Turismo: "El equilibrio en zonas de alta demanda exige planificación"

La profesora de Turismo de la Universidad Europea, María Jesús Gadea, subraya la importancia de buscar soluciones a largo plazo, "con políticas que puedan completar la economía turística"

La costa gaditana aumentó en un 10,3% los ingresos por habitación este verano

La diversificación de ofertas es una de las opciones ante la saturación turística en algunas zonas.
La diversificación de ofertas es una de las opciones ante la saturación turística en algunas zonas. / Lourdes de Vicente

De ser algo asumido, el turismo se ha convertido en un tema central en nuestra agenda social. Para Mª Jesús Gadea, profesora de Turismo en la Universidad Europea de Valencia, esto se debe, sobre todo, al “crecimiento exponencial que hemos vivido tras la pandemia en zonas ya bastante saturadas; algo que ha afectado a infraestructuras, servicios y calidad de vida de residentes de la zona”.

Para la especialista, es posible encontrar un equilibrio en lugares con alta demanda, pero “requiere planificación y una regulación con políticas de turismo sostenible, promoviendo visitas fuera de temporada, por ejemplo”. Una planificación para la que, a pesar de los ritmos artríticos de la administración, puede ayudar “mucho la tecnología, a la hora de obtener datos en tiempo real, aplicar ciertas restricciones, etc”. 

En zonas como el sur, además, en las que el monocultivo turístico es la norma, la posibilidad de muerte por éxito es especialmente preocupante: “El covid puso de manifiesto la fragilidad de nuestro modelo económico –reflexiona Gadea–. Un hecho que tendría que colocarnos en una búsqueda de soluciones a largo plazo, con políticas que puedan completar la economía turística, con alternativas para la población local. También –continúa– estudiando la oferta y diversificándola, para que las zonas más saturadas puedan respirar”.

Para Gadea, las VT ganan terreno a las plazas convencionales, entre otras cosas, “porque tienen mucha más agilidad: lo que les permite crecer a un nivel impensable para los hoteles”. El tipo de propietario, indica, varía dependiendo de la zona: “Cuanto más turística sea, más tendencia suele haber a los grandes inversores. El pequeño propietario, que destina a vivienda turística una segunda residencia o parte de su vivienda, se da más en las zonas rurales”.

Controlar el impacto de los alojamientos de uso turístico, admite Mª Jesús Gadea, es algo “complicado, pero parece que entre las medidas más efectivas está la regulación de licencias“. ¿La contrapartida? El auge del mercado negro. Aun así, advierte, la crisis de la vivienda no se debe sólo a los pisos turísticos, “sino también la especulación, falta de inversión en VPO, estrechez del mercado de alquiler, entrada de mercado extranjero...“

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