El sueño de viajar en tren por la noche, imposible en Cádiz desde 2010. ¿Volverá algún día?

En buena parte de Europa se está recuperando este servicio

El Gobierno defiende que no es viable y lo deja en manos de las operadoras privadas

Los trenes 'low-cost' también van a llegar tarde a la estación de Cádiz

El trenhotel, estacionado en la terminal de Cádiz en 2010
El trenhotel, estacionado en la terminal de Cádiz en 2010 / Renfe

En 2010 se eliminó el trenhotel que unía Cádiz con Barcelona durante la noche. Una forma ideal para viajar que evitaba de la pérdida de horas diurnas para el pasajero. Entonces, Renfe pretendía desviar el tráfico de pasajeros a los trenes de alta velocidad. Nueve años más tarde se eliminaron las dos últimas líneas nocturnas que seguían vigentes en España: el tren Madrid-Lisboa (cuya recuperación se prevé este mismo 2025) y el que unía Barcelona con Madrid y Galicia.

Ahora solo se puede disfrutar el dormir en el tren (por la noche y en coches cama) sí se utilizan los trenes Al Ándalus, centrados en un viaje puramente turístico lejano a los realizados por cuestiones familiares o profesionales.

El retorno de este modo de viaje se está normalizando cada vez en más puntos de Europa. Sin embargo, en España aún no se vuelve a aportar por el mismo. Y todo ello a pesar del incremento de viajeros y de trayectos, en algunos casos en líneas casi colapsadas en medio país. A la vez, se destaca la cada vez más relevante importancia del ferrocarril como medio de transporte, sustancialmente menos contaminante que el avión. Hay empresas europeas interesadas en conectar a nuestro país con la cada vez más densa malla de trayectos nocturnos que está llenando el continente, especialmente en la conexión con Madrid y Barcelona.

Sin embargo, el interés del Gobierno central es, por el momento, nulo. Una respuesta parlamentaria realizada el pasado año lo dejaba bien claro al afirmar que "en estos momentos no existe ninguna previsión respecto a su reposición", refiriéndose a los trenhotel.

En aquel momento se indicaba que era un servicio sin ninguna rentabilidad para el operador público, Renfe, que encima le acumulaba un importante déficit económico. Y se dejaba en manos de los nuevos operadores privados que han entrado en nuestro país la posibilidad de recuperar este servicio. Estas empresas, en todo caso, están ahora enfrascadas en una dura competencia por ir creciendo en el mercado de la alta velocidad, con un alto coste para mantener precios competitivos para captar usuarios. No parece que, así, estén en sus prioridades viajar también de noche.

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