable”, llegan a aseverar los técnicos de Emasa en su informe. Pero, en el lado contrario, se trata del aparcamiento que más ingresos genera a la empresa y que tiene mayor afluencia de usuarios durante el año.

¿Cuál es entonces la solución? Desde Emasa se ha elaborado ya un proyecto de intervención, que contempla todas las actuaciones requeridas por la Inspección de Trabajo –eliminar las filtraciones levantando el pavimento superior, impermeabilizando la superficie y ejecutando nuevo pavimento con bandas de rodadura, reparar y pintar todos los paramentos verticales, renovar el pavimento interior e instalar un ascensor– y que se acerca a los 710.000 euros de coste.

La mayor parte de este presupuesto (más de medio millón de euros) se iría en la renovación de la calzada del Campo del Sur y la ampliación de esos carriles que ya recorren la Alameda y parte del Campo del Sur, algo que cuenta ya con proyecto municipal pero que tendría que afrontarlo ahora Emasa.

Problemas desde su construcción hace tres décadas

Dice el gerente de Emasa, Jesús Martínez, en el informe realizado a raíz de la Inspección de Trabajo que el aparcamiento del Campo del Sur viene dando problemas prácticamente desde el día que se inauguró hace ahora 30 años. “Desde el principio se detectaron filtraciones de agua desde el paseo superior, que han ido a más y que no se han podido eliminar ni por la empresa que lo construyó ni con las obras ejecutadas en 2012”, refiere.

Efectivamente, en el mismo año de 1987 este periódico publicaba una información que ponía de relieve las filtraciones de agua “por todas partes” –decían entonces los técnicos de Emasa– que se les reclamó a la constructora (Agromán).

Y unos años más tarde, en 1995, se encargó otro informe a la empresa municipal en el que se puso de relieve una vez más los problemas de filtraciones. “Las medidas de impermeabilización adoptadas en la cubierta del aparcamiento no fueron las más adecuadas cuando fue construido”, refleja el entonces subdirector técnico de Emasa, que resaltaba que a pesar de la sequía de entonces aún se observaban “goteras puntuales aún activas”, remarcando la “gravedad del asunto” en algunas juntas de dilatación y pilares que presentaban grietas. Ya se pedía entonces un informe sobre el estado de la estructura “y las medidas a adopt

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