Vecinos y comerciantes de Vejer se quejan del ruido y la suciedad que deja la Velada de Agosto

En muchos pueblos, el encanto de la tranquilidad y la belleza natural ha sido durante años el principal atractivo para residentes y turistas. Sin embargo, en los últimos tiempos, un problema creciente amenaza con transformar este paraíso en un lugar de constantes molestias y degradación: la música alta y las fiestas nocturnas que se prolongan hasta la madrugada. Está ocurriendo en El Palmar, tal y como publicaba Diario de Cádiz recientemente, “los vecinos de esta pedanía vejeriega no pueden más y aseguran que si el Ayuntamiento no hace cumplir la normativa en cuanto a contaminación acústica le demandará en los tribunales”.

También está ocurriendo en el pueblo de Vejer. Su Velada en honor a la Virgen de la Oliva, uno de los grandes eventos de su calendario anual que se celebra del 10 al 24 de agosto, ha sido durante años una tradición que ha unido a vejeriegos y visitantes. Sin embargo, en los últimos años, la forma en que se está llevando a cabo ha comenzado a afectar gravemente la calidad de vida de los residentes y la reputación del sector turístico local.

Históricamente, la Velada ha sido una celebración que se prolongaba hasta la 01:00 o 02:00 horas de la madrugada, con conciertos que culminaban la noche y dejaban paso a un ambiente tranquilo y respetuoso con los vecinos y turistas que visitan esta localidad. Sin embargo, desde 2023, residentes y visitantes han sido testigos de cómo este evento se ha transformado de manera preocupante. La inclusión de DJs y música a todo volumen que se prolonga hasta las 04:00 o 05:00 horas, el sábado 17 de agosto incluso hasta las 05:30 horas, lo que ha generado un aumento significativo en las molestias, afectando tanto a los residentes como a los comerciantes y hoteles de la zona.

La Plaza de España, uno de los rincones más emblemáticos del pueblo, se ha convertido en el epicentro de 15 días de disturbios incesantes. "No existe en España otro pueblo que soporte 14 noches consecutivas de fiestas con un nivel de ruido que alcanza picos de hasta 110 decibelios a las 03:30 de la madrugada dentro de los edificios. Esto, sumado al tiempo que tarda la multitud en dispersarse después de los eventos, ha convertido la tranquilidad nocturna en un recuerdo lejano para las personas mayores que aún viven en el casco antiguo", se quejan vecinos y comerciantes. "Por no hablar de la suciedad que dejan tanto los botellones como el olor a orina. Un paseo matutino a las 8 de la mañana se convierte en una odisea, teniendo que esquivar restos de cristales rotos y charcos malolientes", continúan.

Asimismo el impacto negativo en los comerciantes y hoteles de la zona es alarmante. Hay establecimientos que están planteándose llevar este asunto ante el Tribunal de Derechos Humanos de La Haya, no en contra de la Velada en sí, sino por permitir la realización de 14 noches consecutivas de fiestas a pleno volumen en el centro urbano del pueblo.

Comerciantes y vecinos coinciden en que “nos encanta la Velada en su forma original, donde se respetaba la convivencia entre el disfrute de la fiesta y el derecho al descanso. Apelamos al Ayuntamiento para que restablezca el equilibrio y considere el impacto que estas nuevas prácticas están teniendo sobre Vejer de la Frontera y sus residentes”.