Uno de los tripulantes de la narcolancha de Barbate: "¿Vas a darle? Si le das, me tengo que agarrar"
La Fiscalía apunta que la posibilidad de defensa de los guardias civiles fue "nula", según informa El País
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Cádiz/Uno de los tripulantes que viajaban a bordo de la narcolancha que causó la muerte a dos guardias civiles en Barbate el pasado 9 de febrero admitió ante la jueza instructora que, en un momento dado, le dijo al piloto de la goma: "¿Vas a darle? Porque si le das, yo me tengo que agarrar (para no caer agua)", una declaración ésta adelantada por el El País. Según informa el periódico del Grupo Prisa, esta afirmación reforzaría la implicación, entre otras pruebas, de los seis detenidos por el asesinato de los guardias civiles, todos en prisión desde el 12 de febrero.
Y es que los implicados negaron en todo momento que navegasen a bordo de la lancha que embistió a la Guardia Civil en el puerto de Barbate, un recinto donde, no obstante, admitieron que se encontraban el día de los hechos para refugiarse del fuerte temporal que azotaba ese día a la provincia gaditana.
El informe realizado por la Fiscalía durante la vistilla en la que se acordó enviar a prisión a los seis tripulantes arrestados, explica El País, recogía que estos emprendieron una navegación "muy peligrosa", incluso se alejaron de la zódiac de la Benemérita para poder coger velocidad y embestirla luego. Según el Ministerio Público, esta maniobra fue "coordinada y dolosa" y tenía como objetivo "pasar por encima" de la barca de la Guardia Civil. "La posibilidad de las víctimas de defenderse fue nula", concluyó la representante del Ministerio Fiscal, según El País.
Son numerosos los indicios que llevaron a la jueza instructora a señalar a los detenidos como los autores del ataque a la pequeña zódiac de la Guardia Civil aquel fatídico viernes en el puerto del municipio de la costa jandeña. Así pues, las cámaras de vigilancia del puerto, testigos presenciales y una mancha rojiza en la narcolancha incautada son claves del caso.
Según las pruebas recabadas, en el puerto de Barbate aquella noche había seis narcolanchas, pero sólo una de ellas era de grandes dimensiones, con cuatro motores fueraborda.
En el auto de prisión, la magistrada indicó que fue esta embarcación de grandes dimensiones la que se acercó de manera violenta a la zódiac de la Guardia Civil y arrolló hasta en dos ocasiones a la de la Benemérita, provocando la muerte de los dos agentes y dejando heridos a otros dos, uno de ellos de extrema gravedad.
Del mismo modo, los restos de pintura de color naranja delataron a la narcolancha que embistió a la patrullera de la Guardia Civil. Un color que, como consecuencia del embiste en el agua, pudo resultar de la mezcla del rojo y amarillo de los que está pintada la bandera que identifica a la patrullera de la Guardia Civil.
Otro de los indicios que tuvo en cuenta la jueza fueron las manifestaciones de tres testigos de los hechos, quienes además aportaron vídeos donde pueden verse las secuencias de los sucesos.
También consideró la jueza un indicio importante las grabaciones de las cámaras del propio puerto de Barbate, donde se desarrollaron los hechos.
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