Galería del crimen | Capítulo 22
Por el honor de nuestra vecina
El duro enfrentamiento que el sacerdote Rafael Vez Palomino mantiene con el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, ha dado un nuevo y trágico paso. Por medio de un decreto episcopal, Vez Palomino ha sido suspendido (de manera cautelar) de su ministerio sacerdotal y del resto de oficios eclesiásticos que tuviera encomendados. Algo que ha dado a conocer el propio sacerdote y que ha confirmado a este periódico el Obispado.
El ex párroco de Conil (que denuncia también que el decreto le prohíbe residir en esta localidad gaditana, algo que “vulnera mi derecho constitucional a residir donde me plazca”, según ha afirmado en redes sociales el propio Vez Palomino) no podrá, por tanto, ejercer su sacerdocio, lo que implica no sólo que no puede celebrar misas sino el resto de sacramentos y misiones para las que en su día fue ordenado.
Según han trasladado fuentes del Obispado, esta decisión decretada por Zornoza llega después de que el sacerdote en cuestión no haya cumplido con la función que le fue encomendada el pasado mes de julio, cuando se le encomendó la Capellanía del hospital de Puerto Real, cesándolo en sus funciones en la parroquia de Santa Catalina de Conil. “No está yendo a su puesto de trabajo”, trasladan desde el Obispado, justificando la decisión finalmente adoptada por Zornoza.
Vez Palomino ya ha afirmado que el obispo tendrá que justificar este decreto “en sede judicial”, confirmando así lo que ya hace varios días trasladaba respecto a la posibilidad de demandar a Zornoza por la vía penal por considerar que se está produciendo un atentado a su honor.
Por tanto, lo ocurrido este jueves (el sacerdote isleño precisa que el decreto le fue entregado por el vicario general, Óscar González, en presencia del vicario de Pastoral, Fernando Campos, y del canciller, Cristóbal Flor) no es si no un episodio más de este abierto enfrentamiento que Vez mantiene con Zornoza y que de hecho ya se está juzgando a nivel eclesiástico después de varios infructuosos intentos de conciliación por las dos partes.
“A partir de este momento, y hasta que no se resuelva todo este litigio, no podré celebrar ni ejercer públicamente mi ministerio sacerdotal, ni mis oficios de profesor del Seminario y canónigo Maestro de Ceremonias, que en la actualidad de facto se me impedían ejercer”, ha trasladado Vez Palomino (que efectivamente ya no ejercía ni como profesor del Seminario ni como maestro de ceremonias de la Catedral), quien ha anunciado que a partir de ahora “viviré mi ministerio sacerdotal durante este tiempo de otra manera rezando junto con la Iglesia y por la Iglesia, y las necesidades del mundo”. “La verdad prevalecerá”, concluye.
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