El tutorial suizo
Las conversaciones interceptadas al socio de Ouviña para captar subvenciones en la Bahía revelan métodos sobre cómo ocultar dinero
Ultraconservador y pinochetista, primer alcalde de Madrid tras la muerte del dictador -dicen que buen alcalde, impulsó el plan de saneamiento de un ciudad que iba camino de ser metrópoli-, el ingeniero vasco Juan de Arespacochaga fue el ideólogo del pantanismo franquista y no le fue mal económicamente, ya que, siendo político, podía ser el hombre fuerte de un banco, la banca Masaveu, que a principios de los 80 aparecía revoloteando en el escándalo Rumasa y su laberinto financiero. Procurador en Cortes, estuvo en el germen de Reforma Democrática, que aglutinaba al núcleo más duro, menos reformista, que acabaría integrándose en la Alianza Popular de Manuel Fraga.
Tuvo nueve hijos y algunos de ellos muy espabilados. Por ejemplo, Beatriz, que vio negocio rápidamente en la cósmica metedura de pata de una sucesora de su padre, Ana Botella, cuando defendió que las Olimpiadas fueran a la capital de España con su célebre relaxing cup of coffe. Beatriz pensó en imprimir la frase en camisetas y tazas de café.
Pero quien nos interesa es Joaquín, el 'socio' de Alejandro Dávila Ouviña, a través del cual, de un modo u otro, se volatilizaron más de 20 millones de dinero público destinados a potenciar el empleo en la Bahía de Cádiz. Bahía Competitiva, se llamó aquello. Otro bluf y 20 millones menos. Joaquín, oficialmente con residencia en Luxemburgo, pero con casa en la lujosa urbanización La Moraleja, vecino de Sergio Ramos y Benzema por tanto, y con despacho profesional en la madrileña calle Menéndez Pidal, muy bien relacionado, gracias a su padre, también sabe hacer negocios, como su padre, y moverse en los laberintos. De hecho, la Policía considera que es el cerebro de la maraña de sociedades por cuyos conductos se hizo humo el dinero de Bahía Competitiva. Para ello, utilizaba, según los atestados de la Udyco, a un zamorano octogenario, amigo de su madre, Agustín Bobo, que sirvió como testaferro sin saber ni lo que estaba firmando. O eso declaró. Ya se lo dijo a Joaquín en una conversación telefónica: "Yo por ti o por cualquiera de los tuyos firmo mi sentencia de muerte".
Su asesor principal es un agente financiero suizo, Ismael Votgle. Conversaciones entre Joaquín Arespacochaga y Votgle fueron captadas por los investigadores y son un auténtico manual de prestidigitación financiera. La conversación se produce en un momento en que la Agencia Tributaria ha informado a Joaquín Arespacochaga de que hay una investigación fiscal sobre él. Se han detectado seis cuentas en Suiza. Son las que corresponden a sociedades que, en algún momento, van a cruzarse con las sociedades creadas para mover el dinero de Bahía Competitiva. El informe de la Udyco lo tiene muy claro: ""Son sociedades domiciliadas en Luxemburgo para realizar tanto operaciones de blanqueo de capitales como para la comisión de fraude fiscal. Es una logística societaria muy compleja en el extranjero, que es empleada indistintamente para la realización de operaciones fraudulentas".
Joaquín se entrevista en Marbella con un directivo del banco suizo UBS nada más aterrizar de un viaje a Suiza donde, presumiblemente, ha tenido reuniones con directivos de este banco. A continuación, recibe la llamada de Votgle, que le informa de que esa persona con la que se ha entrevistado "es una persona muy influyente en el banco" y que también se ha permitido "comunicárselo a los de Ginebra".
Por la conversación se deduce que los bancos suizos están incómodos con la investigación de la Hacienda española: "No quiero que lleguemos a un estado donde bloquean las cuentas y piensan que es blanqueo de dinero ". Votgle se muestra desconcertado: "No sé cómo actuar. Lo ideal sería disminuir o cerrar realmente las cuentas donde realmente ya podemos quitarlas. El gran miedo es que el BO no sea el BO. Ahí es donde no nos van a perdonar nada" . BO es Beneficiary Owner, es decir, el titular de la cuenta. A lo que se refiere Votgle es que esas cuentas no estén al nombre verdadero y , en este sentido, parece hacer referencia a un testaferro cuando habla de que "hemos abusado un poco de nuestro amigo Fernando para algunos temas". Por lo que la recomendación es tajante: "Cancelar todo y olvidarnos de estos negocios y encontrar un modo de volvernos a la vía... normal".
Pero Joaquín tiene otra opinión. Entiende que la cuenta de la sociedad Lendir, una de las vinculadas a Bahía Competitiva, donde se reciben directamente transferencias de sociedades subvencionadas, es "problemática", pero sólo está dispuesto a cerrarla "si nos dejan sacar el dinero, hacemos una transferencia a otro banco y se acabó la cuenta. Además, ya no paso más por ahí". A continuación informa que han llegado 400.000 euros -quizá dinero público- y propone: "Lo retiramos, yo lo mando como un préstamo a otra compañía en otro banco y nos quitamos de esa cuenta porque sé que cada movimiento que se haga en esa cuenta..." "Va a ser mirada con lupa", termina la frase Votgle y, además, avisa que en pocos meses, en otro banco volverán a tener el mismo problema.
La preocupación es notable por parte de Votgle, que no ve una salida tan sencilla como Arespacochaga: "Ellos no me lo han dicho claramente, pero sospechan de manera muy muy importante que Fernando no es el BO real y que es una sospecha de blanqueo, que todo pasa por estas cuentas (....) están controlando el movimiento de de estas cuentas. No quiero, no quiero erntrar en una denuncia porque ahí... ¿te acuerdas de lo que pasamos con los otros?" Y Joaquín se acuerda, así que Votgle quiere cortar por lo sano: "Cerramos Abello, Wescamp y Circomat -otras sociedades del entramado, pero no todo de un golpe". Una vez limpiada toda esa parte, Votgle plantea contestar sobre los movimientos de Lendir a las preguntas del banco "y con los otros ya veremos lo que hacemos".
Quedan en hablar al día siguiente. Parece que la fórmula de Votgle puede ser eficaz siempre que se demuestre que el titular es Arespacochaga. "Yo envío esto -la respuesta a las preguntas-, que desbloqueen la cuenta y hagan el último pago". Así el dinero investigado estaría a salvo. De hecho, a día de hoy no se sabe nada de él.
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