La última oportunidad para el transporte público en la Bahía de Cádiz

Cádiz es la octava provincia en población de España; una de las zonas de mayor crecimiento turístico en 2019; una de las provincias con mayor número de habitantes que residen en ciudades; es la provincia con el mayor puerto de mercancías de España y con uno de los principales receptores de cruceros turísticos; una de las provincias con mayor crecimiento de usuarios del tren en los últimos años...

Todos son indicadores directa o indirectamente relacionados con los medios de transportes que deberían de garantizar la existencia de una red pública de comunicación amplia, moderna y eficiente. Sin embargo, Cádiz soporta importantes déficit que ponen en duda la eficacia de estos servicios, lastrados por un mal diseño en su configuración y una escasa inversión por parte de las administraciones.

Todo ello está directamente relacionado con la ausencia de un plan de transportes adecuado a nuestras necesidades y a nuestra proyección de futuro, tras el fracaso del Plan Intermodal elaborado en 1997 y que incumplió la mayor parte de sus propuestas.

Desde 2014 la Bahía de Cádiz tiene pendiente su Plan de Transportes, parcialmente elaborado pero sin el cual no es factible reordenar y planificar todas las comunicaciones en una comarca que incluye a más de la mitad de la población de la provincia.

La ausencia de un documento de este calibre también puede dificultar la obtención de fondos europeos para su ejecución.

Desde la Plataforma Conexión Bahía, nacida como defensa del transporte público sostenible, se destaca que Cádiz tiene la oportunidad de aprovechar los miles de millones de euros que van a llegar a España a través del Plan de Resiliencia, que entre sus prioridades promueve la movilidad sostenible en todo el ámbito de la Unión Europea.

Sin embargo, para ir a esta ventanilla hace falta tener proyectos ya listos "y aquí ni está terminados ni están consensuados. Sólo está lista la primera fase del tranvía metropolitano, pero no acaba de ponerse en marcha y no se sabe absolutamente nada de su segunda línea, para la que se modificó con un alto coste el diseño del puente de la Constitución (por donde se supone que irá el tranvía camino de Puerto Real, El Puerto y Jerez)".

El fracaso del Plan de 1997

La ausencia de este documento y el fracaso del Plan Intermodal de 1997 ha provocado, en parte, una evolución negativa de los datos en cuanto a utilización del transporte público en el conjunto de las conexiones interurbanas de la Bahía, más allá de los efectos perversos de la Covid desde marzo del pasado año.

Hoy, según los datos que aporta esta Plataforma, el transporte público apenas supone el 13% del total, cuando el mejor objetivo marcado por el PIT era un 50/50. "La realidad nos ha superado", se lamentan desde este colectivo.

Sólo operaciones de calado como las que se están desarrollando en Cádiz capital: impulso de la peatonalización en intramuros con la potenciación de las zonas verdes y, a medio plazo, el control de mediante cámaras de todos los coches que puedan acceder al casco; la peatonalización de parte del Paseo Marítimo y el desarrollo, junto a la Junta de Andalucía, del carril bici, han permitido disminuir la presión del tráfico privado, con una mínima incidencia del puente de la Constitución.

En estas tres décadas desde la aprobación del PIT se han ampliado las líneas de los autobuses interurbanos y reforzado los trenes de Cercanías, pero sin mantener una tendencia al alza y sin introducir mejoras en el sistema tarifas o en las conexiones intermodales (en algunas ciudades no hay una parada del autobús urbano cercana a la estación del ferrocarril). Es decir, lo que se ha mejorado respecto a 1997 no es ni de lejos suficiente si se quiere una apuesta clara por la movilidad sostenible.

La recién constituida Plataforma está en proceso de organización y de sensibilización de todos su integrantes. Pero son conscientes que protestas y reclamaciones no son suficientes. Por lo pronto esperan mantener una próxima reunión con Mercedes Colombo, delegada provincial de Fomento, y con los partidos políticos de la provincia, asumiendo que durante estas tres décadas todas estas formaciones, a nivel local, provincial o regional han tenido capacidad de gestión para afrontar operaciones de calado en las comunicaciones.

Se reconoce, en todo caso, la peculiaridad de la Bahía de Cádiz por la fortaleza de sus ciudades y la inexistencia de un núcleo urbano central de referencia y que la articule, como ocurre con las obras capitales andaluzas

"En todas estas década algo se habrá hecho desde las administraciones para tener informes ya medio preparados. Ahora lo que tienen que hacer es ponerse las pilas y terminarlos", se reclama desde este colectivo pensando en los fondos europeos.

Junto a la urgencia por poder aprovechar este dinero, se destaca también acciones como la Ley de Cambio Climático, "donde se promueve el uso del coche eléctrico" que para ello supone apoyar a las grandes empresas del sector sin entrar en la necesidad de promover el transporte público limpia y dificultad el uso del privado: promoviendo más trenes y autobuses interurbanos, cuyos horarios y líneas apenas si se han modificado en los últimos años, atendiendo en muchos casos a los beneficios de éstas y no al beneficio de la comunidad y dejando a un lado a localidades menos pobladas y, por ello, con menor número de usuarios. E incluso apostando como modelo secundario el uso compartido del vehículo privado, para los que están las zonas naranja de aparcamiento.