La tasa turística recaudaría más de 20 millones de euros al año en Cádiz

A dormir el sueño de los justos donde quiera que no moleste. Eso es lo que ha terminado haciendo el gobierno de Juanma Moreno con la posible aplicación de una tasa turística en Andalucía, un tema sobre el que los implicados no han llegado acuerdo Juanma Moreno y sobre el que se promete seguir investigando, creación de un observatorio mediante. Debe ser poco nunca, nadie, en ningún sitio, ha aplicado algo así, ni se sabe cómo funciona.

La tasa turística, para desolación de muchos, no es un medio para impedir o refrenar la afluencia turística: allá donde se ha implantado, ha seguido igual o ha aumentado. Su coste es nimio para provocar algo así –en Cataluña, por ejemplo, oscila entre los 0,60 € y 3,50 euros por persona y día según tipo de establecimiento–. El objetivo de una tasa turística no es otro que mitigar el coste que el turismo tiene en un espacio, a nivel, por ejemplo, de servicios, impacto medioambiental o uso del agua: un desgaste que terminan asumiendo los ayuntamientos. En casos, por ejemplo, como el de la capital gaditana, de población menguante capital gaditana–y menguantes ingresos en las arcas municipales, de seguir así–, sería algo a considerar seriamente.

Si en la provincia aplicáramos una tasa media de dos euros por pernoctación, los ingresos por este concepto superarían los veinte millones de euros. Para ello, tomaríamos como base los 8,2 millones de pernoctaciones que se dieron en establecimientos gaditanos en 2023, más 1.458.560 de noches en los campings de la provincia, más las 801.615 pernoctaciones en apartamentos turísticos –tomando datos de la Junta de Andalucía, el Instituto Andaluz de Cartografia y el INE–. En total, con estos datos, alcanzaríamos los 20.920.350 euros de recaudación.

A ello habría que sumar lo que arrojarían las estancias en Viviendas de Uso Turístico (VUT) registradas en la comunidad autonónoma. Aunque no hay datos oficiales respecto a pernoctaciones, los alojamientos de este tipo acumulaban el año pasado más de 17.000 viviendas con un total de 93.864 plazas en la provincia gaditana. Según los datos que mostraba el año pasado Exceltur en el informe 'Atlas de Contribución Municipal del Turismo en España', el alojamiento turístico realizado en viviendas a través de plataforma en las 17 principales localidades de la provincia suponía un 37,5% del total de las plazas disponibles. Con una media de estancia similar a la de hoteles, campings y apartamentos, sus ingresos aumentarían en más de un tercio el cálculo inicial.

Todo esto, claro, hablando de los registros oficiales: en las localidades turísticas, se calcula que, por cada turista que pernocta en alojamientos inscritos en el Registro de Turismo de Andalucía, tres lo hacen en viviendas no inscritas.

1.300.000 EUROS CON LAS ENTRADAS A MUSEOS

El tema de la aplicación de la tasa turística ha coincidido con el anuncio hecho desde la Junta de su intención de empezar a cobrar en algunos de los emplazamientos culturales bajo el paraguas de su administración, con un rango de tarifas –actualizado esta semana– que variaría entre 2, 4 y 6 euros. que variaría entre 2, 4 y 6 euros. En la proyección realizada desde la Consejería de Turismo y Cultura para la provincia de Cádiz, los centros a los que afectaría esta medida, p Consejería de Turismo y Cultura para la provincia de Cádiz,asando a cobrar a los asistentes una entrada de cuatro euros, serían el Museo de Cádiz, el Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, en Tarifa; y el aún por inaugurar Museo del Flamenco de Jerez –fuera de este cálculo quedó, sin embargo, el Teatro Romano, que fue el espacio más visto de la provincia en 2023, reuniendo a 162.622 personas–.

El rédito que se obtendría de estos centros es difícilmente calculable, ya que el listado incluye un espacio que aún no existe, pero asumiendo que el postergado museo jerezano tuviera una afluencia media, similar a la del museo provincial en Cádiz, hablaríamos de unas noventa mil visitas anuales: el año pasado, el Museo de Cádiz registró 95.545 visitantes, que aportarían 382.096 euros con la tarifa proyectada. Baelo Claudia recibió a 140.885 visitantes en 2023, lo que se traduciría en 563.540 euros. Entre los tres centros, aportarían pues en torno a un 1.300.000 euros.

Desde la Junta enarbolan que la medida ayudaría a apreciar más el patrimonio –podríamos recordar que el Museo Británico sigue siendo gratis–;o que los precios estimados son poco menos que simbólicos. No mencionan que estaríamos ante un caso de copago, ya que todos ellos son centros de titularidad pública, y la sensación de agravio comparativo es inevitable: mientras a los andaluces se les cobra para arañar un millón de euros en algo que ya están pagando; a los visitantes no les roza y el viento, y las consecuencias también las pagamos.