Un cine de 80 años y un refugio para DVD: los últimos románticos del séptimo arte
entretenimiento
En una época en la que podemos escoger entre un catálogo infinito y en la palma de la mano, dos iniciativas en la provincia se mueven a la contra: la resurrección de La Bombilla en Cádiz y una nueva vida para películas en formato físico en Puerto Serrano
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Un recuerdo: mi padre no era, digamos, un hombre dado a sentimentalismos. Era un señor antiguo. Descolocaba mucho cuando, al escuchar esta castaña de que Disney tergiversaba los cuentos tradicionales, pillaba unos cabreos impresionantes. Había que estar amargado, decía. Qué impresentables. Más tarde, desde luego, descubrí por qué: uno de los momentos más felices de su infancia fue cuando vio 'Peter Pan'. El barco en la Luna, indios, piratas, Campanilla. Magia. No puedo ni imaginar el estado de la copia que llegó al pueblo en la posguerra, pero precisamente por eso. Magia en un entorno ausente de maravilla.
La fantasía, el sentido de lo excepcional. El corazón palpitando con las notas de una banda sonora. Puede que ocurra con Juego de Tronos, da igual. El amor tiene muchas formas pero, desde luego, se nutre de la expectación, de lo que crees único. De esa sensación de volar más allá de tu mundo. En virtud a todo esto se han conformado dos iniciativas en la provincia: por un lado, la puesta en marcha de un antiguo cine de verano, La Bombilla, en Cádiz capital; por otro, la propuesta de crear en Puerto Serrano un refugio para DVD abandonados, en una iniciativa que puede servir como motor cultural.
Ángel Sierra, Nene, supo que el cine siempre había estado allí, bajo montones de desperdicios. Durante cuarenta años, el que fuera antiguo cine al aire libre en el casco antiguo gaditano había terminado siendo un descampado con “tiestos y porquería”. Nene estuvo rumiando el proyecto mientras llevaba el negocio familiar del mismo nombre, una idea que fue forjándose poco a poco, con cuestiones con las que no tuvieron que lidiar quienes primero proyectaron allí los éxitos de la época -algunos al azar:Perdición, Sospecha, Casablanca–, como que el pasaje pasó a ser una calle bajo plano. Ha hecho falta una ingente labor de transformación para que el cine La Bombilla vuelva a ser algo parecido a lo que fue: “Lo hemos dejado totalmente como estaba, recreándolo, aunque sean obras muy difíciles por ser fincas antiguas”, indica Nene.
El objetivo es abrir el año que viene recuperando el espíritu que tuvo (abriendo cuatro o cinco meses al año) y proyectando exclusivamente títulos de época. La única concesión será el sonido, para el que se podrán habilitar auriculares. “Hay mucha gente que ha puesto aquí mucho dinero –explica su ideológo–, pero es un proyecto muy bonito que está gustando a todo el mundo, también a nivel municipal”.
Nene afirma haber tenido sentimientos encontrados durante mucho tiempo con el proyecto:en la cabeza, desde luego, no hay ni un escollo, y luego encuentras mil. Pero, sobre todo, mientras él iba desescombrando, el mundo corría en una dirección opuesta: “Luego todo el mundo lo ha visto. Incluso el actual alcalde, Bruno García, que es cliente del bar y conoce de primera mano todo el trabajo enorme, y luego lo bien que nos han tratado los medios”.
La gente, asegura, no para de echarse fotos en la puerta, sobre todo, con el mural de Mapi. Un proyecto así, es lógico, abre las compuertas de la imaginación de cualquiera:“Ya me han dicho 300 cosas: mientras el que se pueda permitir celebrar pueda hacerlo, cada uno que cumpla su ilusión, ateniéndose a las normas”.
La Bombilla resucitará como cine de verano muchos años después de que cayeran los últimos: Brunete, Caleta, Terraza... Quien se está acercando, afirma Nene, no es gente joven, es nostálgica de todo aquello, pero también cree que “la gente se está cansando de la saturación de las plataformas y las nuevas tecnologías y un poco quiere recuperar el espacio que luego ha terminado teniendo el vinilo.La experiencia que nosotros ofreceremos será, desde luego, excepcional, como un viaje de 80 años en el tiempo”.
En Puerto Serrano, las instalaciones anexas a la Biblioteca Municipal se han recuperado para darles a las películas de DVD desechadas una vida que nunca soñaron. La localidad ha desarrollado un proyecto de videoteca pensado para recuperar aquellas producciones en formato físico (VHS, DVD) que servirá, al mismo tiempo, como excusa para organizar citas culturales. La iniciativa surgió, cuenta el alcalde de la localidad, Daniel Pérez, cuando el periodista Pepe Landi llegó a uno de los encuentros de Juntaletras que acoge el municipio: “Estábamos reformando un espacio de la biblioteca con forma de anfiteatro y la idea surgió allí. Ya habíamos proyectado alguna vez en verano, aunque era un espacio muy deteriorado porque no se tocaba desde los 80”. De modo que se planteó a Diputación, que ha financiado la obra, su reforma como espacio de uso cultural.
“A muchos nos da lástima tanto ver cajas de DVD y VHS en la basura como deshacernos de ellos, porque cuesta mucho desprenderse de cultura si va a terminar en un contenedor –prosigue–. Así que, quien lo desee, puede mandarlos aquí, contactando con nosotros y, si el porte no es elevado, el ayuntamiento asume los costes de envío. La colección servirá, además, para programar actividades relacionadas con el cine". De momento, Boris Izaguirre se ha ofrecido ya como ponente.
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